Una compañía israelí Casterra desarrolló una fórmula genéticamente desarrollada del ricino que es ideal para la producción de combustible verde para los vehículos. El aceite de ricino, también llamado de castor, se utilizó tradicionalmente como producto medicinal, pero Casterra está comenzando a explotar su potencial para el cuidado del medioambiente.
Hoy en día el aceite de ricino se utiliza para la producción de biodiesel. El biodiesel es una mezcla que se realiza a partir de aceites vegetales, o animales, con diésel tradicional. Tiene el objetivo de reducir la cantidad de consumo de diesel, y así, producir una disminución en las emisiones de carbono que traen los vehículos.
Eyal Ronen, director ejecutivo de Casterra, explica que la variedad que utilizan en la empresa tiene una producción cada vez más eficiente. ”Desde cada hectárea que se cultive, se puede exprimir más rendimiento y generar un mayor ingreso”, afirmó Ronen. Sus semillas tienen un porcentaje de contenido del 50%, mientras que otras variedades alcanzan apenas el 30%.
Hace años que la empresa ofrece sus semillas genéticamente desarrolladas a Sudamérica. Pero Casterra recientemente anunció que enviará semillas para la producción de biodiesel con un valor total de 11.2 millones de dólares para África.
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