¿Cuáles son las implicaciones del papel de China en la guerra entre Rusia y Ucrania?

Por Jonathan Spyer

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en una entrevista concedida a fines de febrero, expresó la preocupación de su país ante la perspectiva de que China pueda estar preparándose para proporcionar armamento a Rusia para su esfuerzo de guerra en Ucrania. Según Blinken, citado por la agencia de noticias Associated Press, “Hemos estado observando esto muy, muy de cerca. Y, en su mayor parte, China se ha dedicado a brindar apoyo retórico, político y diplomático a Rusia, pero tenemos información que nos preocupa de que estén considerando brindar un apoyo letal a Rusia en la guerra contra Ucrania”.

El secretario de Estado no reveló ningún detalle sobre la información que EE.UU. afirma tener al respecto. La entrevista fue dada hace dos semanas.

“Confiamos en que el liderazgo chino está considerando la provisión de equipo letal”.

William Burns

El director de la CIA, William Burns, confirmó las sospechas de Estados Unidos en una entrevista ofrecida a la CBS News el 26 de febrero. Burns dijo que “estamos seguros de que los líderes chinos están considerando suministrar equipo letal”. Burns agregó diciendo que la decisión de Estados Unidos de hacer pública la noticia tenía la intención de disuadir a Beijing de seguir adelante con el plan.

Desde entonces, no han surgido más detalles de las voces oficiales. Un oficial estadounidense retirado, el teniente general Ben Hodges, en una entrevista con el canal de televisión alemán BR24, hizo la acusación específica de que “China ha brindado ayuda a Wagner… los chinos han tomado partido”. Hodges es excomandante del Comando Terrestre Aliado de la OTAN. Sin embargo, se retiró del ejército en 2017, por lo que sus palabras no representan una posición oficial y no está claro en qué se basan.

Ciertamente, cualquier asistencia brindada por China a una formación irregular como la Compañía Militar Privada Rusa Wagner parecería estar completamente fuera de lugar para Beijing. Se sabe que China prefiere trabajar a través de fuertes autoridades estatales centralizadas y evitar enredos con formaciones irregulares y cuasi estatales.

Vladimir Putin y Xi Jinping durante una visita a Moscú en mayo de 2015 Foto archivo: Kremlin.ru CC BY 4.0 vía Wikimedia Commons

Participación china en la invasión rusa de Ucrania

Entonces, en ausencia de declaraciones posteriores claras que surjan del gobierno de los EE. UU., ¿Qué se puede decir con respecto a estas afirmaciones? ¿Deberían tomarse en serio? Si hay algo de ello, ¿cuáles serían las implicaciones de un suministro chino de armas para el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania, tanto en términos de la situación estratégica global como en términos de Medio Oriente?

Con respecto a las declaraciones en sí, es notable que un informe de NBC sobre este tema del 3 de marzo afirmó revelar algunos detalles sobre el proceso por el cual se obtuvo la información. NBC, citando a «un funcionario estadounidense actual y otro anterior familiarizado con la inteligencia», afirmó que la inteligencia se obtuvo de «funcionarios rusos». El informe sostuvo además que las autoridades estadounidenses optaron por no revelar más detalles de la información obtenida para proteger a estas fuentes (presuntamente lo que significa que los funcionarios están sirviendo actualmente).

En este sentido, cabe señalar que el historial actual de la inteligencia estadounidense a nivel estratégico en el conflicto de Ucrania es muy bueno. Washington, como ahora está claro, obtuvo información sólida a fines de 2021 sobre la inminente invasión rusa de Ucrania y trató de advertir al gobierno ucraniano y sus otros aliados.

Según un informe del Washington Post sobre este tema, esta “imagen de inteligencia detallada” fue “compilada a partir de imágenes satelitales recién obtenidas, comunicaciones interceptadas y fuentes humanas”. Estos se pusieron a disposición porque «la comunidad de inteligencia de EE. UU. había penetrado múltiples puntos del liderazgo político, el aparato de espionaje y el ejército de Rusia, desde los niveles superiores hasta el frente, según funcionarios estadounidenses».

El hecho de que la comunidad de inteligencia de EE. UU. parezca haber acertado con la invasión de Ucrania de una manera impresionante no significa, por supuesto, que todos sus pronunciamientos y evaluaciones posteriores deban aceptarse al pie de la letra. Su récord en los últimos años hasta ese momento ha sido mucho menos estelar.

Sus fracasos condujeron, en gran medida, a las debacles de Irak y Afganistán. Sin embargo, la evidencia de eventos recientes en el contexto específico de Rusia y Ucrania sugiere que cuando los altos funcionarios del gobierno de EE. UU. hacen declaraciones sobre desarrollos a este respecto, deben tomarse muy en serio.

EL Partido Comunista Chino no se destaca por su sentimentalismo. La invasión rusa de Ucrania hasta ahora ha sido mayormente una muestra de ineptitud impactante. Uno de sus subproductos notables ha sido acabar rápidamente con la imagen de renovada eficacia brutal, con su desempeño contra débiles enemigos en Siria, que había dotado temporalmente al ejército ruso. El patrón de comportamiento de China a nivel mundial implica evitar las demostraciones crudas de la fuerza militar convencional. Prefiere construir influencia lentamente, a través del comercio, la inversión y la riqueza.

Estas inversiones bien pueden estar destinadas a futuros usos estratégicos y militares. Están, se dice a menudo, acompañadas por el empleo generalizado y despiadado del espionaje. Pero las invasiones militares convencionales, y especialmente las administradas y ejecutadas de manera incompetente, no son el tipo de proyecto que uno esperaría que Beijing respaldara. Especialmente si al hacerlo parece reforzar el fracaso.

Y, sin embargo, Beijing ha actuado desde la invasión rusa como una especie de facilitador silencioso para Rusia, aumentando el comercio y los envíos (en más del 26 %) durante el último año, ayudando a los rusos a evitar el impacto de las sanciones internacionales y aparentemente buscando en su “mediación”, esfuerzos para detener o congelar el conflicto en términos ventajosos para Rusia. Es posible que Beijing no haya querido la invasión rusa, pero está claramente involucrado en una estrategia más amplia de competencia con los EE. UU. en la que Rusia es un socio problemático. Como tal, China seguramente desea evitar la derrota estratégica de la invasión rusa.

En la actualidad, mientras los rusos se desangran en la estratégicamente intrascendente ciudad de Bajmut en el Donbás; los sistemas de armas occidentales, entre ellos los tanques Leopard 2, se están abriendo paso hacia Ucrania. Se está preparando un martillazo y es probable que caiga en algún momento de la primavera o el verano. Por lo tanto, es totalmente plausible que China desee reforzar discretamente a su aliado para equilibrar esta ventaja ucraniana y evitar el eclipse de los objetivos bélicos rusos.

Finalmente, ¿Cuáles son las implicaciones de esto? Si (como predijera con cautela) resulta ser cierto, debería agregarse a la cabeza de la lista de eventos y desarrollos recientes que sugieren el lento surgimiento de un bloque global antioccidental de estados y movimientos, en el que China está destinado a ser, con creces, el elemento más poderoso y consecuente. El surgimiento paralelo de una alianza estratégica entre Rusia e Irán, como consecuencia de la guerra en Ucrania, forma una parte adicional del mismo cuadro. El este de Ucrania congelado (pronto a descongelarse) está muy lejos del Medio Oriente. Pero lo que sucede allí importa aquí.

Fuente: The Jerusalem Post

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