Mientras Inglaterra prohibía a las mujeres jugar al fútbol, en Israel nacía un club pionero

Hace 50 años – cuando se advirtió al público que la competencia entre dos mujeres por un balón ‘podría causar lesiones graves en la pelvis’ – el primer equipo femenino de Israel fue un pionero mundial que vencía a equipos masculinos. 

El primer equipo de fútbol femenino de Israel

“En 1971, en las exóticas cercanías de Ramat Gan, se jugaba un partido histórico. Los dos primeros equipos femeninos de Israel jugaban entre sí. En un momento en que el fútbol femenino era ilegal en varios países, Israel se había convertido oficialmente en un país pionero”.

Así comienza el episodio “A League of Their Own (Su propia liga)” en la actual temporada de la serie documental “The Unimportant (Lo poco importante)”. (Se emitió el miércoles por la noche en la televisión Kan 11). Mientras el actor Dror Keren narra la introducción, imágenes en blanco y negro de jugadoras de fútbol de los años 70 llenan la pantalla.

“¿Pero esta promesa inicial condujo a algo?” continúa el narrador. “¿Nos convertimos en una luz para las naciones para el fútbol femenino? ¿El amor por el juego unió a los sexos y derrocó al patriarcado?

Por supuesto, la respuesta a estas preguntas es no. Y con este conocimiento decepcionante, los espectadores son llevados a días mejores del pasado – a los sueños de un equipo femenino y un hombre que tenía como objetivo hacer realidad el fútbol femenino en Israel.

Pero antes de lamentar lo que no pudo ser, empecemos por el éxito, el gran éxito. Zvi Willinger, más conocido como Wili, sobrevivió a Auschwitz pero perdió a toda su familia en el Holocausto. Amaba profundamente el fútbol. Para ver los mejores partidos, iba a Europa, el continente que le había arrebatado lo que más atesoraba.

Quedó hipnotizado la primera vez que vio a mujeres jugando, en Austria. Decidió en ese momento formar un equipo en Israel como prototipo de una liga femenina blanquiazul.

Zvi Willinger, centro, compartiendo una carcajada con el entonces embajador de Estados Unidos, Samuel Lewis. «Wili era el dios del fútbol femenino en Israel», dijo una ex jugadora. Foto: Asociación de Fútbol de Israel

En 1971, la convocatoria salió en los periódicos israelíes: “Se busca – jugadoras de fútbol de entre 10 y 40 años para el primer equipo de fútbol de este tipo en Israel”. Mujeres de todo el país vinieron a las pruebas y 24 fueron elegidas. El club de fútbol femenino israelí (conocido por su acrónimo en hebreo Milan) comenzó su viaje con muchos obstáculos en el camino – y una pasión intensa.

El primer desafío fue encontrar un patrocinador. Muchas empresas se negaron, pero justo cuando el club estaba a punto de darse por vencido, Shemen, un fabricante de aceite de cocina y jabón, accedió (irónicamente porque esperaba atraer al mercado de amas de casa).

Incluso hoy en día, la idea de que las mujeres jueguen al fútbol no es universalmente aceptada; hace 50 años era aún peor. En Inglaterra, por ejemplo, la Asociación de Fútbol había prohibido durante mucho tiempo que las mujeres jugaran en sus estadios. Según un artículo de un periódico israelí de la época que cita al Dr. Ben-Zion Zak, médico jefe de la Asociación de Fútbol de Israel, “El médico del fútbol se opone a que las mujeres corran y pateen balones. La competencia feroz entre dos mujeres por una pelota podría causar lesiones graves en la pelvis y provocar defectos de nacimiento”.

Yaffa Zafrani, una de las jugadoras del primer club, dice hoy con una sonrisa descarada: “Ignoramos todo eso. Todo el mundo decía que el fútbol era solo para hombres, pero no era cierto. Si tengo la capacidad de jugar, ¿por qué no? ¡Es un deporte!”

Después de dejar el equipo, Zafrani se entrenó para ser la primera entrenadora de fútbol de Israel. “En ningún lado está escrito que un entrenador hombre sea mejor que una entrenadora”, escribió entonces Rafi Ginat en un artículo sobre ella.

Danielle Toledano, jugadora del primer equipo femenino israelí. Foto: «Lo poco importante», Kan 11

Compartiendo ese sueño, se formó un equipo de fútbol femenino Ramat Gan-Givatayim – mujeres de los dos barrios que limitan con Tel Aviv al este. Los dos nuevos equipos se enfrentaron en el primer partido oficial de fútbol femenino en Israel. “La competencia fue intensa, el ritmo fue rápido y la multitud estaba entusiasmada”, dice emocionado el locutor del juego en el documental.

Bueno, no fue demasiado intenso. Estaba claro que el equipo pionero estaba en una liga aparte; ganó 9-0.

Seis de los nueve goles fueron anotados por Chani Rosenberg, de 14 años, quien se convirtió en la primera estrella del fútbol femenino israelí. “Ella era un cañón”, dice un amigo. “Ella sabía cómo agarrar la pelota, driblar y anotar”.

Cuando Rosenberg murió en 2013, pocos conocían sus logros. Oshrat Eini, ex capitana de la selección nacional y hoy comentarista, la recuerda. Rosenberg “hacía magia, era una superestrella y una leyenda del deporte no reconocida”, dice Eini. «¿Cuántas otras estrellas femeninas pasarán desapercibidas?»

El equipo de Ramat Gan-Givatayim no sobrevivió mucho tiempo, dejando al primer club sin rivales. Jugaría contra los equipos masculinos informales de las empresas, en los kibutzim y en las bases del ejército contra los soldados. En casi todos los casos, las mujeres ganaban. Como dijo un titular se forma sencilla: “Apaleaban a los hombres”.

