Las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas, en Ecuador, amanecieron en vilo este 1 de noviembre luego de los atentados con explosivos que se suscitaron durante la madrugada, debido a los posibles traslados de reos de la Penitenciaría del Litoral, considerado como uno de los reclusorios más violentos del país. Lo anterior habría dejado dos policías muertos.
Tras los ataques con coche bomba, se desplegaron panfletos de grupos criminales que presuntamente estarían ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cual ha expandido su presencia más allá del territorio mexicano -al igual que el Cártel de Sinaloa-, en su búsqueda por ampliar el mercado transnacional de drogas.
En la noche del 31 de octubre se habían reportado alertas desde la Penitenciaría del Litoral, debido al supuesto traslado de reos ubicados en los pabellones 8 y 9, quienes presuntamente estarían bajo el cobijo de las bandas criminales conocidas como “Los Lobos” y “Los Tiguerones”