El momento que todos estaban esperando, Fauda 4! llegará a Netflix el 20 de enero de 2023, anunció la plataforma de streaming en su cuenta oficial de Twitter: “A nuestros fanáticos, apreciamos cuánto tiempo han esperado y estamos MUY emocionados de que finalmente vean la mejor temporada de Fauda hasta ahora. Gracias, de parte de todos en Team Fauda.
La cuarta temporada ya se vio en Israel con rotundo éxito, y ahora estará disponible en la plataforma para los demás países.
“El lanzamiento internacional toma más tiempo por los trabajos de doblaje y subtítulos a los numerosos idiomas en los que Netflix presenta la serie a través del mundo” dijo Raz, actor protagonista y productor de la serie.
Fauda «se convirtió en un éxito porque lo hicimos con autenticidad» Lior Raz
Esa misma autenticidad con la que lo viven merece que también conozcas su vida personal, la realidad supera la ficción.
Una nota del periodista Sal Emergui:
El espectacular paso del anonimato a la fama de Lior Raz (49) se puede explicar con un musculoso detalle: de ser guardaespaldas de Arnold Schwarzenegger a necesitar uno en actos multitudinarios. O con la llegada de su personaje de tipo duro -“soy muy sensible en la realidad”, aclara- al programa de sátira más popular de Israel.
Raz está acostumbrado a Fauda, caos en árabe. Aunque a este actor israelí le hubiera gustado que el violento caos que azotó varias ciudades mixtas (judíos y árabes) durante la reciente escalada con el grupo integrista Hamas fuera un capítulo más de su premiada serie.
Con barba (en función del día y el guion), calvo (da igual el día), carismático y un físico alejado del prototipo perfecto del héroe, este ex agente de una unidad de élite antiterrorista vive un sueño al alcance de muy pocos. Hace siete años, escribió el guion de Fauda junto al periodista especializado en el mundo árabe, Avi Issacharoff. Ninguna cadena quiso invertir en su proyecto pero los dos amigos de Jerusalén, que compartían parecido pasado militar, no se rindieron. Cuando ya todo parecía perdido, la plataforma televisiva YES aceptó el reto y el resto es historia. Su producto de adrenalina se convirtió en uno de los programas más vistos en la historia de Israel y llegó a la Tierra Prometida de las series, Netflix, que ha dado a Raz fama internacional y otros proyectos. Por ejemplo, Hit and Run (rodada en Israel antes y después de la pandemia) que se estrena este verano. Mientras, rueda la cuarta temporada de Fauda tras hacer de jefe del Mosad en una película.
“Cuando empezamos a escribir pensábamos que Fauda sería algo marginal con poca audiencia pero nos sorprendimos y aún estamos sorprendidos”, afirma sobre la serie que penetra en las entrañas de la unidad de enmascarados (Mistaarabim) encargada de infiltrarse y hacerse pasar por palestinos -calcando su forma de hablar y comportarse, dicción del árabe, vestimentas, etc- para atrapar o liquidar a los más buscados por los organismos de seguridad israelíes o abortar atentados terroristas. Raz interpreta a Doron Kavillioil que no duda en ignorar órdenes y desafiar algunas normas éticas con tal de completar la misión.
Curiosamente, la tercera y última temporada de Fauda transcurre en Gaza, centro de la actualidad internacional en las últimas semanas. Kavillio y los suyos llegan al paupérrimo y armado territorio palestino para rescatar a dos adolescentes israelíes secuestrados que fueron llevados por un túnel del grupo islamista Hamas. Debido quizá a su sex appeal, a que le sonríe la suerte, es el protagonista o simplemente porque es el guionista, protagoniza una aventura amorosa con la jefa interpretada por una cantante.
En la vida real, sin embargo, Raz está casado con la actriz Meital Barda. La pareja y sus 4 hijos viven en una zona del norte de Tel Aviv que no se parece en nada a Jerusalén donde creció. Su cercanía a la cultura árabe viene de su familia judía de origen oriental: su padre nació en Irak y su madre de Argelia. A los 18 años inició el servicio militar obligatorio y llegó a las fuerzas especiales Duvdevan centradas en la lucha antiterrorista en territorios palestinos. Cuando dispara en Fauda, se nota que ya lo hizo muchas veces antes sin cámaras delante.
No faltan guiños con la realidad. El nombre de Doron es un homenaje a un oficial de Duvdevan muerto. En la primera temporada la joven pareja de un agente murió en un atentado suicida en una discoteca. Raz recordaba así a su primera novia con la que salió tres años en Jerusalén. En 1990, Iris Azulay fue asesinada por un palestino llegado de Belén. El apuñalamiento no arrastró al entonces soldado Raz al círculo de la venganza. “Me dije a mí mismo, ‘digamos que Iris murió en un accidente en la carretera y no en un ataque terrorista, ¿mataría a todos los conductores ahora? Y ese fue el mecanismo que probablemente mantuvo mi ética en mi servicio militar en los territorios palestinos”, declaró a Ynet.
“En la serie hubo muchas cosas relacionadas con ella como la cadena que llevaba, nuestras conversaciones o la reacción tras su asesinato”, recordó antes de admitir: “Fue uno de los momentos más oscuros y sensibles en el proceso de la elaboración del guion. Lo más increíble es que tras afrontarlo, vives mejor contigo mismo”.
Una vez acabado el servicio militar, Raz probó fortuna en EE.UU donde su look, origen, descaro típicamente israelí y experiencia en un comando de élite le acercaron a las anchas espaldas de Schwarzenegger y su esposa Maria Shriver. Tras ejercer de guardaespaldas, regresó a Israel donde estudió en la escuela de interpretación Nissan Nativ. Raz participó en algunas series y obras de teatro hasta su eclosión en Fauda.
“Lior es un actor increíble y un tipo fantástico. Estoy contenta de que mi primer gran papel fue con este reparto de actores que me dio tanto apoyo y amor”, cuenta a LOC la actriz Luna Mansour que destacó en la segunda temporada.
El cantante Idan Amedi, que interpreta al integrante más joven de Mistaarabim revela que “Lior es un tipo muy divertido y sensible que solo se pone serio cuando se enciende la cámara”.
Gracias a Fauda, tiene muchos seguidores en las redes sociales incluyendo de países árabes sin relaciones con Israel. “Es muy emocionante y estamos contentos de haber llegado al público árabe con el que generalmente no tenemos en contacto”, comenta. Si algo le sorprendió al principio fue la gran popularidad de la serie entre los palestinos. Quizá porque ofrece calidad, gran parte de los diálogos es en árabe y muestra complejos grises sin buenos y malos completos.
Raz hace un llamamiento contra la violencia y sueña con la paz aunque es consciente que hoy no es un escenario realista. Hasta entonces, Fauda.