Por el Emb. Dr. Oded Eran
También concomitante con la llegada del verano es la disminución del nivel de agua almacenada o recolectada en Jordania y el aumento del nivel de preocupación en uno de los países más escasos de agua del mundo.
Desde que se firmó el Tratado de Paz con Jordania en 1994, Israel suministra agua al Reino Hachemita.
Sin embargo, las cantidades transferidas hoy no son suficientes, ya que la población de Jordania ha crecido más allá de su crecimiento natural, tras las oleadas de inmigración a raíz de la guerra de Irak y los acontecimientos de la «Primavera Árabe» en Siria, que sumaron más de un millón y medio de refugiados.
No se equivoquen: la estabilidad de Jordania y su régimen, así como la cooperación bilateral en temas de seguridad, economía e infraestructura nacional, son activos estratégicos para Israel, y de ahí el interés israelí en ayudar a Jordania a resolver problemas existenciales como la crisis del agua.
Tras los Acuerdos de Abraham entre Israel y varios países árabes, Jordania, Emiratos Árabes Unidos e Israel firmaron un memorando de entendimiento mediante el cual Israel proporcionaría a Jordania cantidades adicionales de agua, por encima de los aproximadamente 100 millones de metros cúbicos suministrados anualmente.
Paralelamente, Jordania suministrará a Israel electricidad solar y facilitará su transición hacia el uso de energía verde y renovable, que se produce, entre otras cosas, a partir del sol y el viento, como parte de la lucha mundial para reducir los daños causados por el uso de fuentes de energías no renovables.
Las ventajas de Jordania en este ámbito son las vastas áreas desérticas, la cantidad de días soleados al año y el precio de producción barato en comparación con lo que Israel puede ofrecer.
Esto crea la base para una cooperación de beneficio mutuo, que fortalece la estabilidad regional y ayuda a superar los desastres naturales en una región que también está saturada de problemas políticos, que agravan los desafíos climáticos, la pobreza, el desempleo, etc.
Por parte de Israel, el memorando de entendimiento con Jordania y Emiratos Árabes Unidos aún está lejos de cumplirse, ya que implica la determinación del sitio de desalinización en la costa mediterránea, la determinación de la ruta de transporte de agua hacia el Mar de Galilea y/o el sur del río Jordán, y las cuestiones financieras.
Sin disminuir la importancia inherente de estas preguntas, el Gobierno israelí haría bien en reconocer la importancia estratégica del tema, ya que sus implicaciones van más allá de las relaciones entre Israel y Jordania.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
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