Detalle de los restos óseos del cuerpo de Sattjeni A y el cuenco para fumigaciones que se halló junto a ellos.
Investigadores de las universidades de Jaén y de Granada han publicado un estudio sobre lo que parece ser un tratamiento ginecológico aplicado a una momia femenina descubierta en Qubbet el-Hawa, en Asuán, que fue descrito en antiguos papiros.
A Sattjeni A la encontraron cubierta con un cartonaje, una mortaja de yeso en la que se representaban sus rasgos idealizados. Además, tenía un collar de cornalina alrededor de su cuello. «Todo nos indica que disfrutó de unas condiciones de vida bastante relajadas en una época en la que la clase dirigente estaba formada por muy pocas personas», afirma Jiménez». «Las momias tenían ajuares (por lo general, collares de diferentes tipos), estaban recubiertas o no de máscaras faciales de cartonaje y se guardaron dentro de dos sarcófagos rectangulares superpuestos, por lo general muy alterados por la acción de las termitas y con inscripciones jeroglíficas», explica sobre las momias descubiertas en esta cámara el antropólogo forense Miguel Botella, de la Universidad de Granada, que participa en este proyecto junto con la institución jienense.
Fumigaciones vaginales
Sattjeni A perteneció a la élite de la antigua ciudad de Elefantina, y entre sus piernas se descubrió un recipiente de cerámica que contenía restos carbonizados. «Nos llamó la atención porque era el primer caso que veíamos. Y llevábamos una década excavando allí… Nos imaginamos que era el resultado de algún ritual del cual no estábamos seguros a qué podría corresponder», comenta Jiménez. El estudio de la momia ha sido llevado a cabo por un grupo de antropólogos de la Universidad de Granada y los análisis realizados confirmaron que la mujer sufrió una lesión traumática en la pelvis, tal vez fruto de una caída, que tuvo que producirle dolores insoportables. Posiblemente para tratar el dolor, la mujer fue sometida a un tratamiento con fumigaciones vaginales, tal como se explica en algunos papiros médicos contemporáneos, con el objetivo de solucionar problemas ginecológicos.
«Varios papiros que se escribieron en la época en la que esta mujer murió describen tratamientos paliativos en los que se utilizaban fumigaciones para tratar diferentes problemas ginecológicos. Lo más interesante del descubrimiento no es sólo la documentación de un tratamiento ginecológico paliativo, algo que de por sí es único en la arqueología egipcia, sino que este tipo de tratamientos con fumigaciones se describieron en papiros médicos contemporáneos y, hasta ahora, no había pruebas de que se llevaran a cabo», señala Alejandro Jiménez.
El enterramiento de las élites
No sabemos si esta era una práctica exclusiva de las élites o si también se hizo popular entre las clases bajas, aunque todo parece indicar lo primero. «Podemos estar casi seguros de que este tipo de tratamientos los recibía la clase alta. Aunque claro, lo mismo mañana descubrimos otro enterramiento de clase más popular y… Es difícil poder confirmar si este tipo de tratamientos, que no son caros, o que por lo menos no incluyen sustancias muy raras, eran accesibles el resto de la población. Lo que sabemos es que el conocimiento de los tratamientos estaba en manos de lo que podríamos denominar médicos. Y estoy seguro de que no trabajaban con las clases bajas», concluye el egiptólogo.
Este proyecto de investigación está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y las fundaciones Gaselec y Palarq, el Grupo Calderón y la Asociación Española de Egiptología. Los resultados de este estudio se han publicado en la prestigiosa revista de egiptología Zeitschrift fur Agyptische Sprache und Alterumskunde.
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