Dr. Natalio Daitch
Homo homini…
Estas palabras hacen referencia al origen individual, egoísta y violento del hombre (Man is a Wolf to Man). Y en este capítulo semanal, la Parashá de Noaj hace referencia a un conjunto de pecados como la perversión sexual y el hurto generalizado en la generación de Noé, que mereció el castigo implementado por D’os mediante las aguas diluvianas.
El elemento “agua” que corre sin límite y por todo lugar o terreno, es el castigo correspondiente o acorde y adecuado (medida por medida) a una humanidad desenfrenada que corría en cualquier dirección tal como lo hace el líquido elemento.
Aún, para aquellos no especializados, encontramos desde el campo del psicoanálisis, cierta confluencia con el Eros y el Tanatos (basados en la mitología griega) como dos tendencias o impulsos que están constantemente actuando en todo ser humano. El Eros como impulso de vida, y el Tanatos como un impulso de muerte. Mi madre Aida K. de Daicth solía decirme frecuentemente que ADAM (hombre) proviene de ADAMA o tierra, por lo tanto, esa tendencia a ir en pos de la materialidad es muy fuerte y volcánica.
En síntesis, hay una tendencia violenta, agresiva, destructiva, innata en el hombre, que es muy fuerte, y que se entiende como una tendencia no aprendida, y que pertenece a la naturaleza de su ser, desde su origen o nacimiento.
La Torá dice….
En el Génesis 8-21 D’os sentencia: “Ya no volveré a maldecir la Tierra a causa del hombre, pues todo designio del corazón del hombre es malo desde su juventud”. De esta manera, Hashem “comprende, entiende, y rectifica” su conducta a futuro, algo así como autolimitarse en su capacidad destructiva, y por este camino nos enseña como debemos nosotros mismos limitarnos en toda circunstancia, tiempo y lugar, y frente a toda clase de pruebas, dificultades o desafíos.
Desde Caín y Abel, el hombre se ha levantado contra su hermano, de diversas formas, y caminos, que conectan agresiones verbales, físicas, abusos y torturas, o bajo diversas formas de explotación, hasta concluir en el derramamiento de sangre. En la mayoría de los casos hacia otros, o en ciertas situaciones consigo mismo (autolesiones o suicidios).
Y si continuamos en la Parashá que hemos leído este Shabat, donde volvemos a encontrar en el capítulo 9 versículo 6: “El que vierta la sangre del hombre por el hombre, su sangre será vertida, pues a imagen del D’os hizo al hombre”. Y algunos comentaristas ubican en este sitio “la sangre del hombre en el hombre” aludiendo a la posición de la Torá sobre el aborto, es decir, contraria a destruir la vida que se está gestando dentro de otra vida, en particular, bajo la modalidad y los criterios laxos que hoy muchos movimientos contestatarios y abortistas intentan hacer prevalecer en todo el mundo.
Torá es luz. Reflexión final.
La Torá o el mensaje divino, es mencionada como luz, guía, educación, y se entiende claramente como limitación. Es decir, el ser humano, con su mochila o carga de impulsos violentos y agresivos debe ser constantemente contenido, enseñado, instruido, aleccionado, advertido, y de última nuevamente reitero limitado. Poder canalizar cualquier impulso violento y trocarlo en reacciones positivas, y en sintonía con las leyes divinas, y con la armonía que debería reinar con su prójimo y su Creador.
Puede que la palabra clave sea “sublimar” que en psicología se refiere a impulsos humanos que se utilizan para canalizar sentimientos o impulsos problemáticos o inaceptables, hacia algo positivo. Freud profundizó en este tema en su psicoanálisis.
En este último bloque, he citado diversas fuentes, que, no obstante, podría ubicarse en todas ellas una convergencia, o enfoque común al tópico que estamos tratando.
La máxima en el libro de Levítico 19: 18 apunta en esa dirección: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Más vale prevenir que curar, y más vale estudiar y dejarse enseñar y realizar buenas acciones o actos positivos, para no tener que sufrir castigos aleccionadores ni todo tipo de pesares.
Shavúa Tov.
La entrada Las aguas de Noé. Reflexión. aparece primero en Aurora.