El “museo de los cien días” de Kessel, Alemania, es como se conoce al prestigioso certamen de arte contemporáneo Documenta, celebrado cada cinco años. Pese a su nivel artístico la quincuagésima edición se vio manchada por la crítica, especialmente de judíos e Israel al exponer obras con contenido antisemita.
Líderes judíos y la embajada de Israel en Alemania expresaron su “disgusto” por las imágenes antisemitas exhibidas en Documenta, una de las ferias de arte más grandes del mundo, que anteriormente se había visto envuelta en una controversia por la inclusión de un grupo de artistas palestinos que criticaba fuertemente la ocupación israelí.
Una de las obras expuestas por el grupo de arte indonesio Taring Padi también fue criticada por representaciones que tanto el gobierno alemán como grupos judíos dicen que fueron demasiado lejos.
El mural ofensivo muestra a un cerdo con un casco estampado con “Mossad”. En la misma obra, se representa a un hombre con mechones laterales a menudo asociados con los judíos ortodoxos, colmillos y ojos inyectados en sangre, y con un sombrero negro con la insignia de las SS.
Embajada del Estado de Israel: “Documenta promueve la propaganda al estilo Goebbels” Estamos indignados por los elementos antisemitas que se muestran públicamente en Documenta 15, que se está llevando a cabo actualmente en Kassel.
Los elementos que se muestran en algunas exhibiciones recuerdan la propaganda de Goebbels y sus secuaces en tiempos oscuros de la historia alemana. No solo se han cruzado todas las líneas rojas, sino que se han roto. El poderoso mensaje del presidente federal Steinmeier en la inauguración de Documenta 15, en el que denunció el movimiento de boicot a Israel por lo que es, una odiosa retórica antisemita, muestra un liderazgo valiente.
“Estos elementos deberán ser retirados de la exposición de inmediato. No tienen absolutamente nada que ver con la libertad de expresión, sino que son una expresión del antisemitismo a la antigua”.
Finalmente se decidió ocultar el mural expuesto en el certamen. Tras subrayar su sorpresa por la ola de críticas recibidas aseguraron que su obra «de ninguna manera tiene que ver con el antisemitismo», los artistas indonesios expresaron su «tristeza por el hecho de que algunos detalles del mural hayan sido malentendidos frente a su objetivo inicial» y se disculparon «por la heridas abiertas» por su obra.
Josef Schuster, del Consejo Central de Judíos de Alemania, señaló que “la libertad artística termina donde comienza la xenofobia”.
La ministra de Cultura, Claudia Roth, también dijo que aquí es donde “la libertad artística encuentra sus límites”, e instó a los curadores de la muestra a “sacar las [conclusiones] necesarias”.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que había considerado saltarse el evento.
“Si bien se justifican algunas críticas a las políticas israelíes, como la construcción de asentamientos”, dijo, el reconocimiento del estado israelí es “la base y el requisito previo del debate” en Alemania.
Calificó de inquietante que algunos de fuera de Europa o América del Norte se negaran a participar en eventos culturales en los que participaban judíos israelíes.
Dentro de su análisis también destacó que sorprendentemente ningún artista judío de Israel estuviera representado en esta edición de Documenta.