DAIA “Yo me opongo a que la institución utilice el acercamiento a funcionarios públicos para hacer actividades de recaudación” Claudio Avruj

Hace algunos días trascendió la información de un encuentro propiciado por la DAIA con el ministro de Economía, Sergio Massa, para un grupo reducido de empresarios, en el que aportaría cada uno de ellos, mil dólares que irían a las arcas de la entidad política representativa de la comunidad judía de la Argentina.

Para analizar esta situación, invitamos a dialogar con Radio Jai a Claudio Avruj, quien ha sido Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, previamente, Director de Relaciones Institucionales el Gobierno de la Ciudad, Director Ejecutivo de la DAIA y candidato dos veces para presidir esa institución.

Avruj fue uno de los primeros en plantear su preocupación por ese encuentro con el Ministro Massa para el próximo 3 de abril, y confesó: “Cuando tuve conocimiento de esta actividad, realmente me preocupó y ahondó más mi tristeza por el rumbo que la institución representativa, la representación política que tiene, está tomando”. Opina que “es un error muy grande”, una “malversación” muy grave de la misión institucional.

Señala que es, no entender lo que es el lobby político que una institución como la DAIA de tercer grado, debe llevar a cabo, porque se trata de un evento privado, anunciado en forma privada, no un evento abierto a la luz pública. Y subrayó que se trata de una invitación de dos funcionarios del primer nivel, el Ministro de Economía, un funcionario actual del Gobierno Nacional y del Embajador de los Estados Unidos, y que la gravedad está puesta en que ese evento tiene fines recaudatorios. “Yo me opongo a que la institución utilice el acercamiento a funcionarios públicos para hacer actividades de recaudación”, declaró.

Sin embargo, indicó que desea dejar al margen a los empresarios o a los invitados que han abonado la tarjeta de invitación, porque obviamente tiene que haber un compromiso de toda la comunidad y del empresariado de la comunidad, para sostener a las instituciones representativas.

“La DAIA tiene que aprender a no vivir de los estamentos nacionales, municipales o provinciales, tiene que vivir de sus propios recursos, comunitarios por excelencia, institucionales y privados”, remarcó
Afirma que, bajo ningún punto de vista, por poner en primer lugar la necesidad del dinero, la DAIA debe llevar adelante este tipo de actividades, que calificó de “malversación” de la función y la misión para la cual fue creada, y que eso distancia mucho más a la institución de la comunidad, genera sospechas de la institución, la aleja de la consideración y la estimación política en general, y le hace un daño muy muy grave, muy difícil de remontar después del tiempo.

Acerca de que este tipo de encuentros se realiza con normalidad en otros países, Avruj manifestó que no conoce de otras experiencias, pero que cree que no hay ninguna comparación que sea posible porque hay que entender la idiosincrasia de cada uno de los países ; que, en un país como el nuestro, con la convulsionada que está la política en la Argentina a todo nivel nacional y comunitaria, no se puede utilizar a un evento de recaudación cuando el valorador principal es un funcionario del Gobierno Nacional o del Gobierno de la Ciudad o del estamento que fuere, y que justamente este tipo de reuniones con funcionarios son para esclarecimiento de la comunidad, encuentros políticos que la DAIA tiene que llevar a cabo. Reiteró que esta es una reunión de empresarios con el Ministro de Economía, un ministro que además, está cuestionado por muchos motivos en este momento, y que no es la DAIA la que debe llevar adelante esta actividad.

Consideró que esto tiene que ver con el vaciamiento de la agenda de la DAIA, que estamos padeciendo hace muchos años un corrimiento muy grande de la misión de la DAIA, de su agenda, que tiene que ver con el desconocimiento de la actividad política en su esencia que tiene que llevar a una institución representativa, donde se privilegian los intereses personales por sobre el interés comunitario.
Y reiteró: “Ninguna actividad que tenga que ver con la recaudación para solventar a la institución puede justificar esta que se está llevando a cabo”.

Respecto de su mirada de la DAIA en el vínculo con los diversos actores de la política argentina, el ex Director Ejecutivo de esa institución, dijo que “desgraciadamente a la DAIA se la ve en una situación muy débil”, muy alejada de lo que fue históricamente: un centro de consulta, un centro de referencia, una usina de pensamiento para nutrir a la sociedad argentina con propuestas programáticas serias, con proyectos de leyes, con ideas de pensamientos, de recorrido con debates muy profundos. Remarcó que siempre la DAIA estuvo puesta al servicio de la comunidad y la sociedad y que hoy la DAIA no está en la consideración del mundo político, que DAIA tiene gravísimos problemas de relación con el gobierno actual y que no se la ve en una agenda pública importante y trascendente.
Como muestra de ello, citó algunos ejemplos cercanos, el del viernes 17 de marzo, a 31 años del atentado a la Embajada de Israel, primer acto de violación de la soberanía nacional por parte del terrorismo internacional, del que no se ha escuchado la voz de la DAIA en ningún lugar, cuando en otras épocas junto con el embajador de Israel la comunidad, a través de la DAIA se expresaba. El 11 de marzo se hizo un homenaje en la Embajada de Francia con la AMIA por la víctima de los atentados, fue la AMIA, y no la DAIA, son señales de debilidad muy grandes, y el 27 de enero, el Día Internacional del Holocausto, fue un acto licuado también en su contenido en el Museo del Holocausto, donde la DAIA pasa absolutamente desapercibida en su mensaje.

