Los Acuerdos de Abraham tienen el potencial de convertir a Israel en la puerta de entrada económica al Medio Oriente desde Europa.
En tiempos normales, los cambios geopolíticos en el Oriente Medio, específicamente los eventos como el acuerdo de paz con los Emiratos Árabes Unidos y la declaración de paz con Bahréin (los “Acuerdos de Abraham”), habrían generado una corriente interminable de titulares de noticias debido a su efecto trascendental en el Oriente Medio y el orden mundial.
Israel y los Emiratos Árabes Unidos tienen mucho en común, sin duda en términos económicos: un producto nacional bruto similar de unos 400.000 millones de dólares (antes de la pandemia de Covid-19); poblaciones de tamaño similar, de unos 9 millones de personas; el clima del Oriente Medio; el deseo de innovación tecnológica y el ansia de emprender. Todas las proyecciones prevén la colaboración en una amplia variedad de campos.
Sin embargo, mientras que los Emiratos acumularon sus riquezas a partir de los recursos naturales, Israel lo hizo a partir de los recursos humanos. Israel es conocido por sus tecnologías avanzadas, que tienen una gran demanda en todo el mundo, y ciertamente en el rico mundo árabe. El clima desértico generará bastantes colaboraciones en materia de tecnología agrícola, tecnología del agua, y existe una gama de posibilidades de colaboración comercial en materia de agricultura y alimentación.
Las tecnologías de irrigación por goteo de Israel riegan campos de todo el mundo, incluso en Irán. La tecnología de desalinización de agua, los aviones teledirigidos para la cartografía de los campos y los robots para la cosecha de cultivos de baja altura son sólo algunos de los productos que tendrán una gran demanda en el enorme mercado de los Estados del Golfo.
La industria turística israelí también se beneficiará de los Acuerdos de Abraham. Se prevé que cientos de miles de turistas visitarán Israel. Israel abunda en lugares sagrados para el Islam; no sólo Jerusalem, sino también Nazaret, Acre, Haifa y otras ciudades se beneficiarán. El Islam religioso, al igual que el judaísmo, tiene restricciones dietéticas, pero el “Turismo Halal”, como se le llama, no encontrará muchas dificultades en Israel, porque la población musulmana de Israel opera restaurantes halal y sitios adecuados para esta población.
Los impulsos económicos en todo Israel
Este impulso económico llegará a casi todo el país, incluso a la periferia. El aeropuerto Ramón en el sur de Israel está a menos de tres horas por aire de Abu Dhabi, y servirá como respaldo a nuestra puerta principal, el aeropuerto Ben Gurión, para aquellos vacacionistas interesados en un corto vuelo para visitar Eilat y el Mar Muerto.
La infraestructura ferroviaria y de carreteras en el norte de Israel ha seguido desarrollándose. El acuerdo de paz y el consiguiente transporte comercial, a través de la vía férrea del Valle de Jezreel, convertirán al antiguo Puerto de Haifa y a la nueva terminal de contenedores del Puerto de la Bahía de Haifa (actualmente en construcción), en la puerta económica del Oriente Medio. El proyecto de desarrollo del ferrocarril del Valle de Jezreel se supone que conectará el ferrocarril de 60 kilómetros -con Haifa en el lado occidental y Beit She’an en su lado oriental- con el sistema ferroviario jordano en el este, y con el puerto de Haifa en el oeste.
La guerra civil y la peligrosa situación de seguridad han hecho muy difícil para Jordania exportar e importar hacia y desde Europa a través de los puertos sirios y libaneses. En los últimos años ha aumentado el número de mercancías jordanas que salen de la ciudad de Irbid, en el norte, y cruzan el río Jordán, hacia Haifa y Ashdod.
El acuerdo de paz hará que los Emiratos Árabes Unidos, que ahora también pueden beneficiarse de la nueva Ruta de la Seda en el Oriente Medio, ejerzan presión para acelerar este proyecto, e incluso para financiarlo en cooperación con la Unión Europea. La UE ya ha expresado su interés en el proyecto y ha confirmado su viabilidad económica.
Cambios en el mapa de oleoductos
El acuerdo de paz también cambia el mapa de la infraestructura de oleoductos y gasoductos en el Oriente Medio, y el mercado del petróleo en particular. La geografía y la geopolítica se combinan para crear el potencial de Israel como un importante centro para el petróleo de los Estados del Golfo en ruta hacia Europa y Asia.
La forma en que se maneja hoy en día el transporte de combustible causa muchos dolores de cabeza a los países árabes, en particular a los Emiratos Árabes Unidos, que están situados en la parte meridional del Estrecho de Ormuz. La parte norte del Estrecho está en Irán. Los petroleros que navegan por el Estrecho están expuestos a los ataques iraníes, a los piratas que vienen principalmente de Somalia y el Yemen hacia la entrada del Mar Rojo, y además tienen problemas en la entrada del Canal de Suez. Debido a que las aguas del canal son poco profundas y los petroleros no pueden navegar por ellas, las empresas se ven obligadas a transferir las mercancías a petroleros más pequeños. Así, el coste final del paso por el canal puede alcanzar cientos de miles de dólares por petrolero.
Israel puede ser una alternativa al combustible transportado por el Canal de Suez, a través de la Europe Asia Pipeline Company Ltd. y su legendario oleoducto de puerto a puerto Eilat a Ashkelon, que transportará petróleo directamente desde los Estados del Golfo y Arabia Saudita, a través de Israel a Europa y Asia.
Gracias a la ubicación estratégica de Israel como enlace entre el Mar Rojo y el Mediterráneo -el verdadero puente terrestre entre los países árabes y Occidente- es posible tender un oleoducto que conectaría con un punto final en Yanbu, Arabia Saudita. Después de eso habría dos opciones: otro oleoducto que conectaría con la terminal del CAEA en Eilat, o el transporte de combustible en buques cisterna a Eilat.
Todos estos países tienen un interés común en ahorrar costes y reducir el riesgo para los Estados del Golfo, mientras que el Estado de Israel podría beneficiarse de unos ingresos estimados en cientos de millones y convertirse en el centro de distribución del petróleo árabe.
A largo plazo, la composición de la cartera de inversiones debería tener en cuenta los efectos de estos cambios históricos ya que, después del Covid-19, los acuerdos de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos tendrán un impacto significativo en la economía.
Las empresas que han sufrido los daños más importantes a causa del Covid-19 son también las que más pueden beneficiarse de los acuerdos de paz, después del Coronavirus. Es probable que las industrias de la aviación, el transporte, la construcción y la infraestructura, el turismo, etc., se beneficien sustancialmente, y las empresas de esos sectores deberían formar parte de su cartera de inversiones de cara a 2021.
Lior Vax / Noticias de Israel