Somos unas 45 familias, muchas de las cuales son mixtas. Tenemos una muy buena relación con las otras comunidades religiosas de la provincia. Siempre nos convocan y participamos, además de conocernos personalmente, ser vecinos y colaborar en todo lo posible.
Tenemos un cementerio, que en este momento está siendo mejorado.
Para temas litúrgicos o religiosos nos apoyamos en la Kehilá de Tucumán.
Acá no se experimenta el antisemitismo. Hace muchos años hubo algunas expresiones menores, pero es algo que en la práctica no existe. Incluso el comisario estuvo en Israel y ahora usa una estrella de David; ese es el nivel de inclusión que tenemos.