Bajo el nombre de Unión Alemana de Gremios, el nazismo tuvo una intensa actividad en la Argentina durante los años ’30. Bajo el paraguas de los gobiernos de José F. Uriburu y Agustín P. Justo, desarrollaron sus actividades sin problemas. Hasta protagonizaron un masivo acto en el Luna Park, en abril de 1938. Esta mutual nazi tenía su cabecera en la calle Alsina 1250 CABA. Por su parte el partido nazi tuvo dos sedes porteñas: Moreno al 900, y 25 de Mayo 145, a menos de dos cuadras de la Casa Rosada.
Al llegar en el año 1938 al poder, el presidente Roberto Ortiz avaló la creación de la «Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina». Un instrumento de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional para frenar el avance del nazismo en nuestro País.
La comisión estaba presidida por el socialista Enrique Dickman. Ttiene entre sus logros la confección del listado de nombres y empresas afiliadas, poco después del allanamiento, en 1941, a la sede del Frente Alemán del Trabajo, el gremio que los representaba. Un listado que se creía perdido luego del golpe de estado del 4 de junio de 1943 que cerró al Congreso Nacional.
En esa comisión también se dejó establecido que todos los afiliados tenían fondos en una cuenta única del banco suizo Switzerische Kreditanstalt (hoy “Credit Suisse”). A su vez conectada con la cuenta 2 del Bank der Deutsche Arbeitsfront de Berlin, controlado por los nazis. »
El material de esta obra es la base de la iniciativa del Centro Simon Wiesenthal para conocer el destino de los fondos que enviaba esta organización nazi a la Suiza neutral. Incluye el pedido oficial al “Credit Suisse” por parte del Centro Simon Wiesenthal. Que fue motivado por este libro, para que se abra toda posible cuenta dormida relacionada al expolio nazi sufrido por los judíos.
En el listado de afiliados y sus cuentas bancarias figuran nombres de empresas alemanas que, por entonces, colaboraban con el régimen de Hitler. Destacan IG Farben (el proveedor de gas Zyklon-B, utilizado para exterminar judíos y otras víctimas del nazismo), y organismos financieros como el Banco Alemán Transatlántico y el Banco Germánico de América del Sur.
Una obra única por incluir por primera en un solo volumen en la historia de este siglo, el listado completo de los afiliados a las organizaciones nazis Unión Alemana de Gremios y partido nacionalsocialista.
Incluye el destino final helvético de capitales aportados por organizaciones y empresas en Argentina a la Alemania de Adolfo Hitler. Pero además este ensayo es una herramienta para reclamar la apertura de todas las cuentas del expolio nazi al Pueblo Judío. Son aquellas que pudieran estar hoy día en el resto del sistema bancario europeo. Un libro para ejercer la memoria activa en la “SHOA”, el holocausto de los 6.000.000 de judíos asesinados por los nazis en la segunda guerra mundial.
Pedro Filipuzzi / Infobae