Los objetos hechos por el hombre pronto alcanzarán la masa de toda la vida en el planeta, según un estudio de los científicos del Instituto Weizmann.
Esto significa que el peso total de la “masa antropogénica” producida por el hombre desde los edificios y carreteras hasta los objetos cotidianos y los residuos es ahora igual al de los árboles, animales y toda la vida viviente, creando lo que los científicos de Weizmann llaman una “jungla de hormigón”.
Para poner esto en contexto, hace poco más de cien años, a principios del siglo XX, la masa antropogénica era aproximadamente igual a sólo el 3% de la masa biológica total.
Entonces, ¿cómo llegamos a este punto?
Según el estudio, publicado hoy en Nature y realizado en el grupo del Prof. Ron Milo del Departamento de Ciencias Vegetales y Medioambientales por Emily Elhacham y Liad Ben Uri, el fenómeno comenzó después de la Segunda Guerra Mundial, alrededor de los años 50, cuando los materiales comenzaron a estar más ampliamente disponibles.
La construcción de casas lujosas, negocios, ampliaciones de carreteras, y objetos simples de uso diario como plásticos y vidrio comenzaron a crecer con la mayor disponibilidad de materiales.
Este efecto se une al fenómeno de la pérdida global de vidas vivas con el creciente efecto de la presencia humana en el mundo.
Recientemente, la masa antropogénica total se ha estado duplicando cada 20 años. Curiosamente, “en promedio, por cada persona en el globo, se produce cada semana una masa antropogénica igual a más de su peso corporal”, afirma el estudio.
Utilizando esta matemática, se predice que la jungla de hormigón alcanzará más del doble de la masa de los seres vivos para el año 2040, y para ese momento se estima que pesará más de dos teratones (dos millones de millones).
“Este estudio demuestra hasta qué punto nuestra huella global se ha expandido más allá de nuestro ‘tamaño de zapato’. Esperamos que una vez que todos tengamos estas cifras algo impactantes ante nuestros ojos, podamos, como especie, comportarnos de forma más responsable”, dijo Milo.
El fenómeno se explica claramente con gráficos interactivos en un sitio web disenado por Milo y Elhacham que se asociaron con el diseñador gráfico Itai Raveh.
Un ejemplo muestra que la Torre Eiffel, construida por el hombre, pesa aproximadamente tanto como los restantes 10.000 rinocerontes blancos del mundo.
Noticias de Israel