Baal Shem Tov, Fundador del Movimiento Jasídico

Besht es el acrónimo de Baal Sheem Tov, que significa “Uno con buen nombre” o “uno con buena reputación”. El jasidismo es un grupo religioso judío que surgió como un movimiento de renacimiento espiritual en el territorio de la Ucrania occidental contemporánea durante el siglo XVIII y se extendió rápidamente por toda Europa del Este. Hoy, la mayoría de los afiliados residen en Israel y los Estados Unidos. Se calcula que hay más de 150.000 hogares jasídicos en todo el mundo, aproximadamente el 5% de la población judía mundial.

El jasidismo actual es un subgrupo dentro del judaísmo jaredí y se destaca por su conservadurismo religioso y reclusión social. Sus miembros se adhieren a las prácticas judías ortodoxas y las tradiciones de los judíos de Europa del Este incluidos varios estilos especiales de vestimenta y el uso del idioma idish que se asocia hoy en día casi exclusivamente con el jasidismo.

La poca información biográfica sobre Besht proviene de las tradiciones orales transmitidas por sus alumnos y de los cuentos legendarios sobre su vida. Un principio central en la enseñanza de Baal Shem Tov es la conexión directa con lo divino, “dvekut”, que se encuentra en cada actividad humana y cada hora de vigilia. Este vínculo se debe manifestar con alegría incluyendo los tradicionales bailes y canticos jasídicos. Aquellos que siguen sus enseñanzas lo consideran descendiente de la línea davídica que traza su linaje hasta la casa real de David.

Nació en 1698 de padres pobres, Eliezer y Sarah, en un asentamiento en el oeste de Ucrania. En 1703, quedó huérfano y fue adoptado por la comunidad judía de Tluste. En 1711, a la edad de 13/14 años, ingresó a un grupo de tzadikim ocultos dirigidos por el rabino Adam Baal Shem y se convirtió en el líder de este movimiento a la edad de 18 años. Considerando que tenía muchos seguidores y su autoridad establecida, decidió exponer sus enseñanzas en el shtetl (poblado) de Medzhybizh y la gente, en su mayoría de la élite espiritual, acudía a escucharlo. Medzhybizh se convirtió en la sede del movimiento y de todas las dinastías jasídicas.

Sus seguidores aumentaron gradualmente y con ellos la hostilidad de los talmudistas. Más tarde muchas de estas autoridades rabínicas reconocidas se convirtieron en sus discípulos, entre ellos el rabino Dov Ber de Mezrich (alias Maguid de Mezritch ), quien fue su continuador luego de su muerte. Así sus doctrinas se introdujeron en los círculos religiosos judíos eruditos.

Besht emprendió viajes por muchos países en los que se le registra realizando curas y expulsando demonios y espíritus malignos (shedim). Sin embargo, la tradición jasídica posterior restó importancia a estas prácticas curativas y mágicas, concentrándose en sus enseñanzas, su encanto, magnetismo y personalidad extática.

La sinagoga de Baal Shem Tov en Medzhybizh ya no existe, ya que fue destruida por los nazis. Sin embargo, se erigió una réplica exacta en su sitio original como museo. Su tumba recibe permanentemente numerosos visitantes de todo el mundo.

Besht era la persona adecuada, en el lugar adecuado, en el momento adecuado. Podolia (región de Ucrania) del siglo XVIII fue un lugar ideal para fomentar un cambio radical en el pensamiento judío. Había sido despoblado una generación antes debido a las masacres de Khmelnitsky. Una ocupación turca de Podolia ocurrió durante la vida de Besht. Una vez que los magnates polacos recuperaron el control de los turcos, Podolia experimentó un auge económico. Los magnates fueron benévolos con los beneficios económicos que proporcionaron a los judíos y alentaron el reasentamiento judío para ayudar a proteger la frontera de futuras invasiones. Por lo tanto, la comunidad judía misma esencialmente estaba comenzando de nuevo. Dentro de este contexto, los judíos de Podolia estaban abiertos a nuevas ideas. Los nuevos y refrescantes enfoques del judaísmo de Besht fueron bienvenidos, expandiéndose con poca resistencia en una comunidad hambrienta de cambio.

Existe una creencia de que Besht tenía la capacidad de ver las almas de los hombres. Se creía también que era un gran médico con un vasto conocimiento sobre ungüentos, bálsamos y medicamentos similares. Se dice que algunos aspectos de su práctica médica han sido de naturaleza mística. Algunos afirman que Besht podía curar a otros a través de la oración y actos similares: recitación de palabras sagradas.

Creía que la verdadera adoración a Dios consiste en el apego y la unificación con Dios. Para usar sus propias palabras, “el ideal del hombre es ser él mismo una revelación, reconocerse a sí mismo como una manifestación de Dios”. También creía fuertemente que había que servir a Dios con total alegría.

No hay otra secta judía en la que el fundador sea tan importante como sus doctrinas cómo en el jasidismo. Besht mismo sigue siendo el verdadero centro de los jasidim a pesar de que murió en 1760.

A pesar de que no escribió ningún libro, existen cientos de leyendas sobre el Ba’al Shem Tov compiladas en decenas de libros en diferentes idiomas.

Al día de hoy millones de personas siguen sus enseñanzas en todo el mundo.

Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.

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