Todos los años, el equipo estudiantil TU/ecomotive de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Holanda, produce un automóvil eléctrico. En este 2020 fue el turno de Luca, el vehículo que fabricaron los alumnos con una gran dosis de tecnología israelí
Luca está hecho de materiales que normalmente se tiran. El chasis está compuesto de lino, polipropileno y plásticos PET reciclados después de ser recolectados en el mar, y los asientos fueron fabricados con fibra de coco.
Las partes delantera y trasera del chasis están hechas de un marco de tubo de aluminio reciclado y, para el cuerpo de Luca, los estudiantes de la universidad holandesa recurrieron a la tecnología israelí: el material UBQ, desarrollado en una fábrica del Neguev a partir de basura doméstica.
En una reciente entrevista con Israel Económico, el CEO de UBQ Israel, Jack Bigio, explicó que la startup recolecta y tritura toneladas de basura, remueve los materiales abrasivos como minerales y metales, descompone todo en partículas minúsculas y produce unas «pelotitas» o pellets que se pueden usar para fabricar cualquier cosa que se pueda hacer con plásticos tradicionales, hormigón o madera.
Un compuesto patentado a nivel global, UBQ es el primer material biológico del mundo hecho de desechos orgánicos, de papel y de plástico sin clasificar, desde cáscaras de plátano hasta pañales usados, envases de yogur, cartón y papel.
«Luca apenas raspa la superficie de los posibles usos de este material», afirmó Christopher O’Brien de Ponte, uno de los gerentes de TU/ecomotive.
La universidad y el equipo, aseguró, «espera con ansias continuar usando UBQ en automóviles del futuro, expandiendo sus aplicaciones y continuar con su misión de demostrar que hay valor en los desechos».
El automóvil creado por los estudiantes de la universidad europea «está diseñado para ser altamente eficiente en energía», señalan desde TU/ecomotive.
Por ejemplo, los motores en las ruedas mitigan las pérdidas en el tren motriz y los dos motores eléctricos tienen una potencia combinada de 15 kW, alimentados por seis packs de baterías modulares.
Los packs son fácilmente remplazables, de modo que cuando haya nueva tecnología disponible en el futuro, se puedan sustituir sin problemas por baterías más modernas.
Aunque Luca se está convirtiendo en un vehículo muy popular (mientras espera poder salir al mercado), esta no es la primera vez que se utiliza UBQ en la fabricación de automóviles.
En efecto, a principios del 2020, UBQ Materials anunció su colaboración con Daimler para la implementación de su material en piezas de los vehículos y de la cadena de suministro de la compañía alemana.