La prueba del misil norcoreano

Ayer jueves, en Corea del Norte se lanzó un nuevo misil intercontinental (ICBM) como ejercicio de “contraataque nuclear”, provocando el alerta en la isla de Hokkaido, la más septentrional del archipiélago japonés, aunque finalmente cayó en las aguas fuera del límite de la zona económica exclusiva del país peninsular. Los ciudadanos de la parte norte de Japón fueron llamados a los refugios nucleares, para dar luego la noticia de alivio de que no hubo peligro nuclear.

Recientemente, ya en Corea del Norte se lanzaron otros dos misiles de corto alcance, como respuesta a los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos, país que mantiene su presencia en la atribulada península desde la Guerra de Corea (1950-1953), sin que haya prosperado la posibilidad de un acuerdo de paz entre las partes desde entonces. Lo que continúa es un armisticio, y periódicamente desde el régimen de Pyongyang se muestran los músculos para poner en alerta al planeta. Se trata de un sistema totalitario que ha llegado a sobrepasar a cualquier otro del pasado y del presente en el control que mantiene sobre su sociedad, militarizándolo y aislándolo, a la vez que llevando a una situación de pobreza que oculta con el bombardeo de propaganda.

En un contexto planetario marcado por la guerra en Ucrania y por la creciente hostilidad de la República Popular China hacia Taiwán, los movimientos de Kim Jong Un añaden un elemento de inestabilidad en Asia Oriental. En ese tablero están ubicados, como países fronterizos de Corea del Norte, la República Popular China, Rusia y Corea del Sur, y al otro lado del estrecho se encuentra Japón, siendo estos dos últimos aliados a los Estados Unidos desde tiempos de la guerra fría. Al poseer misiles intercontinentales con cabeza nuclear, este pequeño país utiliza estas armas no sólo como disuasión, sino como amenaza activa a cambio de remesas de alimentos para tapar las falencias de un sistema económico espartano y fallido, pero que se nutre de esta lógica perversa de recurrir al chantaje para obtener lo que podría obtener por sus propios medios en forma suficiente, si no desviara sus recursos en su carrera armamentista. Próximo a celebrarse un nuevo aniversario del nacimiento de Kim il Sung, abuelo fundador de este régimen totalitario y dinástico, el lanzamiento del misil es un recordatorio de que su peligrosidad está latente y que busca su tajada para mantenerse en relativa calma.

Ricardo López Göttig