La búsqueda Internacional de lo amoral

El 6 de mayo del año que termina, Hamas comenzó a lanzar cohetes contra civiles israelíes que desarrollaban su vida diaria y después de una primera andanada (que por sí sola y si no hubiera habido más, constituyó un crimen de guerra) Hamas lanzó en las siguientes semanas 4.300 cohetes, siempre contra blancos civiles. Israel se defendió y en unas semanas, se firmó una suerte de tregua, una palabra complicada cuando uno de los firmantes es un movimiento terrorista cuya firma no tiene ningún valor. Hamas reconoció además que había atacado, se sintió muy orgulloso de ello e incluso celebró esta guerra como si hubiese logrado un triunfo en su objetivo constitutivo de hacer desaparecer a Israel de la faz de la Tierra.

En ese momento hubo democracias que son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y otras democracias europeas, que creyeron que el escenario había sido claro, y que se debía buscar un límite a la expansión de Irán proveyendo armas y logística a terroristas como Hamas. Sin embargo, con fulgurante rapidez, se reunió el Consejo de DDHH y logró aprobar una resolución para hacer “una investigación sobre presuntas violaciones de derechos humanos israelíes a ambos lados de la Línea Verde, o sea, en Israel, Cisjordania y Gaza”. Los redactores de la resolución ni se preocuparon de que en Gaza gobierna Hamas e Israel se fue en 2005 y menos les importó tener en cuenta que la Autoridad Palestina gobierna sus propios territorios. Menos todavía les preocupó que en las semanas previas (la resolución es del 27 de mayo) Hamas había agredido a Israel. Hamas ni siquiera está mencionado en esa resolución.

En el Consejo de 47 miembros, ¿cómo se votó? O sea, ¿qué Estados decidieron asociarse a Hamas en el ataque a Israel? El resultado fue pírrico. 24 a favor, 9 en contra y 14 abstenciones. A pesar de que ya hemos opinado sobre qué pensamos de las abstenciones en reiteración real, lo final es que hubo 24 a favor y 23 que no. De esos 24 que pretenden demonizar a Israel como política, sólo 3 democracias: Armenia, Argentina y México. Cuba, Venezuela, Libia, Sudán, Namibia, Somalia, China, entre otros, decidieron apoyar a Hamas. Democracias como Austria, Alemania, Rep. Checa, Gran Bretaña y Uruguay votaron en contra. Otras democracias, como Dinamarca, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Brasil, se abstuvieron. Preguntarse en ese entonces sobre los motivos de Argentina y México para juntarse con Cuba o Libia era una pérdida de tiempo. Hoy no es diferente.

Casi siete meses después, el Comité votado entonces, y al que le dieron tiempo hasta junio de 2022 para inventar un informe que todos saben qué contenido va a tener, se encontró que no le habían dado presupuesto para hacer tan digna tarea. Así que el 23 de diciembre el asunto se trasladó a la Asamblea General de Naciones Unidas, a la que se le encomendó la aprobación de un presupuesto para esa investigación. Y con el empuje de China y de una parte del denominado Grupo de los 77 lograron 125 votos a favor para seguir la farsa. No habrá investigación, simplemente otra vez una agencia de la ONU derrapará, eso sí, esta vez, con dinero.

El grupo de los 77 fue creado en junio de 1964 y se formó con la idea de unir en bloque a países en vías de desarrollo para ayudarse y apoyarse mutuamente. Lo iniciaron 77 países y hoy lo integran 134.Allí están hoy América Latina, África, algo de Asia, algo de Medio Oriente. Allí están hoy dictaduras bárbaras como Irán o Corea del Norte. Allí están países nada subdesarrollados como China. Y allí están Brasil, Colombia, Ecuador,Haití, Honduras y Uruguay que no acompañaron esta nueva decisión internacional de señalización antisemita.

Israel ha sido claro: no hay antecedente alguno de crear una suerte de comisión investigadora contra un Estado miembro de la ONU en forma permanente con financiación dándole un marco de tribunal simulado. Por otra parte, Hamas siente que con estas acciones de la ONU tiene campo abierto para continuar con el terrorismo sin tener oposición. Un mensaje absurdo de la ONU para todos los movimientos terroristas que operan en varios continentes.

Un día después de la resolución de la ONU, Jerusalem Post, Times of Israel, y Enlace Judío (traducción al castellano) publicaron que una cuenta de twitter administrada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) amenazó con volar la ciudad de Dimona en el desierto del Neguev, así como Jerusalén, Tel Aviv y Haifa. “Entonces, ese día, nosotros [Dios] te daremos el golpe más feroz. Seguramente impondremos un castigo”, escribió el IRGC en árabe, citando una cita del Corán, agregando el hashtag “Dimona”.

Sheina Vojoudi, una disidente iraní que huyó de la República Islámica debido a la represión y que sigue de cerca la actividad en las redes sociales del régimen iraní, dijo a The Jerusalem Post que “El término persa Sepah-e Pasdaran tiene un gran valor y tiene su raíz en el antiguo persa, pero el IRGC lo arruinó. ¿Por qué tiene el IRGC que publicar sus declaraciones principalmente en árabe mientras el idioma oficial de Irán es el persa y la mayoría de la gente en Irán lo habla y todos entienden persa? Porque están hablando con sus representantes como Hezbolá, Hamas, Houthis,y las otras entidades bajo sus órdenes, no con el pueblo iraní.La prioridad del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica es la destrucción completa de Israel y seguir la ideología de Jomeini en lugar de defender a su propio pueblo”.

Antes, a finales de noviembre, el portavoz de las fuerzas armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi, instó a la eliminación total del estado judío durante una entrevista con un medio de comunicación controlado por el régimen iraní. “No retrocederemos ante la aniquilación de Israel, ni siquiera un milímetro. Queremos destruir el sionismo en el mundo”.

Si Rusia declarara durante más de una década, por medios públicos y en la propia ONU que quiere destruir, por ejemplo, a Ucrania, ¿habría cero reacciones en el Consejo de Seguridad? ¿Algún Estado podría expresarse así sobre otro? La respuesta es obvia. Entonces, ¿por qué Irán tiene derecho a ser impune y con ese marco cualquier dictadura apoyada por democracias que no vale la pena ni mencionar y menos calificar, pueden amenazar la existencia de Israel y además atacarla? Porque cuando Hamas ataca, ataca Irán. Cuando Hezbola ataca, ataca Irán. Cuando Yihad Islámica ataca, ataca Irán. La respuesta a tamaña impunidad que se reitera una y otra vez es, a nuestro entender, el doble discurso generalizado. Muchas declaraciones y apoyos contra el antisemitismo, y está bien. Pero, las vergonzosas comisiones, las amenazas, los ataques reales, las 14 agraviantes resoluciones anuales, ¿qué son? Antisemitismo y doble discurso. Así termina 2021 y así comienza 2022 en estos ámbitos mundiales. Doble discurso, amenazas sin observaciones y silencio ante los continuos ataques terroristas contra ciudadanos israelíes. ¿Cómo sigue todo esto? No callarse nunca y responder siempre.

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