Nuestra Kehilá se empezó a organizar en 1994. Desde ese momento empezamos con las actividades, pero la falta de un espacio propio hacía un poco difícil la continuidad.
En 2013 construimos una sede. Eso nos permite tenes escuelas y organizar talleres de todo tipo.
Tenemos muy buena relación con otras Kehilot, y con la sociedad de Rafaela en general.
También tenemos una Torá, lo que nos permite realizar, además de todas las actividades culturales, ceremonias religiosas.
Somos, probablemente, la comunidad judía más nueva del país.