Por el Prof. Manuel Trajtenberg
La alerta examina el conjunto de amenazas que enfrenta el Estado de Israel a raíz de la crisis interna provocada por el avance de la revolución judicial.
Desgraciadamente, la advertencia se está materializando ante nuestros ojos: durante la Pascua experimentamos una serie de difíciles eventos de seguridad en varios escenarios simultáneamente, así como un deterioro a nivel político.
Ahora es el turno de la economía: la empresa de calificación de riesgos Moody’s rebajó la perspectiva crediticia de Israel de «positiva» a «estable».
Moody’s ha calificado a Israel durante casi tres décadas, durante las cuales Israel escaló gradualmente la escala, desde una calificación inicial mediocre de A3 en 1995, hasta un A1 positivo en 2018.
Este es un logro tremendo que implicó, por un lado, un trabajo constante y responsable, una política económica, que se centró en la disciplina fiscal, las reformas económicas y el cultivo de alta tecnología y; por otro lado, la estabilidad institucional y del régimen y la existencia de un sistema judicial independiente y de alta calidad.
Estas fuentes de fortaleza nos han permitido sobrevivir tanto a eventos difíciles de seguridad (como la Segunda Guerra del Líbano) sin dañar la economía, como así también absorber impactos externos, como la gran crisis económica de 2008-9.
Este enorme logro está actualmente en peligro, no debido a una amenaza externa sino a la conducta del propio Gobierno: los economistas de Moody’s escriben explícitamente en su agudo informe publicado el pasado viernes por la noche que la rebaja de la perspectiva de la calificación refleja el empeoramiento de la situación del Gobierno, el desempeño y el deterioro del establishment institucional-gubernamental de Israel, tras la precipitada promoción de la revolución judicial sin esforzarse por alcanzar un amplio consenso.
Por otro lado, dan crédito a la protesta masiva que ha llevado a la suspensión de la legislación, y también apuntan favorablemente al establishment de seguridad y la sociedad israelí, que dicen que son «controles altamente efectivos en el ejercicio del poder del gobierno».
Moody’s advierte que si no se alcanza un amplio consenso y la polarización en la sociedad israelí empeora, entonces la calificación misma puede caer y la economía israelí se vería gravemente perjudicada.
Es muy desalentador que lo que logramos en treinta años de arduo trabajo se vea minado en tres meses, también en el ámbito económico…
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
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