El director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, firmó hoy miércoles una directiva que ordena a las escuelas de todo el país que permitan que las vacunas se realicen en sus instalaciones durante los días escolares, aparentemente poniendo fin a una prolongada pelea con el ministro de educación sobre el asunto.
La directiva instruye a los jefes de las instituciones a permitir que los equipos del Ministerio de Salud ingresen durante el horario escolar y administren vacunas al personal dispuesto y a los estudiantes mayores de 12 años que tengan el permiso por escrito de sus padres para vacunarse.
Como resultado de la directiva, los estudiantes de Haredim, que ya han comenzado su año escolar, comenzarán a recibir vacunas el jueves. Se espera que el gabinete del coronavirus se reúna el domingo para tomar decisiones sobre la apertura del año escolar.
El martes, el primer ministro Naftali Bennett se negó a comprometerse a abrir escuelas en todo el país el 1 de septiembre como estaba programado, y los casos de COVID-19 continúan aumentando.
“Tomaremos esa decisión en la próxima semana, de acuerdo con la situación con la pandemia”, dijo Bennett a un reportero de Channel 13 cuando se le preguntó sobre el inicio programado de las escuelas.
El ministro de Educación, Yifat Shasha-Bitón, se ha enfrentado con otros funcionarios del gobierno por la administración de la vacuna en las escuelas. Ella insiste en que las vacunas no se administren durante el horario escolar, una posición que obstaculizaría un programa de vacunación eficaz en el sistema educativo. Israel ha realizado regularmente otras campañas de vacunación en las escuelas.
El ministro ha generado controversia al calificar previamente la idea de vacunar a los estudiantes en las escuelas como un “crimen”.
El martes, el diario Haaretz informó que el fiscal general Avichai Mandelblit estaba preparando una posición legal que respaldaría el derecho del ministro de salud de eludir al ministro de educación en el asunto.
Los funcionarios del Ministerio de Justicia opinan que Shasha-Bitón no está autorizado para evitar que los estudiantes reciban las vacunas durante el horario escolar si sus padres están de acuerdo, según el informe.
A pesar de su división sobre las vacunas, el ministro de Salud Nitzan Horowitz y Shasha-Biton acordaron el lunes un plan en virtud del cual los estudiantes que asisten a escuelas en las llamadas “ciudades rojas”, aquellas con los peores brotes de virus en la escala codificada por colores del Ministerio de Salud, cambiará al aprendizaje remoto si menos del 70 por ciento de los estudiantes en una clase han sido vacunados, recuperados de COVID o han pasado una prueba serológica positiva para anticuerpos. Mandelblit también apoya el plan, que se aplicaría a los grados 8 en adelante.
Sin embargo, el Ministerio de Justicia le dijo el lunes al gobierno que no se puede implementar otro elemento clave de su plan para permitir la reapertura de las escuelas el 1 de septiembre, informó Haaretz.
El marco para el funcionamiento de las escuelas durante la pandemia prevé que solo se permita la entrada a los estudiantes vacunados o recuperados o aquellos que presenten una prueba de virus negativa. Sin embargo, los funcionarios del Ministerio de Justicia descubrieron que existen dificultades legales para negar a los niños una educación solo porque sus padres se niegan a que se vacunen o se hagan una prueba de virus.
El informe señaló que durante un brote de sarampión en 2019, Mandelblit aprobó medidas que incluían negar la entrada a las escuelas a los alumnos que no estaban vacunados y proporcionar a las escuelas información sobre los estudiantes que no estaban vacunados. Como resultado, cientos de estudiantes se quedaron fuera de las escuelas, según el informe.
El último desarrollo siguió a los informes de una disputa en el gabinete por la negativa de Shasha-Biton a permitir la vacunación de los estudiantes de secundaria durante el horario escolar.
Según informes de los medios hebreos, durante una reunión de gabinete sobre Zoom, Bennett pareció sentirse frustrado por la negativa de Shasha-Biton de usar el horario escolar para administrar la vacuna COVID, a pesar de que la mayoría de las otras campañas de vacunación se llevan a cabo en las escuelas durante las horas de clase.
“No eres de la ONU”, dijo, según se informa, en la llamada de Zoom, usando una expresión hebrea que significa que uno no debe ser neutral sobre el tema que se está discutiendo. Según algunos relatos, golpeó su escritorio mientras hablaba. “Las pruebas serológicas son buenas, pero no son las que nos van a salvar. Lo que nos salvará son sólo las vacunas, y exijo que se meta debajo de la camilla ”, otra expresión hebrea que significa hacer su parte por el equipo.
“Es impensable que no entiendas que es tu responsabilidad tanto como la del Ministerio de Salud”, se dijo que Bennett había reprendido a Shasha-Bitón y otros funcionarios de educación en la llamada.
Según los informes, el ministro de Salud, Horowitz, se unió a para criticar al ministro de educación. “Las ‘soluciones creativas’ están muy bien, pero solo las vacunas garantizarán la apertura del año escolar”, dijo.
Según los informes, Shasha-Bitón estuvo de acuerdo en que las escuelas podrían usar sus recursos para alentar a los estudiantes a vacunarse, pero dijo que temía que permitir la vacunación durante el horario escolar pondría a las escuelas en medio de una decisión que calificó como divisiva.
En un comunicado a los medios, la oficina de Bennett negó que el tono fuera de enojo, pero no negó la esencia del debate informado. “No todos los intercambios que ocurren en las discusiones [del gabinete] son una confrontación”, dijo la declaración de Bennett. “El primer ministro y el ministro de educación están trabajando en cooperación para abrir el año escolar de manera segura, mientras se protege la salud de los niños de Israel”.
Unos 7.800 israelíes dieron positivo por COVID ayer martes. Actualmente hay 961 israelíes hospitalizados con COVID, 578 en estado grave y 104 con ventiladores.
Actualmente, el 27,9 por ciento de los jóvenes de 12 a 15 años están completamente vacunados, mientras que entre los de 16 a 19 años, el 68,6% ha recibido ambas dosis de la vacuna, según cifras del Ministerio de Salud.