La persecución de la judería de Medio Oriente ´ha sido negada por un largo período´, de acuerdo con los historiadores que defienden una memoria judía ‘más inclusiva’.
Alrededor de la Plaza Tahrir de El Cairo, las casas confiscadas a las familias judías albergan las embajadas extranjeras más importantes de Egipto. Hasta el día de hoy, los embajadores de Alemania, Suiza y Estados Unidos trabajan o viven en las casas expropiadas a los judíos después de 1948, mientras otras casas que antes eran propiedad de judíos se convirtieron en la Gran Biblioteca de El Cairo y oficinas gubernamentales.
La expulsión de 850,000 judíos, en su mayoría mizrahi (Medio Oriente) y sefaradís, de los países árabes y musulmanes tuvo lugar antes, durante y después del Holocausto. A medida que los líderes árabes nacionalistas se alineaban con la Alemania nazi en nombre del petróleo y la expulsión de los británicos, las comunidades judías fueron blanco de pauperización, expulsión y asesinato.
A pesar de la centralidad de la región para la historia judía, las narrativas de los judíos de Medio Oriente han sido consideradas por mucho tiempo como ¨complementarias¨ en la memoria judía colectiva, así como en la del resto del mundo. Una de varias razones para la marginación de sus relatos es que los judíos mizrahi desarrollaron diferentes maneras de contar sus historias, según al historiador y periodista Edwin Black.
«Las comunidades sefaradí y mizrahi siempre han sido insulares», le dijo Black a The Times of Israel. «Al mismo tiempo, en la mayoría de las principales organizaciones judías nuestra memoria colectiva es una memoria colectiva ashkenazí».
En el 2014, Black trabajó con funcionarios judíos israelíes y de la Diáspora para implementar una observancia anual el 30 de noviembre, conmemorando la expulsión de los judíos de la región. La recordación es llamada Yom HaGirush, o Día de la Expulsión, y la conciencia de la conmemoración se está extendiendo lentamente.
¨Adopto un enfoque mas inclusivo cuando se trata de analizar lo que le sucedió al pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial y después¨, dijo Black, quien escribió el libro ¨El Farhud: Raíces de la Alianza árabe-nazi en el Holocausto¨. Agregó Black, ¨La guerra de Hitler contra los judíos fue global¨.
Los judíos eran una presencia duradera en Medio Oriente y África del Norte antes del advenimiento del islam y las conquistas árabes, pero hoy en día menos de 4,000 judíos viven en la región. Esto contrasta con la Europa posguerra, donde 1.4 millones de judíos residen actualmente. Hasta aquí el proverbio marroquí, ¨Un mercado sin judíos es como pan sin sal¨.
Según todos los informes, la infiltración de los líderes y las políticas nazis en Medio Oriente fue un punto de inflexión en la historia de los judíos de la región. Comenzando con el notable pogromo Farhud de Irak el 1-2 de junio de 1941, los judíos en Irak y en otros lugares enfrentaron una persecución intensificada similar a lo que tuvo lugar en la Alemania nazi anterior al Holocausto cuando líderes como el primer ministro iraquí, Rashid Ali al-Gaylani buscó imitar las tácticas de Hitler.
El pogromo ´Farhud´ en Bagdad, Irak, 1941.
Durante el Farhud de dos días en Bagdad y otros centros de población judía en Irak, las casas judías fueron marcadas para que las turbas las destruyeran. En el proceso, 180 judíos fueron registrados como asesinados. Similar a la Kristallnacht en Alemania y las tierras ocupadas por los nazis, las tiendas y edificios religiosos fueron saqueados e incendiados.
La palabra ¨Farhud¨ significa ¨despojo violento¨ en árabe, el nombre profético dado al pogromo por los ciudadanos iraquíes. Aproximadamente 135,000 judíos vivían en Irak en 1941, pero casi toda la comunidad se trasladó a Israel en la década después del pogromo.
Judíos en Túnez, Túnez, detenidos para realizar trabajos forzados, 1942.
«El Farhud fue un punto de inflexión porque fue el primer paso en el despojo en esta comunidad judía», dijo Black.
«Arrancados brutalmente de sus hogares y tierras nativas»
El Holocausto llegó directamente a Túnez, Argelia y Marruecos, así como al Líbano y Siria, a través del régimen Vichy de Francia. En los documentos alemanes y franceses, esas tierras eran consideradas parte de Europa para el propósito del genocidio.
Por ejemplo, después de que los nazis invadieron Túnez, unos 5,000 hombres judíos fueron enviados a campos de trabajo forzado, 160 judíos tunecinos fueron deportados a los campos de la muerte. A pesar del alcance del genocidio en Túnez, el país fue el hogar de la comunidad judía más grande de la región fuera de Israel hasta los años 1970.
Después de la derrota de la Alemania nazi en 1945, la persecución de los judíos de Medio Oriente no se ralentizó de ninguna manera. Por el contrario, los gobiernos árabes y musulmanes aceleraron la persecución de sus antiguas comunidades judías, confiscando bienes y aprobando medidas restrictivas. En Yemen, 82 judíos fueron asesinados y el antiguo barrio judío de Aden fue quemado hasta los cimientos en 1947.
Judíos yemenitas cerca de Arden en su camino a Israel.
«Éste es el desarraigo de cientos de miles de judíos mizrahis, arrancados brutalmente de sus hogares y tierras nativas¨, escribió el historiador Nathan Weinstock en el prefacio de su libro, «Una Presencia Muy Larga: Cómo el Mundo Árabe Perdió a Sus Judíos», originalmente publicado en francés.
