Por Yoni Ben Menajem
El abogado de la familia, Hakan Kamoz, apeló recientemente a Karim Khan, el fiscal general de la Corte Penal Internacional en La Haya, para exigirle una investigación sobre las circunstancias del asesinato de Banat para que enjuicie a todos los responsables de su muerte.
A las 3 a. m. del 24 de junio, catorce efectivos de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) arribaron a la vivienda de su pariente en el área de Jebel Johar, en Hebrón, para detener a Banat e interrogarlo. Rompieron las ventanas de la casa con barras de hierro y luego abrieron la puerta. Dos efectivos de seguridad rociaron con gas pimienta a los familiares de Banat que dormían cerca suyo y los amenazaron con pistolas en la cabeza.
Después de que identificaron a Banat, lo golpearon en la cabeza con una barra de hierro. Luego, otros lo golpearon con cachiporras y con las culatas de sus armas. Lo arrastraron de la cama al suelo, le desnudaron la parte superior del cuerpo y lo esposaron con las manos atadas a la espalda. Continuaron golpeando a Nizar Banat, a pesar de estar esposado y de que no opuso resistencia a la detención, según las órdenes del comandante de la fuerza, y se negaron a brindarle atención médica. Luego lo rociaron con gas lacrimógeno y lo arrastraron hasta uno de los vehículos que esperaban afuera. Más tarde, cinco miembros del aparato de seguridad regresaron a la casa y confiscaron la computadora, la cámara y el teléfono celular de Banat.
Banat fue llevado a la Dirección de Seguridad en Hebrón y 20 minutos después fue trasladado al hospital en Hebrón donde fue pronunciado su deceso. La causa de la muerte fue la acumulación de lesiones por los golpes que recibió.
La medida inusual de la familia Banat contra la Autoridad Palestina refleja su ira y frustración por la conducta de la entidad. Los catorce acusados del asesinato fueron puestos en libertad y la Autoridad Palestina ha estado tratando durante un año y medio de retrasar su juicio, mediante la procrastinación intencional y postergando las audiencias.
En un comunicado, la familia Banat acusó directamente al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, de ser el responsable de la muerte de su hijo, debido a su responsabilidad sobre las fuerzas de seguridad palestinas. La familia anunció su determinación de “llegar hasta el final y hacer justicia a la pandilla que asesinó a Nizar Banat”.
El juicio de la Autoridad Palestina en Ramallah a los acusados del asesinato se abrió tras la fuerte presión ejercida por parte de la Administración Biden, la Unión Europea, las organizaciones de derechos humanos y la calle palestina, que realizó una serie de manifestaciones, principalmente en Ramallah y Hebrón, contra el régimen dictatorial de Mahmoud Abbas.
Hasta el comienzo del juicio, la Autoridad Palestina intentó llegar a un acuerdo de compensación con la familia a cambio de cancelar el juicio. Se les ofreció una gran suma de dinero y puestos de trabajo en la Autoridad Palestina; pero todas las ofertas fueron rechazadas.
Incluso después del asesinato de Nizar Banat, la Autoridad Palestina siguió usando la fuerza y sus fuerzas de seguridad reprimieron violentamente las manifestaciones que pedían la renuncia de Mahmoud Abbas, el castigo para los asesinos y el establecimiento de una comisión internacional de investigación sobre el caso.
Según la ley palestina, los acusados de la Autoridad Palestina enfrentan penas de prisión que van desde los siete años hasta la cadena perpetua. Sin embargo, esto no va a suceder. La Autoridad Palestina está decidida a protegerlos. Por lo tanto, la familia Banat apeló a la Corte Penal Internacional de La Haya para presionar a la Autoridad Palestina abriendo una investigación sobre el caso.
Mientras tanto, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, se está aprovechando de las preocupaciones sobre el posible colapso de la Autoridad Palestina y sus consecuencias para la estabilidad regional, con el fin de retrasar el juicio.
El asesinato de Nizar Banat tenía la intención de enviar un mensaje claro a todos los opositores políticos del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quien continuará reprimiendo enérgicamente a sus críticos y oponentes, al igual que el resto de los gobernantes dictatoriales del mundo árabe. No hay diferencia entre ellos.
Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs
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