“Esa sumatoria de actos que se viene dando en los últimos años, lo que produce es un alejamiento de la comunidad”, opinó. Indicó que la DAIA tiene hoy un grave problema de representatividad en la comunidad, y que tiene el mismo problema con la sociedad, donde no está reconocida, no está visualizada, lo que realmente ve muy grave.

Como profesional que estuvo al frente de la Institución durante 13 años se define como un defensor permanente de la DAIA, que conoce su proyección, sabe cuál es el lugar que la sociedad y la sociedad política espera de la comunidad judía, y por ello le da mucho enojo y mucha pena este corrimiento de la DAIA, que tiene que ver con haber elegido dirigentes que no tienen la preparación, la capacidad, ni la motivación política que se necesita para ejercer este tipo de cargos.
Avruj remarca que revaloriza y reivindica la existencia de la DAIA como necesidad, como una creación de las instituciones que exigen y que requieren de una representación, pero insiste en que lo que hoy está en crisis, es el ejercicio de esa representación, el mal uso y la debilidad que la DAIA demuestra permanentemente. El problema que identifica lo señala en los dirigentes, que son los mismos, los que no terminan de entender el valor de la comunidad, el valor de las instituciones, entonces se canjean puestos, se colocan personas en distintos cargos sin tener el mérito que requiere la función, que no conocen lo que la comunidad necesita y que no saben cómo lograr elevar el nivel de la comunidad. Dijo que se necesitan liderazgos proactivos, propositivos, que traigan pensamiento; y que, aunque no defiende aquello de que “todo el tiempo pasado fue mejor”, cuando se hace historia, se ve que la comunidad se nutrió de gente muy rica, de intelectuales judíos que aportaban permanentemente pensamiento, que los profesionales de la comunidad judía se reunían y ofrecían siempre debates, pensamiento crítico, elevación. Recuerda, que los partidos políticos de la comunidad, los debates eran intensos, tanto para elegir la conducción de la AMIA, de la DAIA, de la OSA; hoy todo esto se ha desvirtuado, se ha terminado en personalismos que, al igual que en la política nacional, cuando todo termina en personalismos, se debilita absolutamente el contenido de la política, y por ende, el funcionamiento de las instituciones.

Coincidió el entrevistado en que la comunidad judía no tiene un verdadero diagnóstico y un anteproyecto pensado, meditado sobre el tipo de comunidad que hoy se debería pensar para el siglo 21 y señaló que, fue precandidato a la elección de la DAIA, planteaba dentro de los puntos de su programa empezar a trabajar en una mesa de diagnóstico para poder llegar a una transformación de la comunidad frente a los tiempos que se viven. Y señaló que en este escenario con ausencia de profesionales, de dirigencia de nivel, no hay quién piense la comunidad en el presente con vistas del mediano y largo plazo:
No hay diagnóstico, justamente porque cuando se eligen los cargos en las instituciones centrales, se la eligen en función de personalismos y cuotas de poder, y no en pensamiento comunitario compartido genuino”, declaró. Y agregó que el vaciamiento en la agenda de la DAIA tiene que ver que donde se privilegia una acción individual, se privilegia la necesidad de recaudar dinero, se privilegia una foto de ocasión, se privilegia una frase dicha sin sentido (se refiere al mal uso del término “banalización” para acusar a Sturzenegger).

Respecto de que se concrete o no la reunión de la DAIA con el ministro Massa, Avruj opinó que cree que esta se realizará, que la DAIA tiene su autonomía para ello, pero que sabe que hay mucha disconformidad interna, muchas voces internas que discuten esta actividad y que se quejan también de la falta de escucha de los dirigentes de esta institución central, actitud que leen como soberbia.

Finalmente, Avruj indicó que hay muchísimas formas más de recaudar dinero, pero que ello requiere esfuerzo, trabajo, convicción, inteligencia puesta al servicio de la institución; y no la de buscar el atajo más fácil, como recurrir al Estado, lo que, a la larga compromete, va vaciando la agenda y va menguando la importancia de la DAIA en la consideración pública.

 

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Redacción: Prof. Cita Litvak