«Más del 90% de nuestros problemas de seguridad provienen de Irán y sus representantes, y nuestra política tiene como objetivo aumentar el círculo de paz, detener a Irán y sus representantes», afirmó Netanyahu en su primera comparecencia al mando de actual gobierno ante el Comité de Exteriores y Defensa de la Knéset (Parlamento).
El primer ministro se refirió a los rumores sobre supuestas conversaciones indirectas entre EE.UU. e Irán, a través de Omán, para retomar un pacto nuclear e insistió en que «ningún acuerdo será vinculante para Israel, que seguirá haciendo todo lo posible para defenderse».
Israel considera a Irán una «amenaza existencial» y se opone a cualquier tipo de integración en la comunidad internacional a través de un acuerdo que no ponga freno definitivo a su programa atómico, mientras que en lo militar se prepara incluso para un eventual enfrentamiento armado con el régimen de los ayatolás.
Sobre el rol de Israel en Oriente Medio, Netanyahu insistió en que su prioridad es «expandir el círculo de paz» en referencia velada a los intentos israelíes de entablar relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, el país suní con más influencia en la región, y ampliar así los Acuerdos de Abraham, por los que Israel ya estableció lazos en 2020 con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.
De hecho, la reciente visita del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a Riad tenía en la agenda la normalización con Israel, algo a lo que Arabia Saudita no se opone -de hecho ambos países mantienen contactos bajo el radar- pero lo supedita a concesiones en la cuestión palestina que desemboquen en un Estado palestino.
En el centro de la política exterior israelí está «detener a Irán» y ampliar los vínculos con otros países árabes moderados de la región, para desarrollar esa «fortaleza diplomática», que se ha visto desafiada por «el surgimiento de un nuevo poder que ha reemplazado completamente al mundo árabe en su hostilidad hacia Israel», admitió el primer ministro.
«Con una mano estamos trabajando para detener a Irán y con la otra estamos trabajando enérgicamente para expandir el círculo de la paz. Estos plantean grandes desafíos y grandes oportunidades para nosotros», afirmó.
Israel considera que otros poderes regionales, como el régimen sirio de Bashar al Assad, el grupo terrorista libanés chií Hezbollah, las organizaciones palestinas Hamás o Yihad Islámica, o milicias proiraníes en Siria e Irak, actúan como satélites de Irán en la región, con el objetivo de destruir al Estado judío. EFE y Aurora
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