Parasha y Haftara Vaerá con comentarios del Rabino Jonathan Sacks Z”L
Y me aparecí
Libro Shemot / Éxodo (6:2 a 9:35)
Resumen de la Parasha
En esta parashá el Eterno se le presenta a Moshé afirmándole que con Su mano fuerte el Faraón dejará ir al Pueblo de Israel y los expulsará de la tierra de Egipto. También le recordó Su Pacto con Abraham, Itzjak y Yaacob, que daría la tierra de Canaán a los Hijos de Israel. Y el pueblo no quiso oír las palabras de Moshé por impaciencia y por sentirse quebrantados por la servidumbre. Moshé temió, ya que si sus hermanos no lo oían ¿cómo lo iba a escuchar el Faraón, aún más por su problema de dicción? Una vez más, el Todopoderoso le dijo a Moshé, que quien hablaría por él sería su hermano Aharón y no obstante el corazón del Faraón sería endurecido por Él y sobre el pueblo egipcio caerían severos castigos.
Moshé tenía ochenta años de edad y Aharón ochenta y tres. El Eterno dijo a Moshé que cuando el Faraón le dijera que hiciera milagros, Aharón debía tomar la vara de Moshé y la arrojaría ante el Faraón y se convertiría en culebra. Así ocurrió y también los magos egipcios hicieron lo mismo, pero el bastón de Aharón se tragó a los bastones de los egipcios. Igualmente, a pesar de este milagro, el corazón de Paró se endureció.
Comenzaron a producirse plagas sobre Egipto. Moshé advirtió al Faraón de lo que iba a ocurrir. La primera fue cuando Aharón, según lo instruido por Moshé, agitó su bastón sobre el río Nilo, sobre canales, lagunas y reservorios, y todas las aguas se convirtieron en sangre. Los peces murieron y hubo un olor hediondo. Todo esto obligó a los egipcios implorar a los judíos que les dieran agua, ya que éstos no sufrieron los efectos de la plaga. El Faraón no cambió su tiesa actitud. Posteriormente Aharón extendió su mano sobre el Nilo y aparecieron ranas que envolvieron la tierra. El Faraón suplicó a Moshé que contuviera los efectos de la plaga y que luego permitiría salir al pueblo. Moshé oró al Eterno para detener la plaga, pero el Faraón no cumplió con su promesa.
Aharón apaleó con su bastón sobre el polvo de la tierra, y éste se convirtió en piojos que envolvían a hombres y animales. Esta plaga, los magos egipcios no pudieron repetirla, admitiendo así la superioridad del Todopoderoso. Pero el corazón del Faraón seguía endurecido.
Moshé señaló que animales salvajes asediarían las casa egipcias, no así las de Goshen donde vivían los judíos. Nuevamente Paró prometió dejar salir al pueblo por tres días para que ofrecieran sacrificios al Eterno, pero cuando se detuvo la plaga, su corazón volvió a endurecer.
Nuevamente Moshé advirtió al Faraón sobre una nueva plaga que afectaría a los animales. Esta mató al ganado de los egipcios, no así al de los hebreos. El Faraón comprobó lo ocurrido, pero no cambió su postura.
El Eterno ordenó a Moshé y a Aharón tomar en sus puños cenizas y arrojarlas hacia el cielo, en presencia del Faraón, las que se transformaron en pústulas sarnosas, atacando a hombres y animales. Los magos también fueron afectados por esta plaga, y, aún así, el Faraón no accedió a los pedidos de Moshé.
Se le advirtió a Paró sobre una nueva plaga que destruiría cosechas y mataría el ganado que aún sobrevivía. Consistió en una terrible tormenta con fuerte granizo de fuego y hielo, que también mató a hombres, pero la tierra de Goshen no se vio afectada. Paró mantuvo duro su corazón y no permitió salir al pueblo de Israel.
Rabino Jonathan Sacks Z”L comentario de la Parasha
En Vaerá, la historia del éxodo comienza realmente, con una serie de intervenciones divinas sin precedentes en la historia. Una y otra vez las plagas azotan a los egipcios. Moshé le pide reiteradamente al Faraón que libere a su pueblo. Reiteradamente, el Faraón se niega. Se está desarrollando un inmenso drama. Todo el poder del Egipto imperial es impotente contra el Dios de la creación y la redención.
