El equipo de la Universidad de Tel Aviv utiliza “tijeras microscópicas” para localizar y eliminar las células cancerosas. En una entrevista para la Agencia AJN, el líder del equipo de investigación había adelantado que en mayo que de ser exitoso el procedimiento podría aplicarse para tratar cualquier enfermedad.
“No hay efectos secundarios, y creemos que una célula cancerosa tratada de esta manera nunca volverá a ser activa. Esta tecnología puede extender la esperanza de vida de los pacientes de cáncer y esperamos, algún día, curar la enfermedad”, aseguró. “Si podemos usar esta tecnología, entonces dentro de tres tratamientos podemos destruir un tumor. Esta tecnología puede cortar físicamente el ADN de las células cancerosas, y esas células no sobrevivirán”, explicó a The Times of Israel.
En el mes de mayo, Peer mantuvo una entrevista con la Agencia AJN y había adelantado la expectativa de lograr el procedimiento en animales. “Probablemente pronto obtengamos resultados que vamos a poder aplicar en cáncer y en otras enfermedades, como los tumores cerebrales. Estamos trabajando muy fuerte en eso, los muertos de cáncer son muchos más que los muertos por coronavirus”, había dicho, en diálogo con esta agencia.
“Hay un denominador común en las investigaciones: usar información molecular y del ARN, y aplicamos nanotecnología para modificar la reacción de la patología en el cuerpo”, explicó Peer a AJN.
Peer llamó al procedimiento “una quimioterapia más elegante” y dijo que sueña con que reemplace ese tratamiento, que puede tener un efecto drástico en los pacientes con cáncer porque se administra en todo el cuerpo. La investigación utiliza la tecnología de edición de genoma que actualmente se utiliza sólo para enfermedades raras y sólo en las células que se eliminan del cuerpo. Ha sido adaptada para editar – o “eliminar” – las células cancerosas.
El artículo de la revista Science Advances informó sobre las pruebas realizadas con esta técnica en cientos de ratones, y Peer dijo que se podría utilizar en humanos dentro de dos años. Los investigadores descubrieron que los ratones con cáncer que recibieron el tratamiento tenían el doble de la esperanza de vida del grupo de control, y su tasa de supervivencia era un 30 por ciento más alta.
Peer dijo que, adaptado a los humanos, el tratamiento será altamente personalizado, adaptado a cada paciente en base a una biopsia, y administrado como una inyección general o una inyección directa al tumor, dependiendo de lo que sea más adecuado. “La tecnología necesita ser desarrollada más, pero lo principal es que hemos demostrado que esto puede matar las células cancerígenas”, dijo.
Para el estudio, Peer y su equipo eligieron dos de los cánceres más mortíferos: el glioblastoma y el cáncer de ovario metastásico. El glioblastoma es el tipo de cáncer cerebral más agresivo, con una esperanza de vida de 15 meses después del diagnóstico y una tasa de supervivencia a cinco años de sólo el 3%. Planean desarrollar el tratamiento para todos los tipos de cáncer.
Dijo que la inyección consiste en tres componentes: una nanopartícula construida a partir de lípidos, ARN mensajero que “codifica” la “función de tijera diminuta” para cortar el ADN, y un sistema de navegación que “reconoce” las células cancerosas.
“Cuando hablamos por primera vez de tratamientos con ARN mensajero hace doce años, la gente pensó que era ciencia ficción”, dijo Peer. “Creo que en un futuro próximo, veremos muchos tratamientos personalizados basados en mensajeros genéticos, para el cáncer y varias enfermedades genéticas”.
AJN