Este año, las celebraciones de la fiesta de Purim serán diferentes a los años anteriores. Música en las calles, desfiles de disfraces y cenas multitudinarias, serán cambiados por las ya conocidas restricciones de la cuarentena en tiempos de Coronavirus.
A pesar de que la mitad de la población israelí ya cuenta con la primera dosis de la vacuna y un tercio con la segunda, las autoridades decidieron que esta fiesta se celebrará en casa, con la familia nuclear.
No se puede salir a más de 1 kilómetro del lugar de residencia, no se pueden juntar más de 5 personas en un lugar cerrado y más de 10 en un lugar abierto y por supuesto quedan prohibidas las fiestas masivas a partir de hoy jueves a las 19:00 hasta el domingo a las 5:00 am.
“Si quieremos ser libres en Pesaj, debemos encerrarnos en Purim”. Esas fueron las palabras del Primer Ministro Benjamin Natanyahu para pedirle a la población un último esfuerzo para que los contagios no tengan otra subida abrupta y se pueda por fin declarar a Israel como “totalmente vacunado” para fines de marzo como lo prometió el mandatario al comenzar la campaña de vacunación en diciembre.
Purim es una fiesta alegre, donde se ven niños y adultos disfrazados por la calle, repartiendo golosinas, mucha música, juegos y con la lectura de la meguila en las sinagogas. Pero las restricciones nos recuerdan que la pandemia aún no termina y que, a pesar de ser un ejemplo para el resto del mundo con la exitosa campaña de vacunación, todavía hay que quedarse en casa por unos días.
Siempre hay competencias sobre la originalidad de los disfraces, y este año no es la excepción. Padres dejaron volar su imaginación y convertir la pandemia en algo positivo, dónde los más chiquitos son los que más disfrutan con sus atuendos.
Sivan Gobrin desde Israel
permitida la reproducción por Radio Jai citando la fuente.