Erich Fromm: El amor no es solo una relación personal, sino un rasgo de madurez

Erich Fromm, referente del humanismo cultural, está considerado como uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, sobre todo por su capacidad para conjugar la profundidad y la simplicidad en un estilo muy accesible. Nació en Frankfurt, Alemania, el 23 de marzo de 1900 y falleció el 18 de marzo de 1980 en Muralto Suiza. Fue psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista.

Fromm se crió en Fráncfort del Meno, en el seno de una familia judía que seguía estrictamente los preceptos de la religión de esta cultura: muchos de sus miembros fueron rabinos. El propio Erich Fromm también quiso inicialmente seguir ese camino de vida. Sin embargo, estudió primeramente derecho, luego se trasladó a Heidelberg para estudiar sociología, donde hizo su doctorado en 1922 bajo la asesoría de Alfred Weber, acerca de la ley judía. Hasta 1925 asistía a clases de Talmud con Salman Baruch Rabinkow.

En 1926 contrajo matrimonio con la psicoanalista Frieda Reichmann. A fines de la década de 1920 Fromm comenzó su formación como psicoanalista en el Instituto Psicoanalítico de Berlín con un discípulo de Freud que no era médico: el jurista Hanns Sachs. En ese tiempo, él y su esposa abandonaron la vida religiosa ortodoxa judía. En 1931 se divorció de Reichmann, con quien mantuvo una estrecha amistad de por vida. El 25 de mayo de 1934, tras la toma del poder por el partido Nazi, emigró junto con otros miembros del instituto a los Estados Unidos.

Durante los años 40 Fromm desarrolló una importante labor editorial, pues publicó varios libros luego considerados clásicos sobre las tendencias autoritarias de la sociedad contemporánea y se desvió marcadamente de la teoría original freudiana.

Sus ensayos son de permanente actualidad, dejando obras póstumas como “El miedo a la libertad” en el que Fromm analiza la situación del hombre en la moderna sociedad industrial y la paradójica noción de libertad/esclavitud que se produce al liberarse de los vínculos de la sociedad tradicional, cayendo preso de las nuevas trampas del consumo y la estandarización cultural.  El miedo a la libertad es un análisis de la sociedad de consumo cuya lucidez y profundidad siguen vigentes en la actualidad.

Fromm habla de las necesidades básicas resultantes de la condición humana, define estas como las siguientes: La necesidad de vínculo, de un marco de orientación, de poder entregarse a algo, de arraigo, de identidad y de trascendencia. Una permanente búsqueda capaz de orientar la formación de una personalidad equilibrada dentro del caos cultural, la violencia y la soledad que constituyen las perversiones del totalitarismo en la sociedad contemporánea.

De sus obras trascendentales está  “El arte de amar”:  «El amor intenta entender, convencer, vivificar. Por este motivo, el que ama se transforma constantemente. Capta más, observa más, es más productivo, es más él mismo.»

El arte de amar es uno de los títulos clave en la bibliografía de Erich Fromm. En él, el filósofo alemán no pretende un manual ni una guía. Considera el amor no como una sensación placentera de autosatisfacción, sino como un arte hacia los demás que requiere un conocimiento y un esfuerzo.

Fromm nos explica que el amor no es sólo una relación personal, sino un rasgo de madurez que se manifiesta en diversas formas: amor erótico, amor fraternal, amor filial, amor a uno mismo… Nos dice también que el amor no es algo pasajero y mecánico, como a veces nos induce a creer la sociedad de hoy. Muy al contrario, el amor es el fruto de un aprendizaje. Por ello, si queremos aprender a amar debemos actuar como lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte.

Es también autor, entre otros libros, de El amor a la vida, La vida auténtica, La condición humana actual, El arte de escuchar o Del tener al ser