La industria de los envíos se vio revolucionada en los últimos años por la aparición de los drones como nuevo método de transporte de mercadería. Se trata de un modo de envío más rápido y económico porque, en principio, no requiere de ningún mensajero.
Pero los drones son especialmente útiles en territorios en los que el transporte terrestre se dificulta, ya sea por cuestiones geográficas o cualquier otro tipo de variable que haga que una zona sea difícil de acceder.
Sin embargo, para evitar accidentes, hay que contar con un sistema centralizado que controle el tráfico aéreo de los drones. Como sucede con los aviones, algún sistema unificado debe tener la información de todas las rutas de transporte para disminuir las chances de que se produzca una colisión de dos dispositivos.
Lo cierto es que esto es imprescindible, no solo para evitar daños en los equipos. Supervisar el espacio aéreo es fundamental para evitar que aviones o personas se vean afectadas.
Es en este punto en el que aparece la alianza entre High Lander, una startup israelí que desarrolló un sistema de control del tráfico aéreo autónomo y Speedbird Aero. Speedbird es una de las empresas brasileñas pioneras en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados (UAV).
El objetivo comercial de este acuerdo es la expansión del reparto de alimentos con drones a todo el territorio brasilero. Se comenzará a trabajar en la eficiencia del sistema de reparto en las principales ciudades de Brasil, como por ejemplo San Pablo.
La plataforma UTM, diseñada por High Lander, funciona para drones controlados por computadora. Es decir que, en vez de ser manejados por una persona, es un algoritmo previamente desarrollado el que controla lo drones.
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