«Sin embargo, esta [expulsión] sigue siendo desconocida y ha sido negada por un largo período», escribió Weinstock.
En las Naciones Unidas en 1947, los líderes árabes advirtieron lo que enfrentarían los judíos de sus países si se declaraba un estado judío en Palestina.
«La solución propuesta podría poner en peligro a un millón de judíos que viven en países musulmanes», dijo Heykal Pasha de la delegación de Egipto. El representante dijo que la creación de un estado judío llevaría a un antisemitismo en los países árabes «aun más difícil de desarraigar que el antisemitismo que los Aliados estaban tratando de erradicar en Alemania».
´Los judíos en grave peligro en todas las tierras árabes´
En la víspera de la votación para el plan de partición de la ONU, el ministro de relaciones exteriores iraquí, Fadil Jamali, advirtió que «las masas en el mundo árabe no se pueden refrenar. La relación árabe-judía en los países árabes se deteriorará en gran medida».
Judíos haciendo cola en una sinagoga esperando para renunciar a su ciudadanía iraquí a fin de emigrar a Israel, Bagdad, Irak, marzo de 1950.
A lo largo de 1948, los líderes árabes y musulmanes se emularon abiertamente unos a otros -así como a la derrotada Alemania nazi -en su persecución de las comunidades judías.
Según un titular en la primera página de The New York Times en mayo de 1948, ¨Los judíos están en grave peligro en todas las tierras árabes. Novecientos mil en África y Asia enfrentan la ira de sus enemigos¨.
Después del establecimiento de Israel, las cuentas bancarias de los judíos iraquíes fueron congeladas, para que ¨las ambiciones sionistas en Palestina¨ no pudieran ser financiadas, mientras que los judíos sospechosos de actividades sionistas eran puestos en prisión. En Egipto, cientos de familias judías fueron ¨desvanecidas y desposeídas¨, y terroristas asesinaron a 70 judíos en una serie de bombardeos en El Cairo.
Las medidas y decretos específicos antijudíos variaron según el país, como fue el caso en Europa durante el Holocausto. Pero los documentos prueban que la campaña fue coordinada por la Liga Árabe, que proveyó útiles plantillas para que los estados miembros aprobaran nuevas medidas antijudías.
Escuela judía incendiada durante un pogromo en Aden, Yemen, después de la votación del plan de partición de la ONU, en 1947.
En 1948, la Comisión de Palestina de la ONU informó la Consejo de Seguridad sobre ¨poderosos intereses árabes, tanto dentro como fuera de Palestina, [que] están desafiando la resolución de la Asamblea General y están involucrados en un esfuerzo deliberado para alterar por la fuerza el acuerdo previsto en ella¨.
La cantidad de tierra confiscada a los judíos forzados a huir de los países árabes y musulmanes ascendió a 40,000 millas cuadradas, o cinco veces el tamaño de Israel en 1948. Estimados recientes valoran las confiscaciones panárabes en $250 millones, mientras una ley israelí aprobada en el 2010 dice que cualquier acuerdo de paz israelí-palestino debe incluir la compensación por estos bienes.
«Dejados en las sombras»
Aunque el proceso de liquidación de las comunidades judías de la región tomó tres décadas, las predicciones hechas por Fadil Jamali y Heykal Pasha en 1947 probaron ser acertadas. A través de una combinación de persecución, pauperización, y violencia periódica de turbas, más del 99% de los judíos de la región huyeron en la década de 1970.
Después de la Guerra de Independencia de Israel, la ONU estableció un comité -llamado UNRWA -para ¨apoyar la ayuda y el desarrollo humano de los refugiados palestinos¨. Mientras que más de 200 resoluciones han sido aprobadas respecto a los refugiados palestinos, la ONU todavía no ha reconocido a los judíos de Medio Oriente que huyeron o fueron expulsados de sus hogares.
Inmigrantes yemenitas en un campo cerca de Ein Shemer, en 1950.
A principios de este año, en Jerusalem, una estatua de los judíos yemenitas en su camino a Israel fue develada para conmemorar la «Salida y Expulsión» de «más de 850,000 judíos [que] fueron obligados a abandonar las tierras árabes e Irán», según la inscripción en el pequeño monumento. Según el periodista israelí, Ben-Dror Yemini, la expulsión de los judíos de Medio Oriente fue «una Nakba judía», o catástrofe, similar a cómo los palestinos describen la Guerra de Independencia de Israel.
«Durante esos mismos años [la década de 1940], hubo una larga lista de matanzas, de pogromos, o confiscación de propiedades y deportaciones contra los judíos en los países islámicos», escribió Yemini, quien nació en Tel Aviv de padres judíos yemenitas.
«La guerra contra el incipiente estado judío terminó en una rotunda derrota», escribió Yemini. «Pero entre aquellos que pagaron el precio estuvieron los cientos de miles de judíos en los países árabes. Tome nota, no todos fueron expulsados; pero aquellos que no lo fueron sabían, también, que su tiempo se había acabado».
En contraste con la ausencia virtual de judíos en el mundo árabe y musulmán de hoy, los 160,000 árabes que permanecieron en Palestina después de 1948, se convirtieron en la comunidad actual de 1,900,000 ciudadanos árabes israelíes del estado judío.
Estatua de los judíos yemenitas para conmemorar los ´más de 850,000 judíos que fueron expulsados de tierras árabes e Irán´, erigido en el paseo Haas de Jerusalem, en el 2021.
Fuente: The Times of Israel