El 27 de junio se han cumplido 81 años del pogromo de Iasi en Rumania. Algunos se preguntarán cómo fue posible un pogromo en 1941 cuando el nazismo arrasaba Europa y a su paso exterminaba a los judíos. Veamos.
El Pacto Hitler-Stalinen 1939 , la ocupación soviética de Besarabia y el norte de Bucovina en junio de 1940(con una gran población judía de 250.000 personas, en su mayoría de habla rusa ) lleva a Rumania a la órbita del Tercer Reich en octubre de 1940 , lo que permite la llegadaal poder del militar antisemita Ion Antonescu que se autodefine “Duce” e instala un régimen que considera a todos los judíos como simpatizantes comunistas y enemigos de la nación. En junio de 1941, Rumania acompaña a Alemania y entra en la guerra
para participar de la invasión a Rusia y recuperar territorios que Antonescu considerada robados por Stalin.Antonescu comenzó a aplicar su propia política antisemita. Publicaron leyes y decretos como los nazis en Alemania, involucraron a su ejército y policía en la perpetración del antisemitismo y comenzaron a aparecer señales que marcaban a las claras lo que podía suceder.
Desde el 21 de junio de 1941,en la semana anterior al pogromolas casas habitadaspor cristianos quedaron marcadas con una cruz, los hombres judíos son obligados a cavar grandes fosas en el cementerio judío y los soldados rumanoscomenzaron a saquear, con la fervorosa ayuda de civiles,hogares judíos en busca de pruebas de “traición a la patria”.
El 27 de junio de 1941, Antonescu ordena al coronel ConstantinLupu, comandante de la guarnición de la ciudad deIași, que “limpie Iași de su población judía”,mientras las autoridades acusan oficialmente a la comunidad judía de ” sabotaje “por” atacar a los soldados en la calle “. La policía, la gendarmería, el ejército y la población rumana mató, saqueó y robó a mansalva. Así como en Hungría los vecinos de los judíos los entregaron a los nazis, y así en la Europa ocupada, Rumania no fue distinta. La diferencia en este pogromo fue que no había alemanes ni cerca, fue todo creación rumana.
Al menos 8.000 personas, hombres, mujeres y niños murieron en el pogromo inicial. Luego, las autoridades buscaron judíos por todas partes, entraron en sus casas, arrestaron a más de 5.000 judíos, los despojaron de todas sus posesiones y los llevaron para deportarlos. Salieron trenes de la muerte de Iasi a Calarasi y otro segundo tren a 15 quilómetros de Iasi. Entre ambos trenes había otros ocho mil judíos de los cuales muy pocos sobrevivieron. Se desconoce el número total exacto de víctimas del pogromo de Iași, pero se identificaron 13.226 víctimas, aunque se estima un total de 15 mil víctimas asesinadas, violadas, atropelladas, muriendo de sed y asfixia en los trenes.
Antonescu fue ejecutado en 1946, pero no por estos crímenes sino como enemigo de los soviéticos que ocuparon Rumania e instalaron otra bestial dictadura, esta vez bajo el mando de Nicolás Ceausescu, también ejecutado cuando cayó la Cortina de Hierro.
Recién 30 años después de retomada la democracia en Rumania, y en un país donde de 800 mil judíos, la mitad murió en la Shoá y donde el pueblo y el régimen rumano de entonces fueron directamente perpetradores del asesinato de los judíos, el Parlamento rumano se acordó del pogromo de Iasi. Fue el año pasado, en un país donde viven hoy 10 mil judíos. La memoria no funcionó muy bien en Rumania, pero es difícil pedir peras al olmo. Porque la memoria en vastos sectores de Europa suele ser selectiva. Y desde hace unos meses, banalizada y agredida por la proclama fascista de Putin que además de invadir Ucrania, acusa a sus víctimas de nazis mientras sus tropas ni se despeinan cuando lanzan, como pasó hace tres días, un misil, ¡un misil! a un shopping donde había más de mil civiles y nadie sabrá nunca cuántos murieron en las ruinas que quedaron de todo ese edificio. Y Putin dice que la culpa de esa barbarie es de los ucranianos que según él lo engañaron porque pensaban que era un depósito de armas. ¿A quién quiere convencer este alumno de Hitler que un depósito de armas es igual a un centro comercial?
Y esta pregunta se contesta con varias respuestas. Una actual, de hoy. A Putin le creen públicamente sus cómplices, que no son pocos. En América Latina no soñemos. De todos los países de la región no sólo Maduro, Díaz Canel, Arce y Ortega se arrodillan frente a Putin. Hay otros, en el poder porque ganaron elecciones, que siguen los pasos de los dictadores. ¿Con disimulo? No tanto.
Pero también se puede responder la pregunta sobre quien cree a un psicópata como Putin, volviendo al pogromo de Iasi. Durante el comunismo en Rumania, la barbarie antisemita se recordó y estuvo presente. Fue definida como “un crimen del régimen aristocrático burgués de la monarquía rumana, en su exacerbación fascista final, contra una parte del pueblo trabajador”. Cero referenciasa que todas las víctimas fueron judías. Memoria perversa y mentirosa.
Hoy, Europa está en guerra y el mundo entero ha caído en sus consecuencias. Si hoy terminara la invasión rusa a Ucrania, los daños de todo tipo no podrían restañarse hasta casi dos generaciones. Y la barbarie de los crímenes de guerra y de lesa humanidad no tendrán reparación alguna como nunca lo han tenido en la historia. Pero el desborde de violencia desatada ha hecho que el atraso económico, social y político que se está generando desde febrero de este año se amplíe horriblemente, y en contrapartida se hagan inversiones enormes que las necesita la gente que está sobreviviendo pero que se desviarán en un rearme que como siempre que lo hay, nadie puede adivinar donde puede llegar.
Oficialismo y oposición en Alemania acordaron flexibilizar la constitución del país y desbloquear miles demillones de eurospara modernizar las Fuerzas Armadas de Alemania. El gasto anual en Defensa se incrementará de 50 a 70 mil millones de euros por año. Será masivo. Una postura que habría sido inaceptable para la sociedad antes de esta guerra. La lectura que impera en Berlín afirma que Vladimir Putin intenta destruir la estructura de seguridad europea y se enfatiza que Alemania necesita invertir significativamente más en seguridad. Según los analistas europeos, la invasión sacudió a muchos otros países de Europa e hizo que los gobiernos y la sociedad en general redescubrieran las necesidades en materia de seguridad. El general británico Patrick Sanders considera que Europa está en 1937.
Aunque estuviéramos en 1937, ya sabemos qué sucedió entonces y en los años posteriores. Recordamos a Chamberlain y Daladier sonriéndole al criminal de entonces. También recordamos que a Stalin no se le movió un pelo de su mostacho para abrazar a Hitler y formar un dúo criminal. Pero asimismo recordamos que el proceso posterior de la memoria y en particular, el Holocausto, fue lento, insuficiente, difícil, y perverso en gran parte del recorrido. Iasi nos trae a nuestras mentes hoy todo eso. En este contexto, nos resulta inevitable volver a compartir con ustedes en la reflexión final de hoy hecha hace un tiempo, preguntándonos con mucha aprehensión y temor de no tener una respuesta ni a corto ni a largo plazo si ahora,en este 1937 que visualizan los británicos, están viendo a Chamberlain o a Churchill.