«El lunes, el comité especial para la liberación anticipada rechazó su solicitud», confirmó un portavoz del Ministerio de Presos de la Autoridad Palestina (AP).
Daqqa, árabe con ciudadanía israelí, sufre de cáncer y los médicos que le atienden aseguran que la enfermedad constituye un peligro real para su vida y que sus días están contados.
Sin embargo, las autoridades israelíes dictaminaron ayer que no podía obtener la libertad condicional porque fue declarado culpable en un caso de «terrorismo».
Daqqa, de 61 años, fue condenado a cadena perpetua por su papel en la tortura y asesinato del soldado israelí, Moshe Tamam, de 19 años, en 1984 (hace 39 años).
La condena se fijó a un total de 37 años de prisión, que debería haberse cumplido el pasado febrero, pero en 2017 Daqqa fue sentenciado a dos años más por ayudar a ingresar teléfonos celulares de contrabando a la prisión.
Fue diagnosticado con cáncer de médula ósea avanzado en diciembre de 2022, en necesidad urgente de un trasplante, que aún no ha ocurrido.
El 22 de mayo, Daqqa fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital Assaf Harofeh al sur de Tel Aviv debido a otras complicaciones de salud; pero tres días después las autoridades israelíes lo transfirieron nuevamente a la clínica de la prisión de Ramle. Aurora y EFE
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