Dr. Natalio Daitch
El Eterno le dijo: «Dos pueblos hay en tu vientre, y dos civilizaciones de tus entrañas se separarán; una civilización se fortalecerá de la otra civilización, y el mayor servirá al menor».
Génesis 25-23
Toledot.
No cabe duda que en este capítulo semanal de la lectura de la Torá, el punto son las generaciones de Isaac o su producto.
El tópico central es la disputa o confrontación de dos hermanos por obtener la primogenitura o la supremacía, o las bendiciones o el dominio de uno sobre el otro.
Nacidos de un mismo vientre, su origen es el mismo, su educación fue casi la misma, pero tienen tendencias, formas de ver y conducirse en la realidad, y una cosmovisión del mundo totalmente opuestas.
No debemos olvidar que la primogenitura bíblica tiene que ver con una anterioridad de nacimiento, el hijo mayor y varón y derechos de presidir la familia a la muerte del padre y mayores derechos de herencia a heredar luego de la muerte de su progenitor.
Hay lugar para el gris.
Pero la Torá es el “EMET” o la verdad completa, y nos describe la situación con ciertos tonos grises. No como hacemos los humanos en “blanco” o “negro”. El bueno tiene algunas zonas grises, y ciertos defectos o se compromete en acciones que aun pensando en los nobles fines son cuestionables en su metodología; y, por otro lado, Esav, el villano de esta obra, también tiene zonas sensibles, y aunque sea unas pocas virtudes a destacar o rescatar, como ser “el respeto al Padre y a la Madre”.
No cabe duda y para este segundo bloque, nadie es perfecto y totalmente casto y puro a los ojos de D’os. Y este punto no es menor como mensaje a todas las generaciones futuras. Nadie debe sentirse seguro y/o orgulloso o superior por una cuestión de linaje o herencia. Cada generación y cada judío debe ganarse la gracia de Hashem en cada vida y en cada situación y a cada instante.
Sería como nosotros, los profesionales, que tendríamos que revalidar el título cada día y en todo momento y ante cada paciente y consulta o prueba existencial. Y esto, a todo lo largo de nuestra existencia.
La relación con los gentiles.
He encontrado una nueva explicación, donde si bien el dominio se otorga a Yaakov, si este llegara a abusarse demasiado de esta superioridad para hacer sufrir al no-judío, este puede sobreponerse a Yaakov (se desbocará y rebelará). Por lo tanto, debemos ser muy cuidadosos en nuestro trato con los no-judíos en toda clase de relación sea de trato social y/o laboral.
De todas estas advertencias se desprende de no humillar al “Goi” persona a la que prefiero denominar gentil aún si este se encuentre bajo el dominio de Israel, para evitar un tono despectivo o despreciativo.
Odio ancestral.
Mi madre Aida k. de Daitch me repetía: “Esav soné et Yaakov” (Esav odia a Yaakov). Y esta Halajá o ley es la única explicación, del rencor de Esav por el hecho que Yaakov le arrebató sus bendiciones y la primogenitura. Este odio para muchos ha pasado de generación en generación, siendo que el gentil siente que el judío le está quitando algo que a él correspondería. Como dice la exégesis que Esav encuentra la solución a ese rencor en: “Y mataré a mi hermano Yaakov…”
Esav y Yaakov. Reflexión final
Para concluir esta breve reflexión, deseo manifestar que, como siempre toda regla tiene sus excepciones, y que no soy de aquellos que piensa que todos los gentiles viven inmersos en el odio hacia Israel, y que reconozco en muchos de ellos grandes virtudes, y obvio están los jasidei umot Haolám o los justos entre las naciones, e inclusive muchos éticos y que esto se vio en la Segunda Guerra Mundial cuando algunos arriesgaron sus vidas para salvar judíos.
Por otro lado, hay ciertamente impurezas en el campo judío. Pero, en esta breve reflexión, tomo la tendencia mayoritaria, y por eso debo aclarar que hay minorías y muchos personajes, desde personas simples hasta grandes políticos que han arriesgado todo en la defensa del Israel.
Igualmente, de las entrañas de Esav ha salido Amalec y de este pueblo o especie toda clase de destructores. Y vaya, si a lo largo de la historia judía hemos sido perseguidos, calcinados, atormentados, violados en mil formas posibles. E inclusive en la misma Parashá de la semana nos cuenta que Esav tomo como mujer a Majalat una de las hijas de Ishmael. Y siendo que Edom representa al mundo cristiano y a Roma, mientras Ishmael al mundo árabe o musulman, esta cruza inserta otro punto de misterio a intentar explicar a la vista de este choque de civilizaciones que nosotros estamos presenciando en el presente.
Europa occidental paso a llamarse Eurabia, y muchos países americanos han dejado de ser lugares apacibles para las otrora tranquilas comunidades hebreas residentes allí.
Hay acuerdos de paz, y tratados y cambios positivos con algunos países (los acuerdos de Abraham), pero con todo ello, de vez en cuando la realidad nos despierta con alguna violencia impensada, y su mensaje siempre es el mismo: “Y la Torá tenía razón”. Las cosas no son siempre lo que parecen. Y las sentencias bíblicas siempre terminan por imponerse a nuestros deseos y anhelos o cálculos e imaginación.
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