Las 5 sinagogas del mundo que cubren su suelo con arena






Sinagoga Mikvé Israel-Emanuel de Curaçao

Aunque para entrar a una sinagoga judía no es necesario descalzarse como se hace por ejemplo en las mezquitas, es posible que un visitante despistado se lo plantease antes de acceder a alguna de las cinco únicas sinagogas de todo el mundo cuyo suelo está permanentemente cubierto de arena.

 Sinagoga Zedek ve Shalom de Paramaribo, Surinam         

                                      

Sinagoga Shaare Shalom de Kingston, Jamaica

         

Curiosamente cuatro de ellas se encuentran en el Caribe, lo que tiene cierto sentido pues la arena utilizada es arena de playa y se supone que de eso hay mucho en la región, aunque en realidad ese no es el motivo principal. La quinta está en Amsterdam, Holanda.

Existen varias teorías para explicar esta singularidad, que sorprende por igual a judíos y gentiles. La primera afirma que la arena se emplea para recordar el éxodo de los israelitas por el desierto. En este sentido significaría que mientras no regresen a Jerusalén, los judíos caribeños todavía estarían cruzando el desierto.

La segunda tiene que ver con la Inquisición española y con los judíos de la Península Ibérica que, forzados a convertirse al cristianismo a partir del siglo XV, seguían profesando su fe en secreto, reuniéndose en lugares donde esparcían arcilla y arena sobre el suelo para evitar que el ruido de sus pisadas hiciera demasiado ruido levantando sospechas. Los descendientes de éstos, emigrados a América y asentados en el Caribe, habrían iniciado la costumbre de esparcir arena en el suelo de sus sinagogas como un recuerdo a sus antepasados. Esta parece ser la explicación más plausible.

 

Sinagoga Beracha Veshalom Vegmiluth                         Sinagoga Esnoga en Amsterdam, Holanda

             en las Islas Vírgenes de los EEUU  

No obstante, la Sinagoga Portuguesa Esnoga de Amsterdam, que es la única de las cinco que no se encuentra en el Caribe, proporciona otro argumento, de carácter más práctico: la arena se emplea para absorber la suciedad, la humedad y el polvo del calzado de los asistentes, así como para amortiguar el ruido de las pisadas.

En el caso caribeño es posible que la comunidad judía hispano-portuguesa olvidase hace mucho tiempo cual fue el origen de esa práctica, pero siguieron manteniéndola por tradición.

Las cuatro sinagogas caribeñas que todavía la mantienen son: la Sinagoga Shaare Shalom de Kingston en Jamaica, la Mikvé Israel-Emanuel (Snoa) de Willemstad en Curaçao, la Zedek ve Shalom de Paramaribo en Suriname, y la Beracha Veshalom Vegmiluth Hasidim de Santo Tomás en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos.

Ésta última, incluso, está considerada como la segunda sinagoga más antigua de todo el territorio estadounidense. Y la de la isla de Curaçao se considera la más antigua en uso ininterrumpido de todo el hemisferio occidental.

The Sand-Covered Floors Synagogues

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