En varias columnas se ha tratado y analizado la actual política exterior de China, que desde la llegada de Xi Jimping ha dejado la “Diplomacia del Panda” que esgrimió Den Xiaoping, caracterizada por la prudencia y la no confrontación, por una “Diplomacia Dual”, por un lado la de “Los Lobos”, ejercida a través de las nuevas generaciones del servicio exterior, con un perfil agresivo, y por otro la de “Las Deudas”, instrumentada a través de préstamos e inversiones directas en RR.NN. e infraestructuras.
Un ejemplo de esa diplomacia de las deudas, es Sri Lanka, donde el régimen de Beijing llevó al colapso de ese país insular, pues no sólo le fue otorgado un importante préstamo en el 2017 por más de 200 millones de dólares, sino que se realizaron importantes inversiones en sectores sensibles, como la construcción del puerto de aguas profundas de Hambatota, y del aeropuerto internacional de Mattala Rajapaksa, pero ambos emprendimientos, si bien terminados, no rindieron para el gobierno de Colombo los ingresos esperados, y la deuda con el régimen chino para mediados del año pasado, alcanzó los 1.700 millones de dólares, una situación que produjo, por un lado la caída del gobierno y una crisis política, económica y social, por otra parte el endeudamiento de Sri Lanka con China encendió las alarmas, tanto en Occidente como en la India, y por último, el puerto citado fue cedido al Gigante Asiático por 99 años, lo que ha posibilitado que ahora tenga una significativa proyección estratégica en el Índico en la importante ruta marítima Este-Oeste.
En relación a esta “Diplomacia de las Deudas”, es menester analizar el cuadro de situación de la presencia china y sus proyectos de inversión, sin olvidar los préstamos o swap en yuanes que ha contraído la Argentina con el régimen de Xi Jimping.
Antes, sería útil aclarar algunos términos, como Swap y Yuan, en cuanto al primero, un swap financiero es un trato en el que una parte intercambia efectivo o el valor de un activo (pago de intereses o pago de divisas), por otro, aunque también pueden intercambiarse otros tipos de valores, como la posibilidad de incumplimiento de pago de un bono.
Los elementos característicos que conforman un swap, son: 1) fecha inicial y de vencimiento del swap, 2) la cantidad monetaria total, que determinan las cuotas y periodicidad, y 3) la especificación del interés económico y financiero de ambas partes.
Ahora bien, ¿cuál son los objetivos del swap?, 1) definir esquema de pagos con esquemas particulares que se adaptan a las necesidades de las partes, 2) aprovechar las ventajas comparativas de costos que tienen las partes, y 3) posibilitar las transacciones para ser utilizadas en una variedad de propósitos.
Es así, que los swaps son considerados como una innovación financiera positiva, pues a diferencia de otras transacciones, éste no resulta en cumplimiento físico, y en síntesis, para una de las partes significa menores riesgos y para la otra, mayores beneficios, quizás es por esto que representan el 80% de las operaciones del mercado a nivel global.
Pasemos al Yuan, etimológicamente en chino mandarín, es la palabra que se designaba a la moneda de plata acuñada por el Imperio Español, utilizada por los comerciantes extranjeros en China durante siglos, y desde 1949 hasta la actualidad es la denominación de la unidad monetaria de la República Popular China, cuya emisión y responsable es el Banco Popular, equivalente al Banco Central nuestro, y en relación al Dólar estadounidense, 10 yuanes equivalen a u$s. 1,40 o bien $319,8 pesos, y además está el Yuan digital, que se puede comprar o vender a través de unos pocos agentes financieros aprobados por el régimen de Beijing, como es el caso de Yuan Pay Group.
Ahora veamos el swap financiero entre China y la Argentina, cuya primera firma, entre ambos bancos centrales, se concretó durante la presidencia de Cristina Fernández en el 2009, luego en el 2014 se firmó un segundo acuerdo, el que fue renovado por el presidente Mauricio Macri en el 2017 y complementado al final del año siguiente, y ya en la presidencia de Alberto Fernández, en el 2020 se firmó un nuevo convenio, este último amplió el swap de intercambio monetario que se extendió a los 130 mil millones de yuanes, aproximadamente equivalentes a u$s. 18 mil millones, lo que representa un poco más del 55% de Reservas Internacionales del Banco Central.
