por Dr. Israel Jamitovsky
Cuando se rastrea y analiza la festividad de Janucá en las fuentes judías tradicionales, asoma en principio un fenómeno incomprensible. A diferencia del resto de las festividades e incluso las tardías como Purim , no existe en el Talmud un tratado especial(Masejta en hebreo) de Janucá y toda su normativa forma parte del Tratado de Shabat.
En este Tratado no hay invocación alguna al triunfo de Matitiyahu y sus hijos en el campo de batalla , así como su rebelión contra el imperio griego-seleúcida en su intento de exterminar el judaísmo. Sólo se señala y se enfatiza el milagro de la pequeña cantidad de aceite que encontraron en una vasija, la cual duró mas de lo normal y alcanzó hasta que se pudo preparar y transportar un nuevo aceite al templo.
Asimismo en el libro Macabim A se invoca y se centra en el triunfo de los Macabeos en mérito al cual se purificó el Templo, se inauguró el atar y se reanudaron las ofrendas.Por su parte Maimónides al analizar los hechos históricos vinculados con Janucá, omite la victoria macabea y enfatiza el triunfo del judaísmo ante el intento griego de extinguirlo así como en el milagro de la vasija de aceite previamente invocado.
A su vez, en el volumen Macabim B paradojalmente se ignora el triunfo macabeo centrándose en la faceta espiritual y en el milagro de la vasija de aceite.¿Cómo explicar esta diferencia de criterios? El Prof.Daniel Schwartz señala que ambos volúmenes reflejan dos coyunturas diferentes.El Macabim A se elaboró en hebreo , en la Tierra de Israel reflejando su problemática, enfatizando que la defensa armada y la lucha por sus derechos son fundamentales para la existencia del pueblo judío.A su vez el volumen Macabim B surgió en el exilio helénico y escrito en griego en el que aflora una postura mas conciliadora con el medio gentil circundante y en el cual el genuino heroísmo no asoma en el campo de batalla sino en el colectivo que está dispuesto a sacrificar hasta su vida y no renunciar a su fe religiosa.Posteriormente en la época de los tanaítas(Siglo 2 y 3 D.C.), se incorporó a las oraciones cotidianas una oración especial para los días de Janucá en la que se menciona la victoria de los macabeos gracias a la ayuda del Todopoderoso y que continúa vigente en nuestros días.
¿Cuáles fueron las razones de este silencio en los casos antedichos? Recuérdese que las hostilidades comenzaron cuando Matitiahu el Jasmoneo mató a un judío acólito del culto heleno que pretendió ofrendar un sacrificio a un ídolo griego en el Templo .Fue al principio una guerra fratricida con todas sus implicancias y el dolor que conlleva. Pero mas allá de ello, a mi juicio los sabios judíos entendieron con mucha pupila que la victoria de los macabeos en el campo de batalla por mas heroica que fuera, configuró nada mas que un medio para proteger la tradición religiosa del judaísmo y que lo fundamental era precisamente preservarla para asegurar la existencia y continuidad judías. Recordemos que los sabios judíos enfatizaron siempre la fortaleza del espíritu y no en vano abogaron por la moderación y limitación al uso de la fuerza. De ahí la célebre sentencia » ¿quien es el héroe? el que domina sus instintos».
EL SIONISMO POLÍTICA Y SUS SECUELAS
Este cuadro se modificó sustancialmente con la irrupción en nuestros días del Sionismo Político.La minoría judía que erguida empuña las armas, combate sin cuartel a la potencia colonial y la expulsa de su tierra ancestral, encajaba como anillo al dedo en la narrativa y en el discurso sionistas.
Desde ese momento Janucá se convierte en una festividad nacional con los matices que cada corriente ideológica le aportó, recogiendo de los Hasmoneos aquellas facetas que se avenían con su ideología y bases programáticas. Así ,desde el Laborismo aflora igualmente una lectura social de la festividad.En su momento Itzjak Ben Tzvi-que posteriormente sería el Presidente de Israel- afirmó que los Sacerdotes y los poderosos se enriquecieron a costa de los sectores populares y que las medidas adoptadas por el Gobernador Heleno Antíoco suscitaron un enfrentamiento entre el pueblo oprimido, fiel a la Torá y a la Tierra de Israel y los poderosos que traicionaron a su pueblo y colaboraron con el opresor helénico.
En la derecha sionista, los revisionistas enfatizaron únicamente el coraje y valor de los Macabeos en la liberación de su tierra. Recuerdo que en los años 80 en la revista Bamajané-órgano del Ejército de Defensa de Israel- un historiador militar definió la lucha desplegada por los Macabeos como una genuina guerra de guerrillas. De ahí que la lucha emprendida por los Macabeos fue un referente para el quehacer de las distintas organizaciones clandestinas judías que operaron previo al nacimiento del Estado de Israel, internalizando también aquellas facetas que comulgaron con su ideología y base programática.
La Haganá(izquierda) recalcó su base y apoyo popular.En el ala derecha, el Etzel enfatizó el hecho de la rebelión contra la potencia extranjera sin consultar con la dirigencia oficial judía e incluso contradiciendo su postura. A su vez otra organización-el Leji- señaló que uno de las conclusiones de la Rebelión de los Hasmoneos (Macabeos) es hacer uso del exterminio personal en tanto opción combatiente legítima cuando así lo requieran las circunstancias. Parafraseando al historiador y ex Ministro de Educación de Israel Prof. Benzión Dinur » La festividad de Janucá se transformó en la festividad de los Hasmoneos».
Desde tiendas del Sionismo Religioso se apuntó a amalgamar la faceta nacional con la religiosa. Acorde al Rabino Yeshayahu Shapira, líder del Hapoel Hamizraji(facción obrera y kibutziana del Sionismo Religioso), la gesta de los Hasmoneos es un referente de compromiso orgánico e inseparable con la tradición religiosa y la Tierra de Israel.
Previo al nacimiento de Israel, el colectivo laico de la comunidad judía secularizó la festividad de Janucá, instrumentando en buena medida la conocida reflexión acuñada por David Ben Gurión: La creación judía va del Tanaj(Biblia Hebrea) al Palmaj(organización de combate de la izquierda sionista).La conclusión era nítida, se ignoró la tradición oral judía de casi dos mil años. Esta postura secular se reflejó en canciones, marchas, concentraciones populares en la cuales junto al encendido de velas afloraban discursos y declaraciones de índole nacional y político. El centro de estas actividades se desarrollaba en Tel-Aviv en la cual miles de niños y mayores desfilaban empuñando banderas, antorchas y velas con acompañamiento musical.
Después de la erección del Estado de Israel, se redujo la festividad en el espacio público y ya no se la invoca en marchas y asambleas públicas.Por otra parte el Día de la Independencia de Israel tomó su lugar en tanto festividad central y nacional de su población. El Prof. Eliezer Don Yehija estimó que habida cuenta del aumento del número de tradicionalistas y religiosos en la sociedad israelí, en cierto modo se ha retornado al festejo tradicional de Janucá. Personalmente agregaré que el boom demográfico que atraviesa Israel con familias compuestas por numerosos miembros, determina que la festividad se celebre en los espacios de cada familia y comunidad.
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