Si hay un instrumento musical que puede ser identificado con el pueblo judío es el violín. Su sonido que muchas veces se asemeja a un sollozo que también puede llevar a movimientos de sublime alegría y virtuosismo, en una verdadera síntesis de la historia judía. Un instrumento liviano que se podía llevar a donde el destino lo llevara.
No es casual que el violinista sobre el tejado, la extraordinaria pieza basada en la obra de Sholem Aleijem, sea uno de los musicales más aplaudidos en los grandes escenarios del mundo.
Hace 2 días, Osvaldo (no se su apellido), un oyente de Radio Jai, nos donó su violín. Uno que le había regalado su padre, con la intención que él también fuera uno más de la interminable lista de virtuosos intérpretes de este instrumento en nuestro pueblo. No es un Stradivarius ni un Guarneri, su valor es muy superior.
Desde hace casi 31 años Radio Jai ha sido como ese Tevie el lechero con su violín tocando desde ese frágil tejado siempre a punto de perder el equilibrio y caerse. Ese violinista cantando por mantener la tradición y hacer milagros con la nada frente a los embates de los cosacos de afuera y los de adentro.
Tantas veces hemos soñado como Tevie en medio de nuestras penurias lo que podríamos haber hecho o hacer “si yo fuera rico”.
Para quién escribe estas líneas recibir la donación de un violín es particularmente emotivo. Mi padre Emil Z.L. cuando tuvo que huir de Viena a los 17 años, luego del Anschluss, la anexión por parte de la Alemania Nazi de Austria, solo pudo llevar consigo su violín, aquél que luego le permitió ser parte de la orquesta filarmónica de Chile y como Tevie hacer frente a la vida, no excenta de penurias económicas.
Escuchar a mi Padre afinando su violín o acompañarlo a sus ensayos y conciertos, son recuerdos imborrables.
Osvaldo en su timidez no quiso que lo entrevistáramos, incluso vino sin avisar y no tuve la oportunidad de agradecerle personalmente y sacarme una foto con él. En sus mensajes de WhatsApp nos ha expresado lo que significa Radio Jai para él. Mensajes que me producen escozor y un nivel de compromiso inenarrable.
Han sido miles de veces las que en estos 31 años nos preguntamos incluso entre lágrimas de amargura si podríamos sobrevivir.
Cómo hacer para seguir atando con alambres nuestra existencia como medio de comunicación lleno de absolutas limitaciones de recursos. Cientos de veces pensamos en decir basta y cerrar.
El violinista sintiendo la soledad, el maltrato, la indiferencia, la sordera. El violinista tratando de afinar en una realidad que desafina permanentemente.
El violinista tocando en medio de una realidad de atentados aquí y allá, Memorándums, mentiras, asesinatos de fiscales, antisemitismo y un artero Pogrom interno, donde hace 5 años la AMIA, aquella por la que hemos puesto la voz y coraje frente a la impunidad de la justicia, hizo todo lo inimaginable para acallar el violín.
31 años donde los dirigentes de la comunidad y sus instituciones tanto locales como internacionales han maltratado a Tevie y su familia por no ser ellos los dueños del sonido del violín, ni los directores de la orquesta. La estupidez, la envidia, los egos judíos destruyeron los templos de Jerusalem y tanto más, como no lo intentarían de diversas formas con un humilde violín.
Nuestros sabios nos han enseñado que siempre hay que agradecer, tanto por lo bueno como por lo malo. Lo bueno son los Osvaldos que con su estímulo y amor nos hacen soportar lo malo.
A seguir escuchando el violín y el Shofar que seguirán sonando todo el tiempo que D.S nos lo permita.
Violín donado por Osvaldo, oyente de Radio Jai
Miguel Steuermann
Director de Radio Jai