por Lic. Bryan Acuña Obando
De acuerdo con una encuesta realizada por el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas (PSR en sus siglas en inglés) y publicado por el Think Tank Barómetro Árabe durante el mes de setiembre, el 70% de las personas entrevistadas manifestaban temer el inicio de una lucha armada entre facciones palestinas para intentar arrebatar por la fuerza el liderazgo principalmente en las zonas de Cisjordania, haciendo más claras las posibilidades de una escalada conforme hay un desgaste en la imagen de Mahmmoud Abbas, así como su edad que evidentemente le juega en contra.
Como un aspecto adicional a lo mencionado previamente, cabe recordar que en el año 2007 se dio el mayor cisma en el poder palestino, después que se rechazara a nivel internacional la victoria del grupo islamista Hamas en las elecciones palestinas que daban como ganador a su bloque. En la actualidad el riesgo aumenta mientras que hay altas expectativas por el futuro del presidente Abbas, la represión contra opositores a Fatah y su liderazgo que incluso se ha acusado de pretender reducir el aparato estatal para tener mayor control y menos gastos públicos.
Otro aspecto que destaca en cuanto al informe de PSR es que cada vez suman más apoyos a posiciones como la solución de dos Estados o de un Estado binacional, así como menos opiniones positivas sobre los enfrentamientos armados contra Israel y el llamado a las negociaciones como algo mejor valorado. Es importante mencionar que estas posiciones no son compartidas por los grupos beligerantes e islamistas que han aumentado la cantidad de ataques contra objetivos israelíes; tanto civiles como militares.
Tampoco va de la mano con el aumento en las afiliaciones a nuevos grupos armados irregulares como ocurrió con el grupo Guarida de Leones (Arīn al-ʾUsud); seguidores del fallecido militante palestino Ibrahim Al Nabulsi de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y que inspiró a los jóvenes Mohammed al-Azizi (Abu Saleh) y Abdel Rahman Suboh (Abu Adam) a fundar en agosto 2022 esta agrupación conformada por exmiembros de los cuerpos de seguridad de Fatah y otras guerrillas vinculadas, así como alineando jóvenes decididos a unirse a fuerzas paramilitares ante el desgaste político del conflicto contra Israel; la generación que quiere combatir como le llamaría el analista israelí Dror Yemini, aun así, estos grupos son combatidos tanto por Israel como por la propia Autoridad Nacional Palestina (ANP) en un intento de no sabotear su control.
Para evitar esta implosión y desarme estructural de la sociedad palestina, Fatah ha intentado impulsar acuerdos de reconciliación con la otra fuerza importante del liderazgo palestino; Hamas, previendo que llevan más de quince años sin poder unificarse para conformar gobierno de unidad que les de estabilidad interna y músculo para afrontar los temas externos como las relaciones con Israel.
Ante este panorama, en el mes de octubre 2022, al menos catorce facciones palestinas; incluyendo a Fatah y Hamas, firmaron la “declaración de Argel” en la capital de Argelia para lograr unificar esfuerzos. En primer lugar, se le devolvió el rol protagónico a la OLP como vocero del poder palestino.
En segundo lugar, se planteó que en un plazo de un año se pueda convocar elecciones generales, tanto a nivel presidencial como legislativo e intentar impulsar una agenda común sobre los denominados “objetivos nacionales” donde destacan de nuevo retomar la lucha por el “derecho de retorno” de los refugiados palestinos, el proceso de estatidad y mantener la “resistencia” como una herramienta de presión, así como proyectos de reconstrucción, principalmente de aquellas ciudades afectadas por los conflictos.
El presidente Abbas ha tenido reuniones cruciales con actores de pesos internacionales como el caso del presidente ruso Vladimir Putin en la ciudad de Astana en Kazajistán, así como ser invitado a la inauguración del mundial por parte del Sheikh Tamim Bin Hamad Al Thani de Qatar; donde también estuvo Mohammed Bin Salman.
Mientras tanto en la imagen internacional el Hamas ha sufrido un revés con estos acercamientos por parte del liderazgo de Abbas a líderes influyentes y mucho más después que Turquía acercó sus posiciones con el gobierno israelí, aunque todavía gozan los islamistas de buena salud en la imagen interna y pueden resolver retomando la carta iraní como lo han hecho en algún otro momento.
Esta podría ser una oportunidad para que el mundo árabe influya mucho más en la situación palestina por encima de una ideologizada y agresiva estrategia de Teherán que siempre será un factor disruptivo. Por lo que, si la encuesta de Barómetro Árabe es acertada y se impulsa este tipo de movidas políticas se podría gestar cambios importantes en la región, aunque la reconciliación palestina aun no es un hecho consumado y podría quedar en nada como ha pasado ya con la intervención de Egipto o Qatar previamente.
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