Willinger apreciaba lo que tenía y reservó su club para juegos en Europa contra equipos femeninos. Willinger viajó a un partido en Alemania con el corazón apesadumbrado y no se sintió mejor después de una extraña derrota. Después de todo, las alemanas eran las mejores del mundo.

“Pensé que tenían que ser hombres, no mujeres”, recuerda una jugadora en el documental. “No puedo comenzar a describir a su portera”.

La ex jugadora Sonia Simhoni. “Éramos tan buenas; el equipo mandaba”. Foto: «Lo poco importante», Kan 11

Esa fue una derrota por 2-0, pero las mujeres israelíes ganaron 25 de sus 30 partidos en Europa, anotando 113 goles y permitiendo solo 29. En el fútbol femenino internacional, Israel ya era reconocido.

“Éramos tan buenas; el equipo mandaba”, dijo a Haaretz la exjugadora Sonia Simhoni, ahora de 62 años y ex entrenadora. “Cada una de nosotras era una estrella por derecho propio, y Wili era el dios del fútbol femenino en Israel y el padre de todas. Todas teníamos el mismo sueño de que la Asociación de Fútbol de Israel reconociera este potencial y comenzara una liga femenina, pero durante mucho tiempo nunca sucedió”.

Simhoni jugó para el club cuando era adolescente y después de su servicio militar se unió a un equipo femenino en la liga alemana. Dos años más tarde se unió a un equipo de la primera división de Francia, donde jugó durante cinco años.

Pasó un cuarto de siglo desde que Willinger lanzó su equipo femenino hasta que la Asociación de Fútbol de Israel en 1996 iniciara el lento proceso de formar una liga femenina. E incluso ese proceso recién comenzó después de que la FIFA requirió que todos los países miembros patrocinaran un equipo nacional femenino.

Por lo tanto, hubo un equipo nacional femenino israelí incluso antes de que existiera una liga femenina. De cualquier manera, la magia de 1971 nunca ha sido recreada.

Los aficionados y anunciantes israelíes no están interesados en el fútbol femenino. En otras partes del mundo, el fútbol femenino ha florecido, mientras que en Israel las jugadoras luchan por los recursos básicos. Su experiencia, de hecho, es similar a la de las mujeres pioneras hace medio siglo.

Ese primer equipo femenino se disolvió en 1997. A pesar de las grandes habilidades de liderazgo de Willinger y su amor por el juego y sus jugadoras, a los 74 años admitió que era hora de retirarse.

 

Toledano. “En el momento en que tengamos presupuestos, podremos realmente hacer algo”. Foto: «Lo poco importante», Kan 11

“Mucha gente piensa que el fútbol femenino en Israel comenzó en 1997 con la era de la Asociación de Fútbol, y [esto] tiene que corregirse”, dice Danielle Toledano, de 58 años, exjugadora del Milan y hoy profesora de educación física. “El deporte comenzó en 1971 gracias a un solo hombre – Wili”.

Cuando era militar, Toledano se incorporó al Milan después de ver cómo el club vencía a un equipo del cuartel general del ejército. “Estaba tan emocionada porque era una jugadora de balonmano que realmente amaba el fútbol, pero no sabía que había un equipo de fútbol femenino. No fue solo amor por el juego para mí; tenía un talento natural que no podía explicar del todo: driblar, pasar, precisión”.

Su hermano, también jugador de fútbol, estaba entusiasmado. A sus padres no les gustó la idea, pero no la detuvieron.

A pesar del lamentable estado actual del fútbol femenino en Israel, Toledano se mantiene optimista. “En el momento en que tengamos presupuestos, podremos realmente hacer algo”, dice ella.

“Mientras tanto, sufrimos discriminación de género en todo lo relacionado con el deporte. Tenemos que poner más énfasis en la educación en las escuelas y dejar que las niñas desde pequeñas jueguen más al fútbol. Si se les permite hacer eso, descubrirán rápidamente sus habilidades”.

Toledano tiene una última recomendación: “El fútbol femenino tiene que estar dirigido por mujeres. Un hombre siempre es el gerente o entrenador, y esto tiene que cambiar”.

El episodio de la noche del miércoles es el segundo de la segunda temporada dedicada a historias sobre fútbol. En ambas temporadas, los creadores utilizan imágenes de archivo y entrevistas para contar historias no contadas.

La serie ganó un prestigioso premio IFTA de la Academia Irlandesa de Cine y Televisión por producciones basadas en material de archivo. Eliran Peled, directora y creadora de la serie junto con Ido Hartmann, dice que la idea es “encontrar un evento considerado intrascendente, pero retrospectivamente – o cuando lo ubicas en un contexto más amplio – descubres que es realmente importante. Mirar hacia atrás tiene algo que te permite apreciar el significado de hoy”.

Peled dice que el episodio actual fue creado por una carta que los creadores encontraron en la ahora desaparecida revista Haolam Hazeh sobre ese juego histórico en Alemania.

“A partir de ahí, poco a poco empezamos a armar el rompecabezas. Descubrimos que Israel fue pionera del fútbol femenino. Fue decepcionante ver la brecha entre ese prometedor comienzo y la problemática situación actual. En ese sentido, es un episodio único porque también es un llamado a la acción hoy”, dice Peled.

“Nos hemos acostumbrado a que los entrevistados miren el pasado con nostalgia, pero las mujeres de Milan sienten el dolor y la pérdida de que su sueño no se hizo realidad. Pero el hecho de que el sueño de las mujeres de Milan no se haya hecho realidad no significa que no deba ocurrir para la generación actual”.

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: Haaretrz