La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) informó el martes de la destrucción parcial de una cueva funeraria de 1.800 años de antigüedad.
Una familia estaba construyendo su casa en el norte de Israel, y en el proceso de demolición se encontró con evidencia de este sitio arqueológico e intentó cubrirla para poder avanzar con la construcción.
Pero luego de una alerta de la policía, la Unidad de la Prevención del Robo de la IAA decidió ir a investigar el terreno. En ese lote privado en el Consejo Regional de Mashhad encontraron que se había destruído una antigua cueva funeraria, quitando las piedras y dejando solo los sepulcros en mal estado.
Si bien la mayoría estaba perdida, encontraron otra cueva, y en su interior hallaron osarios que almacenaban huesos y todavía permanecían sanos.
La regulación en materia de acervo arqueológico de Israel indica que todo ciudadano está bajo el deber de informar cualquier hallazgo. De lo contrario, podría enfrentarse a tiempo en prisión o una multa de alto valor.
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