Mikis Theodorakis, compositor e intelectual griego, conocido también por su militancia política

Pasó sus primeros años en diversas ciudades griegas de provincia, como Mitilene, Ioannina, Cefalonia, Pirgo, Patras y, principalmente, Trípoli. Es allí donde dio su primer concierto en un coro que formó cuando apenas había cumplido diecisiete años. También a aquella edad empezó su incursión en el mundo de la política. Eran los años de la Segunda Guerra Mundial y el joven Mikis se unió a la resistencia, primero contra la Italia fascista y después contra la Alemania nazi, aunque es igualmente cierto que antes había pertenecido a grupos fascistas del régimen de Ioannis Metaxas. Ayudando a familias judías a escapar de las autoridades germanas, fue detenido y torturado por los italianos en 1943.

En 1954, obtuvo una beca para completar estudios en París, donde se inscribe en el conservatorio y estudia análisis musical, bajo la dirección de Olivier Messiaen, y dirección de orquesta con Eugène Bigot. En este período estudió con intensidad la tradición musical occidental. Compone el ballet Antígona para Ludmila Tcherina, que fue representado en el Covent Garden, y también algunas bandas sonoras. En 1957 obtuvo el primer premio del Festival de música de Moscú por su Suite nº 1 para piano y orquesta. Al mismo tiempo escribió diversas piezas sinfónicas y de cámara. Darius Milhaud lo propuso para el premio de Mejor Compositor Europeo.

Retorno a las raíces musicales griegas

En 1960, regresó a Grecia. Su vuelta a la patria no es solo física, sino también artística y espiritual. Theodorakis consideró completa su formación musical clásica e inició un período que estuvo enormemente influenciado por la música tradicional y popular griega, aunque sin desdeñar la importante formación recibida en Francia. La primera obra escrita en este período fue la versión musical del poema Epitafio, de Yannis Ritsos. Con una música de sólida estructura, pero de aliento popular, Theodorakis comenzó una verdadera revolución en la escena musical griega: acercar la gran poesía de la Grecia moderna a una inmensa mayoría de público a través de música de genuina raíz popular y de gran calidad artística.

Compuso decenas de canciones que pusieron música a la mejor poesía griega moderna. Fundó la Pequeña Orquesta Sinfónica de Atenas, y realizó multitud de conciertos en toda Grecia, dando a conocer su obra y gozando de enorme aceptación y popularidad. Puso música a los poemas de los premios Nobel Yorgos Seferis y Odysseas Elytis, que así pasaron a ser verdaderamente conocidos y aprendidos de memoria por todo el pueblo griego, teniendo una influencia importantísima en la renovación de la lengua y cultura de la Grecia moderna.

En 1963, tras el asesinato de Gregoris Lambrakis, fundó las Juventudes Lambrakis. Fue elegido por primera vez diputado por la alianza de socialistas y comunistas EDA. Ese mismo año compuso la música para Zorba, el griego, la película de Michalis Cacoyiannis en la que el actor Anthony Quinn interpretó al personaje principal. El tema, conocido como la danza del sirtaki, se convirtió en un éxito internacional y es uno de los más importantes sellos de identidad de Grecia. ​

Período de la Junta de los coroneles

El 21 de abril de 1967, una junta militar de extrema derecha dio un golpe militar y se hizo con el poder en Grecia. Theodorakis pasó a la clandestinidad y fundó una organización de resistencia contra la dictadura. Los coroneles prohibieron incluso la audición de su música, y en agosto del mismo año le capturan y encarcelan durante cinco meses. Tras una larga huelga de hambre fue desterrado con su mujer Myrto y sus dos hijos, Margarita y Yorgos, al pueblo de Zatuna, en la Arcadia; posteriormente fue recluido en el campo de concentración de Oropos.

Durante todo este período compuso sin descanso canciones contra la Junta. En el extranjero algunos griegos exiliados como Melina Mercouri y María Farandouri recibieron estas canciones y las interpretaron. Su salud sufrió las condiciones del arresto y las huelgas de hambre. Se produjo un movimiento de solidaridad para conseguir su liberación por parte de artistas e intelectuales de todo el mundo como Arthur Miller, Laurence Olivier, Yves Montand, Dmitri Shostakóvich, Leonard Bernstein o Harry Belafonte. Finalmente se decidió su exilio en París, Francia, donde llegó en abril de 1970.

Exilio

En el exilio dedicó todas sus fuerzas a la lucha contra la dictadura. Recorrió diversos países realizando conciertos, charlas y manifestaciones. Sus canciones se convirtieron en un símbolo de la resistencia contra el fascismo, no solo en Grecia, sino también en otros lugares como España, Portugal, Palestina, Kurdistán o Irán. Se encontró con políticos e intelectuales como Pablo Neruda, Salvador Allende, Gamal Abdel Nasser, Tito, François Mitterrand y Olof Palme. En 1972, durante una gira por Israel, Igal Alón le solicitó enviar un mensaje al entonces líder de la OLP Yasser Arafat. En esta época compuso algunas de sus obras más significativas, como son la música para el Canto General, de Pablo Neruda, o las bandas sonoras de las películas Estado de Sitio, de Costa-Gavras, y Serpico, de Sidney Lumet, así como el himno al partido político venezolano Movimiento al Socialismo (MAS).

Regreso a Grecia

En 1974, tras la fallida intervención en Chipre por parte de los coroneles y la caída del régimen fascista, regresó a Grecia.Continuó con sus dos facetas, artística y política. Fue elegido en dos ocasiones diputado (1981-1986 y 1989-1993) y nombrado ministro en el gobierno de coalición entre centro derecha y comunistas de Constantinos Mitsotakis. En 1983 recibió el Premio Lenin de la Paz. Trabajó incansablemente por la mejora de las relaciones entre Grecia y Turquía, dirigiendo en numerosas ocasiones conciertos en varias ciudades turcas.

También fue importante su campaña contra la energía nuclear tras la catástrofe de Chernóbil. En sus últimos años realizó campañas a favor de diversas causas humanitarias y por los derechos humanos, fundamentalmente a través de conciertos. También expresó su oposición a la actuación de la OTAN en la Guerra de Kosovo la Invasión de Irak.

Polémicas

En 2003, el compositor se vio envuelto en una polémica después de declarar que “los judíos, carentes de historia, arrogantes y agresivos, son la raíz del mal”, dichos por los que, a pesar de su pasado de salvador de judíos durante la Segunda Guerra Mundial fue acusado de antisemitismo.​ Durante la crisis de la deuda soberana de los años 2010, participó en las numerosas manifestaciones de los griegos en contra del gobierno heleno debido a sus medidas de austeridad. Fue protegido de los gases lacrimógenos (lanzados por la policía) gracias en gran parte a la masa de manifestantes.

Últimos años y muerte

En los últimos años sufrió de múltiples complicaciones debido a que padecía del corazón, falleciendo de un infarto agudo de miocardio en su casa en Atenas el 2 de septiembre del 2021, a los 96 años.

Fuente: Wikipedia

La entrada Mikis Theodorakis, compositor e intelectual griego, conocido también por su militancia política aparece primero en Aurora.