De acuerdo a lo reseñado, el swap de monedas consiste en este caso, que se intercambian montos predeterminados de yuanes y pesos en cuotas pactadas en el acuerdo y en fechas previstas durante el tiempo que dure el mismo, una vez finalizado y habiéndose realizado el uso de las divisas, el Banco Central de la República Argentina deberá devolver al Banco Popular de China, la cantidad de yuanes utilizados, más una tasa de interés fijada en el convenio.
¿Cuál es entonces la ventaja para nuestro país el incorporar o activar yuanes a la actividad económica, habida cuenta que China autorizó a partir de enero ppdo., a la liberación del parte de swap por u$s. 5.000 millones?, pues bien en lo inmediato, se podrán pagar las importaciones chinas sin utilizar dólares, se estima en unos u$s. 1.000 millones, y el efecto es, estabilizar el nivel de reservas de la moneda estadounidense o bien pagar deudas en dicha divisa o intervenir en mercado cambiario local para frenar una escalada brusca del dólar.
Es así, que todas las empresas de la industria electrónica de Tierra del Fuego, transfirieron sus pagos de mayo a agosto inclusive, de dólares a yuanes, tal como Newsan que abonará en la moneda china unos u$s. 256 millones y Mirgor también por unos u$s. 373 millones, y la Asociación de Fábricas Argentinas de Electrónica, comunicaron que todas las empresas del sector, que tienen convenidas importaciones, y autorizadas las mismas por la Administración Nacional de Aduanas, pasarán los montos respectivos de dólares a yuanes, por lo cual ya tienen aprobado el acceso a la moneda china en el mercado cambiario.
Sin embargo, como dice el dicho, “…cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía…”, pues al aprobarse este nuevo uso del yuan, esto no es otra cosa que un préstamo en moneda china, pero cuya tasa de interés, que no fue declarada por el gobierno nacional, se estima que oscilaría entre el 7% y el 9%, que está por sobre la tasa de interés que cobra el FMI.
No obstante, ya se ha autorizado la transferencia a yuanes de unos u$s. 2.480 millones, suma que aproximadamente será utilizada por un 61% de grandes empresas, 22% medianas y un 17% para pymes, de esta manera, las importaciones se corresponderían con el uso de yuanes, pero con un aumento de la deuda comercial de más del 38%, que entonces ascendería a casi u$s.31.000 millones y en algunos casos, un endeudamiento de las empresas con las empresas matrices en el exterior.
Como si esto fuera poco, se acaba de conocer la depreciación del yuan, lo que plantea el interrogante, ¿ cuál será la consecuencia en las reservas del Banco Central?, pues bien, en principio la caída de las reservas no se detiene, no sólo por la venta de dólares estadounidenses, sino ahora también por la devaluación de la moneda china, en este punto, hay algunos economistas que consideran que la señalada depreciación si afecta a las reservas, en función del reciente acuerdo con China, que habilita la libre disposición de yuanes, mientras que otros, consideran que la moneda china sólo sirve para el pago de importaciones y no para intervenir en el mercado, sin embargo, en los hechos, las reservas del BCRA sufrieron una caída de u$s. 3.000 millones desde mayo ppdo., y el 55% de las reservas brutas, unos u$s. 32.000 millones están en yuanes y en consecuencia expuestas a la fluctuación de esta moneda, por el caso, su devaluación podría subir los precios en yuanes de bienes importados de China, en síntesis, el acuerdo con el Gigante Asiático asciende a los 130 mil millones de yuanes que equivale a 4,5 billones de pesos argentinos, con un vencimiento a tres años, lo que nos lleva a preocuparnos y a ocuparnos, en caso que Argentina no pueda devolver al término del acuerdo los yuanes y los intereses, habida cuenta del caso Sri Lanka.
Y si recordamos, el caso del país insular mencionado y las inversiones chinas en proyectos de infraestructura, como el puerto de aguas profundas de Hambatota, que podría suceder con el puerto en la provincia de Tierra del Fuego, cuyo gobernador Gustavo Melella firmó la autorización para la construcción de la base multipropósito china en aquella tierra sureña, como consecuencia de la presión ejercida por el régimen de Xi Jimping, sin olvidar las “relaciones íntimas” del gobierno asiático con su homólogo argentino, y que para Beijing, ese proyecto es de interés geopolítico por su proyección antártica.
