EL RABINO Y EL SACERDOTE
Un sacerdote tuvo que salir a una emergencia. Debido que no quería dejar desatendido el confesionario, le llamó a su amigo rabino desde el otro lado de la calle y le pidió que lo reemplazara.
El rabino le dijo que no sabría qué decirle a las personas en el confesionario.
El sacerdote le dijo que se quedaría un rato con él y le mostraría cómo se hacía el trabajo.
Ambos se encuentran en el confesionario, cuando después de unos minutos una mujer entra y le dice:
– “Padre, perdóname porque he pecado”
El sacerdote le pregunta: “¿Qué hiciste?”
La mujer dice: “He cometido adulterio”
Sacerdote: “¿Cuántas veces?”
Mujer: “Tres veces ”
Sacerdote: “Reza dos Ave María, deja 5 dólares en el cuadro y no peques más”
Unos minutos más tarde, un hombre entra en el confesionario y dice:
“Padre, perdóname porque he pecado”
Sacerdote: “¿Qué hiciste?”
Hombre: “He cometido adulterio”
Sacerdote: “¿Cuántas veces?”
Hombre: “Tres veces”
Sacerdote: “Reza dos Ave María, deja 5 dólares en el cuadro y no peques más”.
El rabino le dice al sacerdote que ha entendido que hacer, de manera que el sacerdote se va. Unos minutos más tarde, otra mujer entra y dice:
“Padre, perdóname porque he pecado
”Rabino: “¿Qué hiciste?”
Mujer: “He cometido adulterio”
Rabino: “¿Cuántas veces?”
Mujer: “Una vez”.
Rabino: “Puedes cometerlo dos veces más. Tenemos una oferta especial esta semana. Tres por cinco dólares”.
FALLECIMIENTO
Un judío va al periódico a poner un anuncio de la muerte de su esposa, y dice:
—Quisiera un anuncio de defunción.
—¿Qué va a decir el anuncio?
—» Murió Raquel».
—Señor —dice el empleado del periódico—, la tarifa es igual para dos o para ocho palabras…
—¡Vale lo mismo? entonces ponga. «Murió Raquel vendo ropa barata de mujer»