La fusión más brillante detectada hasta ahora de dos estrellas de neutrones no solo es un fenómeno poco frecuente, sino que su resultado intriga a los científicos, pues en lugar de resolverse con un agujero negro, habría dado lugar a un raro magnetar.
Varios telescopios, entre ellos el espacial Hubble, detectaron este año un estallido de rayos gamma diez veces más brillante de lo previsto, el cual podía indicar el nacimiento de un magnetar, resultado la fusión de dos estrellas de neutrones, algo de lo nunca hasta ahora se había tenido evidencias.
Esta es la teoría formulada por un equipo de astrofísicos dirigido por la Universidad de Northwstern, tras analizar con longitudes de onda ópticas, de rayos X, infrarrojas cercanas y de radio el brillante estallido.
La fusión de las dos estrellas de neutrones dio como resultado la kilonova más brillante vista hasta el momento, cuya luz llego a la Tierra el pasado mayo como una ráfaga de rayos gamma.
Este tipo de fusiones son muy raras, pero extremadamente importantes porque los científicos piensan que son una de las principales fuentes de elementos pesados en el universo, como el oro y el uranio.
«Cuando dos estrellas de neutrones se fusionan, el resultado predicho más común es que formen una pesada estrella de neutrones que colapsa en un agujero negro en milisegundos o menos», explicó la directora del estudio Wen-fai Fong.
Pero para este estallido en particular, «es posible» que el objeto pesado haya sobrevivido y que se convirtiera en un magnetar, es decir, una estrella de neutrones que gira rápidamente y que tiene grandes campos magnéticos, que vierte energía en su entorno.
El fenómeno fue observado por varios telescopios, pero los datos llegados del Hubble hizo ver a los astrónomos que aquella no había sido un estallido corto normal de rayos gamma.
Fong y su equipo discutieron varias posibilidades para explicar el inusual brillo detectado por el Hubble y una de ellas es el surgimiento de un magnetar.
«Sabemos -dijo la experta- que los magnetar existen porque los vemos en nuestra galaxia» y se cree que la mayoría se forman en las muertes explosivas de estrellas masivas.
Sin embargo, «es posible» que una pequeña parte de ellos se cree en fusiones de estrellas de neutrones, aunque nunca antes se habían tenido evidencias, «lo que hace especial este descubrimiento».
Si el inesperado brillo vino de un magnetar, dentro de unos años el material eyectado de la explosión producirá luz que aparecerá en longitudes de onda de radio.
Las observaciones de radio de seguimiento pueden finalmente probar si se trata de un magnetar, lo que llevará a una explicación del origen de tales objetos.
EFE