La sinagoga principal de Florencia, o el denominado Templo Mayor Israelita, se encuentra situado en el centro histórico de Florencia, en la Vía Farini. Su cúpula de cobre de color verde es una nota llamativa del paisaje urbano florentino.
La comunidad judía de Florencia es realmente antigua, y tal vez se remonte a tiempos de los romanos. Sin embargo, no se conocen lugares de culto antiguos hasta el establecimiento del gueto en Florencia en 1571.
En el siglo XVI había en Florencia dos sinagogas, una de rito italiano y otra bajo la costumbre española. Se sabe que hubo además una tercera sinagoga situada en la Vía Ramaglianti que le fue concedida a una familia de comerciantes que vivían fuera del gueto cerca de la residencia del Palazzo Pitti de Florencia.
Las dos sinagogas públicas de Florencia se cerraron en 1848 con la desaparición del mismo gueto, demolido a finales del siglo XIX. El mobiliario de culto fue utilizado en dos oratorios pequeños dedicados a los ritos judíos italiano y ashkenazi. Cerrados éstos finalmente, el equipamiento se llevó a las sinagogas israelíes de Jad Haghiborim en Ramat Gan y Jeshivah Kerem ser-Javne, donde están hoy.
De esos lugares de culto judío hoy sólo queda una placa conmemorativa en la pared en el exterior de uno de los lugares. El conjunto fue destruido en la Segunda Guerra Mundial cuando estayó una mina alemana colocada en los accesos al Ponte Vecchio de Florencia.
La construcción de la Sinagoga de Florencia actual se debe al proyecto de David Levi, presidente de la Universidad Hebrea, quien en 1868 propuso levantar un edificio digno para el culto judío. Se procedió a la compra de una parcela en la zona de Mattonaia y de la Piazza d’Azeglio.
El edificio es del arquitecto Marco Treves, que fue asistido por los también arquitectos Mariano Falcini, Vincenzo Micheli y el ingeniero Eugenio Cioni. La primera piedra se colocó en 1874 y el edificio fue inaugurado en 1882.
La sinagoga tiene su estructura compuesta en travertino (blanco) y piedra rosa. Su estilo es morisco. La cúpula central se eleva sobre un tambor y está confeccionada con placas de cobre cuyo óxido, como es sabido, es de color verde.
La de Florencia es una de las sinagogas llamadas ‘de la emancipación’, por estar vinculada al periodo histórico laico tras la excomunión del Reino de Italia por el Papa Pío IX (1870). Un momento histórico en el que se intentó fomentar la participación en la vida italiana de otras minorías religiosas condenadas desde antiguo al ostracismo.
Las sinagogas de ese periodo se diseñan como edificios independientes y dejan de estar situados en conjuntos residenciales y ocultos a la vista pública, como sucedió en tiempo de los guetos.
La Sinagoga de Florencia posee un jardín de plantas exóticas en su exterior cerrado por una valla de fundición de gran valor artístico, obra del sienés Pasquale Franci. Ese jardín es un lugar de reunión para una comunidad escolar.
Los nombres de 248 judíos que vivían en Florencia y que fueron asesinados por los nazis se enumeran en una gran placa en el jardín del templo, donde también hay una lápida más pequeña en memoria de los judíos florentinos que cayeron en la Primera Guerra Mundial. Una placa similar también se exhibe en la Estación de Santa María Novella, junto a la vía desde la que partió el tren de prisioneros judíos se dirigieron a los campos de concentración
El interior de la sinagoga surge como bañado por una luz dorada que llega a través de los vitrales. Decoradas las paredes con arabescos de color azul y rojo, los vitrales reproducen escenas religiosas.
En el presbiterio se puede ver un arca cubierto de mosaicos que está enmarcada por un dosel, que, a su vez, corona unas tablas de la ley judaicas, un motivo que también se puede ver en la fachada del templo. En las puertas del arca santa se pueden ver aún las rayaduras de las bayonetas de los exaltados grupos fascistas que intentaron derribarlo en los últimos años veinte.
Durante la ocupación nazi, la Sinagoga de Florencia fue utilizada como garaje para vehículos. Milagrosamente, el templo no fue destruido en la retirada alemana al final de la Segunda Guerra Mundial.
Al final de la nave de la derecha hay una puerta que conduce a un oratorio del rabino ashkenazi, llamado así por Samuel Zvi Margulies, en su centro hay dos arcas. También hay una estrella en mármol negro y amarillo perteneciente a la antigua hermandad del gueto Mattir Assurim.