El asesinato del principal científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh y el asesinato del principal comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), Muslim Shahdan, sugieren un aumento de las tensiones en Oriente Medio. Esto podría significar el riesgo de un conflicto o guerra regional, y no debe excluirse la posibilidad de enfrentamientos totales entre Israel, EE.UU. e Irán.
Dado el inminente fin de la presidencia de Donald Trump, la tensión entre Israel e Irán se hace evidente. Para Israel, el presidente electo Biden podría cambiar la perspectiva geopolítica que Israel favorece. Por un lado, Biden tiene lazos y conexiones canalizadas con los palestinos y los grupos de izquierda israelíes, los cuales piden que Israel suspenda la construcción de asentamientos judíos israelíes en Judea y Samaria y el este de Jerusalem. Para los grupos sociales y los partidos políticos de derecha dominantes en Israel, especialmente el Partido Likud, dirigido por el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, las actitudes moderadas de Biden hacia los palestinos podrían no ser buenas noticias.
Por otra parte, Biden promete negociar y hablar directamente con Irán para buscar un nuevo “acuerdo nuclear”. La comunicación directa y la suspensión de las sanciones de Washington contra el Irán, desde la perspectiva de Israel, podrían fortalecer la capacidad militar y estratégica del Irán para imponer más amenazas contra Israel, y debilitar considerablemente la capacidad nacional del Irán y limitar la presión de Teherán contra Israel. Una vez que Biden alivie las sanciones contra Teherán y devuelva a Irán a la comunidad internacional, Israel podría enfrentarse a circunstancias regionales más hostiles y negativas.
Para el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, el tiempo que transcurra antes de que Biden asuma el cargo podría ser su valiosa oportunidad de cambiar la naturaleza de la geopolítica regional del Oriente Medio. Netanyahu es conocido como el “Sr. Seguridad”, y se etiqueta a sí mismo como el único líder israelí capaz de contener la influencia regional de Irán y cortar el apoyo de Irán a las amenazas vecinas de Israel, Hezbollah en el Líbano, Hashd al-Sha’abi en Irak y Hamas en Gaza.
Las actitudes racionales y comedidas de Irán provienen de la interpretación de Teherán de la posible transformación de la política de Washington hacia Irán bajo el tiempo de Biden el próximo año. Irán cree que Biden podría suavizar las hostilidades de Washington hacia Teherán y llevar a cabo negociaciones y contactos con funcionarios iraníes para facilitar un acuerdo aceptado tanto por Washington como por Teherán, como lo que ocurrió en 2015. Para muchos analistas iraníes, el tiempo estará de su lado, mientras que la paciencia debería ser muy necesaria en este momento tan intenso y delicado.
Sin embargo, ser siempre racional y comedido no es fácil. Los asesinatos de altos funcionarios iraníes, especialmente las pérdidas de comandantes y soldados del IRGC, podrían no ser aceptados por los partidarios de la línea dura iraní. Si Israel y los Estados Unidos siguen lanzando ataques contra el IRGC, la ira y el descontento de los grupos militares iraníes y otros bloques de línea dura tomarían medidas para contrarrestar los ataques y aumentarían aún más los riesgos de enfrentamientos totales entre Israel y el Irán.
Aunque la confrontación total entre Israel e Irán podría no ser probable, es posible, especialmente dada la llegada del final de la era Trump.