Ezequiel 28:25, 26 29:1:21
Las Haftarot, que son porciones del Tanaj que leemos después de la lectura de la Parashá en Shabat o en Jaguim, son extractos de profecías escritas por los mismos profetas, y ese texto elegido por nuestros sabios esta siempre relacionado o vinculado con la Parashá de la semana.
Esta semana la parashá es Vaera, y el tema de esta porción es principalmente las SIETE PLAGAS, o SIETE GOLPES que caen sobre Egipto.
En esta oportunidad quien protagoniza la Haftará, es el Profeta Ezequiel quien en su profecía habla acerca de la fuerza de Ds que caerá sobre Egipto. Otra vez, como en la época de Moisés, la tierra de Egipto, el Poderoso imperio Egipcio y sus habitantes, sufrirán las consecuencias.
Ezequiel vive y profetiza en (Babilonia) y les habla a las tribu de Judá que vive en Babilonia, alentándolos que el exilio no durara por siempre y les habla de una profecía que Ds irá contra Egipto.
Ezequiel y Jeremías, ambos profetas son contemporáneos, viviendo Jeremías en Jerusalem, y Ezequiel en Babilonia.
Problemas políticos del momento cuando el Rey de Jerusalem no sabe si someterse a Babilonia o aliarse a Egipto contra los Babilonios.
Los asesores del Rey de Jerusalem opinaban que había que unirse a Egipto.
Conflicto político entre Egipto y Babilonia y los judíos en el medio.
Los judíos pensando con quien se aliaran. ¿Babel o Egipto? Cuando todo esta dicho que Israel no debe aliarse con nadie. Debe construir su propia estructura sin aliados. Porque tiene UN UNICO ALIADO.
Y estas son las palabras que escucha Ezequiel… que el DEBE HABLARLE AL FARAON…
«10..….estoy contra ti y contra tus ríos, y convertiré la tierra de Egipto en ruinas, en un desierto desolado…11. No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella, ni será habitada por cuarenta años. 12 Y haré que la tierra de Egipto sea una desolación en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán desoladas por cuarenta años, y esparciré a Egipto entre las naciones, y lo dispersaré por las tierras. 13 Pero Adonay YHWH dice así: Al fin de los cuarenta años recogeré a Egipto de entre los pueblos en los cuales fueron dispersados, 14 y haré tornar el cautiverio de Egipto y los haré volver a la tierra de Patros, tierra de su origen, y allí serán un reino modesto. 15 Será más modesto que otros reinos, y nunca más se alzará sobre las naciones, porque Yo los disminuiré para que no vuelvan a tener dominio sobre las naciones 16. Y la casa de Israel no depositará más la confianza en ellos, ni recaerá en el pecado de haber ido tras ellos»
Cuando las palabras de Ezequiel fueron pronunciadas, Egipto era una Gran Potencia.
¿Qué pasó? ¿Y ahora?
¿Cualquier semejanza con la actualidad… es pura coincidencia?
Ya hemos escuchado de alarmas.
Ya hemos escuchado de avisos.
Pero, ¿qué pasa que las cosas se repiten?
¿Por qué vuelve el mensaje?
¿Por que hay que repetirlo?
¿Será que no escuchamos? ¿Será que no aprendemos?
Será.
Es una buena manera de darnos cuenta que realmente no lo hemos aprendido.
Porque si se repite, si vuelve, es que no lo tenemos afianzado. No lo hemos hecho propio.
Reparemos en aquellas cosas que vuelven una y otra vez sobre nosotros.
Reparemos en aquellas situaciones que se nos presentan reiteradamente.
Prestemosle atención a aquellas mensajes que reaparecen…
Porque si ese es el caso, entonces no hemos escuchado.
Porque si esa es la situación no hemos aprendido, porque si el mensaje se presenta es porque entonces debemos repensarlo.
Cuando este aprendido, cuando ya sea parte de nosotros mismos, entonces no volverá a ser un desafío…
Y estas fueron las palabras que escuchó Ezequiel… que además DEBIÓ HABLARLE A EGIPTO SIN ESTAR EN EGIPTO!
Escuchamos con algo que no son los oídos, y sabemos de una sabiduría que no se estudia en la escuela. No hagamos oídos sordos, ni vivamos distraídos.
Escuchemos las alarmas, para que no suenen hasta ensordecernos.