Henrique Cymmerman, presidente de la Cámara de Comercio Israel-países del Golfo y artífice de los Acuerdos Abraham, dialogó en Radio Jai sobre las expectativas en el Estado hebreo en torno al gobierno entrante de Benjamín Netanyahu y se refirió a las posibilidades de que aquella figura consiga la normalización de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita y el Estado judío.
Cymmerman explicó que a pesar de que todavía Netanyahu no ha logrado consolidar una coalición, se espera que termine las negociaciones con sus aliados en tan solo algunos días, siendo “el día 13 un día posible para la presentación de un gobierno”.
Destacó que Israel se dirige a “un gobierno que ha sido democráticamente electo, pero que provoca gran preocupación en la centro-izquierda, por ser el gobierno más de derecha de la historia de Israel” y debido a las figuras controversiales que ocuparan los cargos de mayor relevancia dentro del mismo. Entre ellos se destacan Itamar Ben Givr, como próximo ministro de Seguridad Nacional, a pesar de haber sido en su juventud seguidor del fundamentalista Meir Kahane y miembro del Kach, una agrupación considerada como terrorista tanto por los Estados Unidos como por el Estado de Israel. Asimismo, sobresale Abi Maoz, quien será designado en un importante puesto vinculado con los proyectos extracurriculares de las escuelas israelíes pese a sus conocidas credenciales ultraconservadoras y anti-LGBT.
Haciendo una lectura sobre los miedos por parte de los sectores de centro-izquierda, Cymmerman analizó: “Veo un poco de pánico en algunos sectores de la sociedad que me recuerda a cuando Menajen Begin ganó por primera vez las elecciones con el Likud en el año 1977”, transformándose así en el primer gobierno de derecha en la historia de Israel (hasta el momento gobernada por el Partido Laborista). Detalló que en aquel momento tambíen se registraron temores sobre el futuro de la democracia del Estado judío, pero para la sopresa de los opositores, “seis meses después hizo la paz con el país más importante del mundo árbae, que era Egipto”.
En aquel sentido, comentó: “A veces yo pienso si Arabia Saudita será el Egipto de Netanyahu”, añadiendo que ya existe un proceso en marcha en aquella dirección y sobre el cual el primer ministro entrante “va a apostar muy fuerte”. Enfatizó que se trata de “un proceso muy importante porque Arabia Saudita abrirá las puertas de todo el mundo musulmán, con 1600 millones de personas, que verá en eso una luz verde y un permiso del país que tiene a la Mecca y a Medina y por lo tanto a la autoridad moral”.
Escuche la entrevista completa a Henrique Cymmerman en Radio Jai.
Redacción Tomás Polakoff