Esta semana leemos una historia que casi todos hemos escuchado alguna vez. Inclusive, la he visto satirizar en Los Simpsons (temporada 10, episodio 18) y hasta diría que es una de las más famosas por la cual aprendí el concepto de justicia “Salomónica”.
Esta es la famosa historia en donde dos mujeres se presentan frente el Rey Salomón. Ambas acusan ser la madre del mismo bebé. A lo que el Rey propone dividir al bebé por la mitad y que ambas partes se lleven lo que les corresponde. En ese momento, una de las dos mujeres reacciona pidiendo que, por favor, no le hagan nada al niño, que si es necesario lo tenga la otra mujer, pero que no lo lastime.
Según el Rey Salomón, ahí se devela el misterio: “Dadle a ella el niño, el que vive, mas matar no lo matéis ¡Ella es su madre! (I Reyes 3:27)”.
Supongo que, a cada uno de nosotros, esta particular historia nos produce diferentes ideas, pensamientos y reflexiones. A mí me genera sensaciones sobre un tema en particular: que cuando algo o alguien realmente nos importa, hacemos lo que sea por cuidarlo o conservarlo.
El ego queda atrás en pos de algo más grande. Reaccionamos, nos movemos, algo nos atraviesa. No somos indiferentes frente a lo que valoramos.
Wally Liebhaber