El doctor israelí detrás de la vacuna de Moderna

El doctor Tal Zaks es el director médico del laboratorio estadounidense Moderna, que desarrolló una de las principales vacunas contra el coronavirus, la cual,  además de la que produjo Pfizer, ya se está aplicando en Estados Unidos.

Tras  servir como médico en las Fuerzas de Defensa de Israel, cuando comenzaba este siglo, terminó su doctorado en inmunología tumoral en la Universidad Ben Gurion, en el Negev, en el sur del país. Ahora es uno los hombres clave en la lucha contra el COVID-19.

Luego  se dirigió a  Estados Unidos a estudiar en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, para realizar una especialización en oncología. Tras pasar por varios laboratorios, llegó a Moderna en el 2015 para,  según comentan  quienes siguen su carrera,  desarrollar un “nuevo tipo de medicina”.

Zaks, de 54 años, llegó a Moderna con el perfil exacto para este tipo de investigaciones, ya que su carrera se desarrolló en laboratorios dedicados a la producción de nuevas vacunas, pues Moderna se  especializa en vacunas basadas en el sistema del ARN (ácido ribonucleico) «mensajero», que se conocen como vacunas ARNm; a diferencia de las vacunas habituales que activan  el sistema inmunitario mediante la inyección de un  germen atenuado o inactivado en el organismo.

Además de por su  vocación científica, el investigador israelí confesó  que su trabajo está basado también en intereses «personales».

A mediados del año pasado, en uno de los puntos más altos de la  pandemia Zaks no pudo visitar a su madre en Israel para compartir las festividades de Pésaj, que en el 2020 se celebraron  entre el 8 y el 15 de abril.

Quiero que ella se vacune y que el resto nos vacunemos para que la vida pueda volver a la normalidad”, dijo en una entrevista  el doctor Zaks, quien declaró asumir esa “responsabilidad de manera profunda y personal”.

Hijo de un ex presidente de la Sociedad Israelí de Matemáticas, Zaks contó que su fascinación por la medicina comenzó en sus años en el ejército.

Además de Zaks en Moderna, también la vacuna de Pfizer tiene una “conexión judía”: el CEO del gigante norteamericano es Albert Bourla, nacido en Grecia de padres sobrevivientes del Holocausto, mientras que el científico jefe es Mikael Dolsten, un investigador sueco judío.

Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.

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