Rashi

Rabi Shlomó ben Itzjak, nació en el año 1040 en Troyes, Francia, en el seno de una familia judía observante es más conocido por sus iniciales como Rashi, Se lo considera el más ilustre y popular de los comentaristas de la Torá (Pentateuco) y el Talmud y de los más grandes eruditos y legisladores en materia de Halajá (Ley judía) así como un experto en lengua hebrea. En su ciudad natal, que era un centro comercial, gubernamental y religioso de importancia habitaban alrededor de 100 familias judías que se dedicaban a la agricultura y la vitivinicultura y mantenían estrechos vínculos con sus vecinos. Este ambiente posibilitó que Rashi recibiera influencia de la sociedad y civilización francesas.

Su influencia fue decisiva en la continuidad de la cultura hebrea durante el siglo XI, una época sumamente crítica en la historia del judaísmo debido a las disyuntivas que planteaban las corrientes de pensamiento vigentes. Contrajo matrimonio muy joven y viajó a Worms y Maguncia, donde permaneció ocho años en importantes centros de enseñanza judía en Alemania. Su aprendizaje del francés y el alemán enriqueció su conocimiento de las fuentes religiosas en hebreo y arameo, gracias a su acceso a documentos escritos en esos idiomas. A los 25 años regresó a Troyes en donde comenzó su carrera como maestro y escritor. Poco después organizó su propia escuela en la que cientos de estudiantes recibieron los beneficios de su vasta erudición y de su particular método interpretativo.

Él sigue siendo el principal exponente del Talmud, el libro central del legado intelectual del judaísmo. Los comentarios de Rashi han adquirido tal importancia que resulta imposible separarlos del texto. Nadie estudia la Torá sin estudiar los comentarios de Rashi. Por lo tanto, se ha convertido en el padre de todos los comentaristas. En palabas de Nahmánides, “Él (Rashi) tiene el derecho de los primogénitos”. (En relación a Deuteronomio 21:17)

Otra prueba del éxito de Rashi es que sus comentarios sobre la Torá fueron el primer libro hebreo impreso, en 1475, y de ahí en más, casi todas las biblias hebreas se han impreso con sus comentarios.

Y si el mérito de un trabajo es proporcional a la actividad que evoca y a la bibliografía a la cual da origen, pocos textos pueden superar aquellos de Rashi. Solamente en relación a los comentarios a la Torá de Rashi existen otros 300 libros publicados sobre “comentarios extras”, que reevalúan sus palabras y sus comentarios en relación al Talmud y han alentado incluso más análisis y debates.

Veamos el contexto en que desarrolló su obra

Mientras que en Babilonia y otros países orientales las comunidades judías se encontraban en un continuo proceso creativo, en Europa trataban de ajustarse a las nuevas culturas locales y, para integrarse a la cultura occidental, abandonaron el uso del arameo, idioma en el que se escribían las fuentes tradicionales. Existía el riesgo de que las enseñanzas de la Torá fuesen relegadas al pasado por no coincidir con las nuevas condiciones de vida y que las discusiones y disertaciones legales del Talmud se perdieran, ya que los judíos carecerían de los conocimientos y de las habilidades para comprenderlas.

A través de sus comentarios -que demuestran un amplio conocimiento de las fuentes judías y una visión pragmática- Rashi logró la proeza de interpretar con un estilo lúcido y vivaz la Torá y el Talmud en términos comprensibles para los judíos franco-alemanes del siglo XI además de introducirse en el mundo halájico y compartirlo con sus contemporáneos. Su labor literaria logró vincular a estas comunidades con la larga cadena de la tradición hebraica.

La característica de la vida y la enseñanza de Rashi fue la simplicidad. No poseía una educación secular formal, no escribió ningún libro filosófico trascendente y sus escritos no estaban llenos de controversia. Su objetivo era esclarecer los textos de la Torá, con un acercamiento menos académico, para que las personas pudieran estudiarlos adecuadamente. No poseía un estilo propio ni dio origen a una nueva corriente de pensamiento, pero representó al judaísmo de la forma más simple y profunda.

Para simplificar sus comentarios Rashi explicó el significado literal de las palabras con términos sencillos y aclaró el contenido del versículo al que se refería. El uso del idioma vernáculo fue otra de sus características. Cuando dudaba si un término en hebreo o arameo sería comprendido lo traducía al francés o utilizaba dibujos e ilustraciones gráficas. Cuando no tenía la certeza del significado de un texto citaba a alguna autoridad rabínica.

Gran parte de sus comentarios están basados en fuentes rabínicas. Por su importancia se le llegó a conocer como Parshandata que literalmente significa “intérprete de la ley o comentarista por excelencia”.

Si el mérito de un trabajo es proporcional a la actividad que evoca y a la bibliografía a la cual da origen, pocos textos pueden superar aquellos de Rashi. Solamente en relación a los comentarios a la Torá de Rashi existen otros 300 libros publicados sobre “comentarios extras”, que reevalúan sus palabras y sus comentarios en relación al Talmud y han alentado incluso más análisis y debates.

Sus últimos años de vida se vieron afectados por las masacres cometidas contra familiares y amigos en la primera Cruzada (1095-96). Durante este período transfirió su Bet Hamidrash -casa de estudio- a Worms, en donde murió el 13 d3 julio de 1105.

 

Dr. Mario Burman

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