El Muro Occidental del Monte del Templo o Muro de los Lamentos es uno de los remanentes más gloriosos y significativos de Jerusalén desde los días del Segundo Templo, destruido hace aproximadamente dos mil años.
La imagen que todos tenemos de la parte visible del Muro es de solo 70 metros, pero esconde un largo de casi medio kilómetro. Los antiguos espacios subterráneos guardan magníficos hallazgos arqueológicos, como grandes arcos de piedra, fosos de agua, un antiguo acueducto que finaliza en la piscina Strouthion y más.
El tour de los túneles está considerado como una atracción internacional y es uno de los sitios imperdibles en la ciudad de Jerusalén.
El mapeo de la ciudad de Jerusalén estuvo a cargo del ingeniero y arqueólogo llamado Charles Wilson quien llegó a la Tierra de Israel en 1864. A principios de 1867, unos dos años después de los descubrimientos de Wilson, otro investigador británico llegó a Jerusalén como emisario de la Fundación Británica para la Investigación de Tierra Santa. Este investigador, Charles Warren, cavó pozos en el Arco de Wilson (uno de ellos se encuentra en la sala de oraciones dentro del Arco de Wilson) y llegó hasta la roca de fondo de la infraestructura original. Durante su misión en Jerusalén, Warren descubrió también una de las cuatro puertas de acceso al Monte del Templo que se encontraba en el Muro Occidental en la época del Segundo Templo, la que posteriormente fue denominada la Puerta de Warren. Wilson y Warren se cuentan entre los primeros en descubrir la continuación del Muro Occidental hacia el norte, pero tuvieron dificultades para continuar las excavaciones organizadas y su misión nunca fue completada debido a los obstáculos impuestos por el gobierno otomano. Ellos descubrieron restos de edificios pero no lograron llegar a entender qué fueron y no pudieron explicar los vínculos entre ellos.
Después de la Guerra de los Seis Días y la reunificación de Jerusalén se reanudaron las excavaciones de los túneles del Muro de los Lamentos que habían sido interrumpidos por el largo tiempo de 50 años. El trabajo estaba destinado a revelar toda la longitud del Muro. Este proyecto fue encomendado al Ministerio de Culto y encabezado por el Rabino del Muro de los Lamentos, el extinto Rabi Meir Yehuda Getz, con gran dedicación y cuidando hasta el más mínimo detalle de ingeniería y gestión. Las excavaciones continuaron durante casi 20 años, haciendo frente a muchas dificultades y desafíos. Con el establecimiento de la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos en 1988, la responsabilidad por las excavaciones pasó a sus manos y es quien continúa con este proyecto hasta el presente, a la vez que abrió los túneles al público.
Durante las excavaciones se revelaron nuevos datos, algunos de ellos desconocidos previamente, acerca de la historia y la geografía del complejo del Monte del Templo a través de las generaciones. Se descubrieron detalles anteriormente desconocidos acerca de métodos de construcción, sitios ocultos e importantes hallazgos arqueológicos. Poco a poco el gran puente del período del Segundo Templo fue descubierto, junto con baños rituales que sirvieron a los residentes de Jerusalén y a peregrinos, una calle que, basándose en monedas y lozas de barro cocido halladas en el sitio, se estima que datan de la época del Segundo Templo, y desde luego el Muro Occidental prácticamente en toda su longitud. Las excavaciones también revelaron inmensas capas de piedra del Muro, cuidadosamente talladas e increíblemente bien preservadas, antiguos pozos de agua y un antiguo canal de la época de los Hasmoneos que fue bloqueado por Herodes cuando amplió el sitio del Monte del Templo, junto con impresionantes proyectos musulmanes de construcción de la Edad Media que en gran medida han preservado al Muro en el transcurso de los años. Todos estos hallazgos convirtieron a los Túneles del Muro de los Lamentos en un fenómeno histórico y un tesoro arqueológico. Aún hay mucho más oculto de los que ya ha sido revelado a los pies del Monte del Templo, de modo que la excavación en los túneles continúa.
La Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos ha invertido grandes esfuerzos para preparar los túneles para el público y habilitar un pasaje seguro y placentero para los visitantes. Restaurar los antiguos arcos, estabilizar las piedras dañadas por terremotos y reparar los daños del agua requirieron soluciones originales de ingeniería y seguridad. Fueron instalados un nuevo acondicionador de aire, iluminación y sistemas de alcantarillado, se construyeron senderos apropiados también para discapacitados. A fin de completar la vivencia del visitante en el sitio, fue establecida una red de guía profesional y explicativa, utilizada por todos los visitantes a los túneles, que los expone a todos los detalles fascinantes involucrados en la construcción del Muro Occidental y del Templo y sobre la vida cotidiana en la antigua Jerusalén. Guías en los Túneles del Muro de los Lamentos se ofrecen en una variedad de idiomas y para una amplia gama de públicos: religiosos, grupos escolares, soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, familias, grupos organizados y turistas de Israel y de todo el mundo.
Los túneles del Muro de los Lamentos son una especie de ‘túnel del tiempo’ a la Antigua Jerusalén y cada visitante es trasladado rápidamente a los gloriosos días de Jerusalén, tal como fueron durante el primer siglo de nuestra era. No obstante, la visita no es solo un viaje a través del tiempo sino también una valerosa lección de historia judía y de la arqueología y topografía de la ciudad.
Visite el sitio oficial Thekotel.org, no solo encontrarás los video y la historia sino también la puerta de entrada para recorrerlo ysentir el peso de la historia del muro más sagrado.