Alberto Spektorowski, politólogo y profesor de la universidad de Tel Aviv, comentó a los oyentes de Radio Jai sobre la débil situación del gobierno israelí que lo posiciona al borde de su caída.
Explicó que del total de 120 parlamentarios que integran la Knesset, “la oposición en estos momentos tiene 54 votos, y el gobierno tiene 60. Esos seis que no se cuentan están en la oposición, pero no necesariamente van a votar con la oposición para voltear al gobierno”.
Estos últimos pertenecen a la lista Árabe Conjunta, un “partido árabe identitario, antisionista”, distinto de Ra’am, el partido árabe islamista que integra la coalición de gobierno. “La diferencia entre un partido y otro, es que Ra’am se juega ampliamente por una sola cosa que son los presupuestos para la gente del partido”, priorizando aquello sobre las disputas del conflicto árabe-israelí. Aquello tiene una excepción: “Cuando se toca el asunto de las mezquitas y del Monte del Templo, ahí explota. Hasta con el árabe más moderado, cuando se le toca el Monte del Templo, hay explosión”.
Aquella posición de Ra’am dentro de la estrecha coalición de gobierno, en la que cada uno de los parlamentarios tienen en la práctica poder de veto, le otorga un poder extraordinario al partido que cuenta con tan solo 4 escaños. “Todo el gobierno en este momento está dependiendo de lo que diga el comité religioso del partido Ra’am, que tenía que decidir si el partido apoyaba al gobierno ante un voto de censura, o ante un voto de adelantar las elecciones o no”.
Por ello, “el gobierno tiene muy poca seguridad de continuación”. Aquello es sabido por las dos principales figuras del gobierno de coalición, el primer ministro Naftali Bennett, y el primer ministro alterno y ministro de defensa, Yair Lapid, quienes entienden que: “Manejar esta situación por el plazo de un año, dos años es muchísimo […] tarde o temprano esto va a caer”. Esto les otorga intereses opuestos, dado a que a pesar de que ambos públicamente buscan la prolongación del gobierno y el mantenimiento de la unión, distintas formas de extinción del gobierno de alianza generarán beneficios opuestos para sus dirigentes. “Si es que esto cae por una deserción de la gente de Ra’am o del bloque de izquierda dentro del gobierno, quiere decir que Bennett queda como primer ministro por todo el proceso de nuevas elecciones y formación de gobierno”, en contraste si la coalición es socavada por uno de los miembros del partido de Bennett, Yair Lapid asumiría como jefe de gobierno durante aquel período. “Por dentro cada uno, obviamente que está haciendo sus cálculos”, afirmó Spektorowski.
Por otro lado, el entrevistado aclaró que Israel “sigue funcionando muy bien al margen de lo que puedan hacer los políticos en el marco del proceso parlamentario”. A pesar de la crisis gubernamental, “todos los procesos en respecto a seguridad, salud, economía” continúan su funcionamiento normalmente. Aquello se debe a que el país “tiene instituciones fuertes, todas las instituciones son sumamente fuertes, instituciones económicas, instituciones del ejército”, que permiten que el Estado continúe funcionando aún en carencia de gobierno.
Escuche la entrevista completa con Alberto Spektorowski.
Redacción gentileza de Tomás Polakoff