A todo lo reseñado, debemos sumar el tema de la base “científica-espacial” china en la provincia de Neuquén, en la zona de Bajada del Agrio, que más allá de ser un fragante violación de la soberanía nacional, constituye el interrogante de que en trabaja y cuales son sus reales objetivos, habida cuenta que depende de la Agencia de Control General de Seguimiento y Lanzamiento de Satélites, que es dirigida por el Ejército Popular de China, lo que ha motivado las inquietudes de los EE.UU. y de la OTAN, no descartándose el rol que cumpliera en el caso de los globos chinos que sobrevolaron, Canadá, EE.UU. y Colombia, un acuerdo que si bien obliga a Beijing a informar a nuestro país sobre las actividades que cumple, no contempla ningún item o mecanismo que garantice que no se este usando para fines militares.
Pero también, en el último viaje del ministro de Economía, Sergio Massa, a China, el gobierno de este país ha vuelto a presionar al ejecutivo nacional en relación a la concesión de la Hidrovía o Vía Navegable Troncal Paraná-Paraguay, por donde sale el 80% de las exportaciones argentinas, sumado a que no escapa al narcotráfico, en particular de cocaína proveniente de Bolivia, la marihuana del Paraguay y al tráfico ilícito de armas desde el Brasil, y que organizaciones criminales utilicen esta vía, sea para la exportación a Europa o para el consumo interno, y recordemos que desde el 2021 el dragado y balizamiento esta bajo control del Estado, subcontratando a la empresa belga Jan de Nul la maquinaria, y que en marzo ppdo., cuando se presentaron cuatro empresas a la licitación, tres fueron descalificadas, entre las mismas, una era china, por lo que se anuló la licitación y se realizará un nuevo llamado.
Tanto la cuestión de la Hidrovía, como el de la base china en Neuquén y a lo que se agrega ahora el proyecto del puerto multipropósito en Tierra del Fuego, constituyen focos de crisis y conflictos con los EE.UU..
Finalizando la columna, algunas reflexiones son, Latinoamérica hoy está involucrada en el escenario de la puja entre los EE.UU. y China a nivel global, para el primero, ve los peligros de las inversiones y los vínculos políticos, económicos-financieros y comerciales de Beijing en la región, una esfera de influencia que Washington que ha descuidado por más de una administración, un ejemplo es, en el 2009 China reemplazó a los EE.UU., como el principal socio comercial de la 1er. potencia latinoamericana, Brasil, a lo que sumemos, Venezuela, Chile, Bolivia y Argentina, estos tres últimos, recordemos que poseen el 60% de los yacimientos de litio a nivel mundial, un recurso estratégico, pero esta incidencia china en el subcontinente no es nuevo, pues en su Libro Blanco del 2008 señalaba su interés en la región, también hay que tener en cuenta las diferencias entre los sectores privados de ambos países, donde las relación empresarial – gobierno no es la misma, y que se traduce, que las empresas privadas estadounidenses estén en desventaja competitiva con las chinas, otra reflexión es que en la visión estratégica de Beijing, la expansión no es territorial, tal como se daba en siglos pasados, al menos de manera directa, pero si a través de inversiones en infraestructuras, en particular sobre RR.NN. estratégicos con aplicación a las nuevas tecnologías, a la Inteligencia Artificial y a la exploración y explotación en el espacio exterior, y un medio es la aplicación de la ya mencionada “Diplomacia de las Deudas”, prueba de esto son muchos gobiernos de África endeudados, el caso de Sri Lanka abordado, y las perspectivas que se abren en América Latina, entre la que se encuentra Argentina, a través de hechos consumados y de proyectos a concretar, contando con el guiño del actual gobierno nacional, en síntesis, el “Cantar de las Sirenas” proviene del Lejano Oriente, bajo el influjo de una pseudo fraternidad Sur-Sur, cuando detrás están los intereses geopolíticos y geoeconómicos del Gigante Asiático en la conformación de un Nuevo Orden Mundial, por eso parece apropiada la frase elegida una de Winston Churchill, que dijo, “…la diplomacia es el arte de enviar a las personas al infierno de tal manera que ellos mismos te soliciten la dirección…”