UNA HISTORIA DE AMOR ÚNICA




El matrimonio entre una sobreviviente judía del Holocausto y el soldado que la rescató. Ambos celebraron 73 años de casados tras enamorarse en mitad de uno de los escenarios más terribles de la historia de la humanidad: Auschwitz.

Se puede encontrar el amor en todas partes. A veces, esa chispa nace en mitad de la oscuridad, cuando ni la esperanza es capaz de mostrar la luz. 
Edith Steiner y John Mackay se conocieron hace más de 70 años, pero su historia no tiene que ver con ninguna que jamás hayas leído, visto o escuchado. 
En 1944, Edith Steiner, una joven judía nacida en Hungría, tenía 20 años y se encontraba prisionera, como miles de judíos en Auschwitz, el campo de concentración nazi más terrorífico de la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando una división escocesa irrumpió en el diabólico escenario e inició una labor de rescate.
John Mackay formaba parte de la brigada de salvamento. Pero, ¿quién era John Mackay? Un soldado aguerrido experto en misiones peligrosas, como las que vivió en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. 
Edith fue la única sobreviviente de su familia junto a su madre, 39 de sus familiares fueron ejecutados por los nazis durante esta oscura época de horror. Edith volvió a nacer.
Poco después del rescate, en el baile por la liberación de los prisioneros, John le echó el ojo a Edith y quiso bailar con ella, por lo que mandó a un amigo como «celestina».
Sin embargo, Edith, que no había perdido ni un ápice de orgullo a pesar del terrible enclaustramiento, dijo que solo accedería a bailar con John si él mismo se lo pedía.
¡Y así fue!. El 17 de julio de 1946 fue el día en el que ambos unieron sus vidas para siempre como marido y mujer.
Pasaron sus días en Escocia al frente del «Hotel Atholl Arms » y tuvieron a sus dos hijos, Sharon y Peter.

Al final de su vida laboral, se retiraron al pueblo de Dundee, también en Escocia. 

En febrero, dos años atrás, se cumplieron 73 años desde que celebraron su matrimonio. La noticia llenó los medios de difusión, como no podía ser de otra manera.
Edith murió poco tiempo después, con 92 largos años de edad a sus espaldas repletos de felicidad.
Su vida, sin duda, ha sido una aventura.
Comunidad Judía Masorti Bet-El Madrid.

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